Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

jueves, 26 de octubre de 2017

30 años de “Agua Para La Vida”

Doraldina Zeledón Úbeda

“Agua Para La Vida”, nos cambió la vida, dicen los beneficiados con proyectos de agua y saneamiento que ha realizado esta organización, poco conocida en las ciudades; pero muy apreciada y muy querida en comunidades rurales. 


Conozco desde hace varios años la labor de Agua Para La Vida, organización no gubernamental, apolítica y no religiosa, que trabaja en comunidades rurales de Nicaragua desde 1987. Inició como una ONG internacional estadounidense, y para dejar capacidades locales, en el 2011 se constituyó legalmente “Agua Para La Vida Nicaragua” (APLVN). A la fecha, existen tres entidades: una en Estados Unidos y otra en Francia, que juegan un papel importante en la búsqueda de fondos; y la tercera, en Nicaragua, que ejecuta los proyectos, consigue ayuda de otras fuentes y desarrolla alianzas para un mayor impacto.

En sus 30 años ha diseñado y realizado 89 proyectos de abastecimiento de agua potable y saneamiento en 85 comunidades de 20 municipios, en los departamentos de Matagalpa, Boaco, Madriz, Nueva Segovia, Estelí, Jinotega, Región Autónoma del Caribe Norte y Región Autónoma del Caribe Sur. En total, ha beneficiado a 35,196 habitantes de comunidades rurales.

En 2015, ganó el premio de Agua y Saneamiento para América Latina y el Caribe, gracias a sus novedosos programas de diseño para sistemas de agua por gravedad: NeatWork (para redes de distribución), Aire en Tuberías (para líneas de conducción) y Abridge (para diseño de puentes colgantes para tubería), diseñados para zonas rurales. Desarrollados por su cofundador Gilles Corcos, y Jean Philippe Vial, miembro de APLV Francia.

A falta de personal especializado, en 1996 creó la Escuela Técnica de Agua Potable, ubicada en Río Blanco. Los estudiantes son bachilleres de zonas rurales, que después de dos años y con beca completa, se gradúan de “Técnico Medio en Diseño y Manejo de Sistemas de Abastecimiento de Agua y Saneamiento Rural”, reconocido por INATEC. En la actualidad, varios de sus egresados trabajan en Alcaldías y ONG.

La clave del éxito de sus proyectos está en la participación de la comunidad en todas las etapas; y en el enfoque integral. Trabaja únicamente en comunidades organizadas. Para iniciar el proceso, deben llevar una carta de solicitud donde expliquen su necesidad de agua y demuestren tener identificadas posibles fuentes, las que deben ser protegidas.   
Acompaña a las comunidades en la fase preliminar de los estudios de factibilidad, ejecución y seguimiento; tanto de infraestructura como de administración y capacitación. En todo este proceso, trabaja de la mano con las comunidades, gobiernos municipales, instituciones gubernamentales y no gubernamentales territoriales, para asegurar una mayor apropiación.

Las capacitaciones se centran en administración, operación y mantenimiento de los sistemas, educación sanitaria y ambiental, gestión integral del recurso hídrico; todo en coordinación con los miembros del Comité de Agua Potable y Saneamiento (CAPS), familias y alumnos de las escuelas. El objetivo es dejar capacidades técnicas y de liderazgo para fomentar el desarrollo de la comunidad a largo plazo y asegurar la sostenibilidad del proyecto.

Para obtener derecho al puesto de agua, cada familia se compromete a contribuir con su trabajo y aportar cuotas como contraparte. Finalizado el proyecto, la participación comunitaria continúa, ya que APLVN instala puestos domiciliares con medidores. En Asamblea General establecen una tarifa mensual y los miembros del CAPS recolectan el pago, para mantenimiento del sistema.

Así, sin ruido y con mucho entusiasmo, Agua Para La Vida calma la sed y apoya la salud, la educación, la calidad de vida; promueve las relaciones y protege el ambiente.

La autora es miembro de “Amigos de Agua Para La Vida”.