Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

martes, 7 de abril de 2015

"Lago tóxico" de China

"Lago tóxico" de China, "una pesadilla creada por nuestra sed de aparatos electrónicos"
"Escondido en un rincón desconocido de Mongolia Interior (China) existe un 'lago tóxico', una pesadilla creada por nuestra sed de teléfonos inteligentes, de aparatos electrónicos y por la tecnología 'verde' ambiental", sostiene Tim Maughan, miembro de la organización Unknown Fields Division, tras una expedición al lugar.
"Los minerales de 'tierras raras' (nombre común de 17 elementos químicos, formados por escandio y itrio y otros 15 elementos del grupo de los latánidos) han desempeñado un papel clave en la transformación y el crecimiento explosivo de la economía china en las últimas décadas", relata Tim Maughan, miembro de la organización Unknown Fields Division, quien ha acudido a explorar el lugar, en un artículo de la BBC. "Es evidente que esto ha tenido también un impacto enorme y ha transformado la ciudad de Baotou (Monglolia Interior, China)", sostiene.
La ciudad industrial de Baotou es uno de los mayores proveedores mundiales de tierras raras, cuya extracción va acompañada de la liberación de grandes cantidades de residuos muy tóxicos e incluso radiactivos. Estos materiales se pueden encontrar en los imanes de las turbinas de viento, en los motores de los automóviles eléctricos, en las entrañas de los "smarphones" y en las tabletas y los televisores de pantalla plana, entre otros. Cerca del área de producción se ha formado un enorme "lago" "lleno de lodo negro y líquidos tóxicos".
"Parece el infierno en la Tierra"
En los pueblos adyacentes la población se ha reducido de 2.000 a 300 personas, y quienes se han quedado sufren distintos tipos de enfermedades. "En 2009 China extraía el 95% de la producción mundial de estos elementos, y se estima que las minas de Bayan Obo, al norte de la ciudad de Baotou, contienen el 70% de las reservas mundiales", cuenta Maughan, poniendo como ejemplo llamativo que mientras que China produce el 90% del mineral de neodimio del mercado mundial, solo el 30% de los depósitos del mundo se encuentran allí.
"Incluso antes de llegar al 'lago tóxico', el impacto ambiental que la industria de 'tierra rara' ha tenido en la ciudad es dolorosamente evidente. En ocasiones es imposible saber dónde comienza la vasta estructura de los complejos de refinerías y dónde comienza la ciudad (…) decenas de tuberías en línea en la costa producen un torrente de residuos grueso, negro y químico procedente de las refinerías que lo rodean. El olor a azufre y el rugido de las tuberías invade mis sentidos. Parece el infierno en la Tierra", describe el experto.
"Después de observar el impacto de la explotación minera de 'tierras raras' con mis propios ojos, es imposible ver los accesorios tecnológicos de uso cotidiano de la misma manera", sentencia

Carta Bodán.2702

lunes, 6 de abril de 2015

Centroamérica será la zona más castigada por cambio climático en 2050


http://www.sinembargo.mx/05-04-2015/130221


Chile - Los desafíos socio-ambientales, locales y globales que nos plantea

Santiago, jueves 2 de abril de 2015, por Luis Gallegos, editorial de Boletín GAL.- Según las informaciones oficiales, los desastres de las tormentas en el Norte ya suman muchos muertos y desaparecidos. Aparte de los miles de damnificados y de los millones de pesos de daños producidos por el desastre climático, es incalculable el dolor humano que este tipo de tragedias produce en nuestra gente. Nuestra profunda solidaridad con todos y todas ellas.
 Lo primero que surge al sentido común de todos nosotros es quién es el responsable de todo este drama. Y, por supuesto, también quién reparará todo el daño producido en los bienes materiales y productivos y, sobre todo, en el alma y el mundo social de nuestras comunidades afectadas.

Claro, lo primero que surge a nuestro imaginario colectivo es que la naturaleza nuevamente nos eligió. O, también, que las autoridades y la clase política no se dieron tiempo para prever o tomar las medidas oportunas.
 La verdad de fondo
 Todo ello puede ser cierto, pero no es toda la verdad del fondo de toda esta tragedia. Y no lo es simplemente porque uno de los mayores riesgos que está ahora y para las décadas siguientes en nuestro entorno, es el cambio climático. Chile es uno de los países vulnerables a este fenómeno, y cumple con siete de las nueve vulnerabilidades que los científicos del IPCC de la ONU, han anunciado.
 El calentamiento global es el desastre producido por el capitalismo, desde la revolución industrial de 1850 en adelante, que está a la base de las tragedias climáticas que hoy estamos viviendo en Chile y en el  Mundo.
 Y este fenómeno generado por las grandes empresas capitalistas y las grandes potencias mundiales, nos afecta alterando nuestros climas locales, desestabilizando nuestros entornos ambientales y afectando la regulación de los factores de la naturaleza y la atmósfera.

Si queremos encontrar responsables del dolor que hoy Chile padece por estos desastres, entonces hablemos de las enormes empresas mundiales que se resisten a reducir sus emisiones de dióxido de carbono, y de las grandes potencias desarrolladas que se niegan a suscribir y comprometerse a acuerdos de mitigación y adaptación al cambio climático.
 No son nuestros alcaldes, intendentes y gobiernos los responsables de estas tragedias. Son los grandes decidores de las políticas mundiales sobre el medio ambiente y el cambio climático, los que se aferran a un sistema de gobierno global que mantiene un sistema capitalista y, a su vez, el uso de los combustibles fósiles como fuente de energía para sus grandes industrias.
 Entonces, ¿qué hacer ante estos poderes globales que tanto daño producen en nuestro clima, en nuestro barrio, nuestra comuna y a nuestras familias?
 La lucha socio-ambiental ciudadana, democrática y climática
 La lucha socio-ambiental ciudadana, democrática y climática. Esa es, en este Siglo XXI y hasta que finalice, por lo menos, la única o la principal bandera que nos permitirá enfrentar estos dramas que hoy nos asaltan.  
 La lucha contra los poderes globales que se resistieron en la Cumbre de Cambio Climático de Lima en diciembre 2014, o más conocida como la COP 20, a suscribir un acuerdo de reducción de emisiones de CO en sus países; la lucha contra quienes hoy se niegan a querer entender que si en la Cumbre de Cambio Climático de París en diciembre 2015 o COP 21 no se acuerda una drástica reducción de emisiones, simplemente estarían siendo los verdugos de nuestra propia especie humana. Quizá no del Planeta Tierra, que tiene suficientes recursos propios para adaptarse y recuperarse asimisma, pero sí de todos nosotros, nuestras familias y nuestras comunidades.
 Atender la emergencia, es lo prioritario
 Por cierto, hay tareas inmediatas para atender nuestras emergencias. Hay planes de contingencia que los gobiernos locales, regionales y nacional han activado junto con los recursos necesarios para atender las urgencias de estos dramas. Esperamos que ello se cumpla a cabalidad, con la oportunidad y la eficiencia que la situación amerita.
 También, nuevamente, se ha vuelto a poner en marcha esa hermosa solidaridad de nuestro pueblo en todo el país y de los pueblos hermanos a nivel internacional. Nuevamente se ha reavivado esa cálida esperanza de toda nuestra gente que se une a los damnificados y les brinda su generosidad y apoyo para salir adelante con fuerza, dignidad y amor.
 Pero también hay desafíos que nos corresponde como ciudadanía. Y tales, son de carácter socio-ambiental.
¿Cuáles son esos posibles desafíos?
 Primero, podríamos exigir el derecho a organizarnos como ciudadanía y como afectados, junto al municipio y a otras instancias sociales, ambientales y políticas locales, a fin de poder participar activamente en los planes de emergencia y de reconstrucción de las zonas afectadas.
 Segundo, podríamos exigir el derecho a la información y a la capacitación respecto a los conocimientos técnicos, científicos y políticos del cambio climático que nos afecta. El derecho ciudadano no solo es el de ser atendido por el Estado eficazmente ante estas emergencias, también lo es el derecho a saber qué está ocurriendo exactamente con el clima y el medio ambiente en nuestra comuna, el país y el Planeta.
 Tercero, podríamos exigir nuestro derecho a participar en los diálogos, análisis y elaboración de propuestas sobre los planes de prevención ante desastres, adaptación al cambio climático e incidir sustancialmente en las políticas públicas nacionales y locales relacionadas a estos temas.
 Cuarto, podríamos exigir el derecho a participar como ciudadanía en los procesos nacionales, regionales y globales sobre el cambio climático, a fin de poder expresar nuestros testimonios, reflexiones y sugerencias acerca de los impactos que el calentamiento global está produciendo en nuestros territorios. Por ejemplo, las autoridades nacionales deberían garantizar la asistencia de las organizaciones de los damnificados en las reuniones públicas que convoque la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente; asimismo podríamos acceder, con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y el del Medio Ambiente, a las cumbres globales que este año se realizarán sobre el cambio climático, del mismo modo como lo han hecho en cumbres anteriores los pueblos afectados de los países insulares en riesgo climático, como las Maldivas.
 Quinto, -y esto es muy importante- deberíamos exigir el derecho, junto con las autoridades nacionales, a ser incluidos entre las comunidades beneficiarias a los recursos financieros del Fondo Verde creado por la ONU, precisamente para atender este tipo de desastres climáticos. Nuestra emergencia y la reconstrucción de nuestras casas y localidades, no es solo responsabilidad del gobierno de Chile. Este es un tema de implicancia mundial, por tanto, la ONU y el Fondo Verde, deberían -mediante gestión urgente del actual gobierno de Chile-, exigir el derecho de los damnificados del Norte a ser beneficiarios de estos recursos mundiales. Este Fondo ha acumulado hasta el momento más de 10 mil millones de dólares, dentro de una meta de 100 mil millones de dólares. Atención, y este derecho no solo es para los damnificados de los desastres del Norte, también es válido y operativo para los damnificados de los incendios y la sequía del país, que también son impactos del cambio climático.
 Sexto, deberíamos generar alianzas, asociatividad y unidad ciudadana junto a otros pueblos de países hermanos en riesgo climático de América Latina y del Mundo, para enfrentar a quienes hoy son los responsables del aumento de las emisiones de CO, a quienes hoy se resisten a suscribir un nuevo acuerdo climático en la COP 21 de este año, y a quienes indolentemente optan por sus jugosas ganancias capitalistas antes que el bienestar de la humanidad y de nuestras poblaciones. Estas asociatividades ciudadanas podrían tener como meta preparar propuestas concretas a nivel nacional o regional para ser presentadas en la Cumbre Mundial de Cambio Climático o COP 21, a realizarse en noviembre de este año en París, Francia. (FIN)


jueves, 2 de abril de 2015

Doce plagas por el cambio climático

Debido al calentamiento global, se prevé que algunas patologías infecciosas se agraven y propaguen con más facilidad
·         Por TERESA ROMANILLOS

·         27 de octubre de 2008

·         Bautizadas con el nombre de "la docena mortífera", se prevé el aumento de 12 enfermedades infecciosas debido al cambio climático. Algunas, como la tuberculosis, nunca han dejado de estar presentes y otras, que parecen pertenecer al pasado, como la peste o el cólera, pueden resurgir. La comunidad científica apunta como últimos culpables a los cambios migratorios de las aves y a la proliferación de insectos y arácnidos.
·         Una docena de enfermedades infecciosas se agravarán y propagarán con más facilidad como consecuencia delcambio climático. Así reza el documento, publicado en el Congreso Mundial de la Conservación de la Naturaleza celebrado recientemente en Barcelona, que muestra cómo el calentamiento global influirá en el desarrollo de estas patologías y las consecuencias que estas enfermedades provocarán en la salud y la economía mundial.
·         Se estima que el incremento de la temperatura del planeta no sólo causará el derretimiento de los glaciares y el consiguiente aumento del nivel del mar, sino que además se verá modificado el régimen de precipitaciones y, por tanto, de las corrientes fluviales. Este cambio en el ciclo del agua provocará una variación en los ecosistemas que a su vez condicionará una diferente distribución de los agentes patógenos causantes de las 12 enfermedades.

·         De animales a personas

·         Un buen ejemplo son las aves migratorias, que como consecuencia del calentamiento global cambiaran las rutas de migración de modo que las enfermedades de las que son portadoras se distribuirán en distintas regiones del planeta. Este hecho ya empieza a hacerse visible con los emergentes brotes de la gripe aviar, ébola, cólera y tuberculosis.
·         El principal factor de riesgo se encuentra en aquellas enfermedades infecciosas que pueden ser transmitidas de animales a humanos
·         El principal factor de riesgo, aseguran los investigadores, se encuentra en aquellas enfermedades infecciosas que pueden ser transmitidas de animales a humanos. "La salud de los animales está estrechamente relacionada con los ecosistemas en que viven y el medio ambiente que los rodea y cualquier alteración, incluso la más pequeña, puede tener enormes consecuencias en las enfermedades que pueden padecer y transmitir a medida que el clima cambia", comenta Steven Sanderson, presidente la Sociedad de Conservación de la Naturaleza.
·         La solución que plantean los expertos ante el problema consiste en monitorizar los cambios de localización de la fauna salvaje para poder controlar las migraciones y, así, la distribución de los agentes patógenos. Aunque se conocen las doce enfermedades y algunas de ellas tienen tratamiento, aún falta información sobre como se están extendiendo y propagando por todo el planeta. Entre otras cosas, es importante preparar al personal sanitario para reconocer y mitigar los brotes de las enfermedades que aparezcan en una determinada zona, antes de que se extiendan descontroladamente.

·         Enfermedades, "nuevas" y "viejas"

·         Dentro del grupo de las 12, se encuentran viejas conocidas, como la tuberculosis, el cólera o la peste y otras enfermedades que se pueden considerar como más "nuevas", como la gripe aviar. La tuberculosis ha sido, sin duda, durante muchos siglos una de las enfermedades que ha provocado una mayor mortalidad. A mediados del siglo XX, y gracias al descubrimiento de la estreptomicina y las mejoras de las condiciones higiénicas y sociales, la situación mejoró.
·         En 1993, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró a la tuberculosis como una enfermedad emergente y justificó el aumento en el número de casos relacionados con el VIH y también por los movimientos migratorios. Un grave problema añadido es el de la tuberculosis resistente a los fármacos habituales. Este tipo de microorganismo se encuentra en mayor proporción en las tuberculosis que padecen los pacientes infectados por VIH.
·         España y Portugal son los países con mayor número de casos de la Unión Europea probablemente por el enorme reservorio de infectados por "Mycobacterium tuberculosis" que hay (muchas personas han tenido contacto con el bacilo en algún momento de su vida, que permanece en estado latente, sin que se manifieste). La tuberculosis bovina (TB), que puede transmitirse al hombre a través del consumo de leche sin pasteurizar, podría aumentar. Los expertos temen que el cambio climático pueda favorecer el contacto entre el ganado y los animales salvajes, aumentando la propagación de la enfermedad.
·         El cólera es otra de las patologías que potencialmente podría extenderse debido al cambio climático. La enfermedad, causada por la bacteria "Vibrio cholerae" se transmite con mucha facilidad por el agua y alimentos contaminados. Actualmente, la mayoría de los casos tienen lugar en países en desarrollo aunque el aumento de la temperatura de las aguas hace prever un mayor número de casos.
·         La peste bubónica o peste negra, enfermedad que había causado verdaderos estragos, parece pertenecer a los libros de historia pero puede volver a resurgir. Se propaga a través de los roedores y sus pulgas, que podrían favorecerse del incremento de la temperatura. La gripe aviar es otra de las amenazas relacionadas, ya que las anomalías en el régimen de lluvias y la sequía podrían influir en los movimientos migratorios de las aves y, por tanto, en la expansión de la enfermedad que en los últimos años mantiene a las autoridades sanitarias en alerta bajo la amenaza de una gran pandemia.

·         INSECTOS Y ARÁCNIDOS

·         La amenaza se amplía a otras enfermedades infecciosas que, aunque quizás menos conocidas, no dejan de ser preocupantes, sobre todo en los países en desarrollo. Una de ellas es la babesiosis, enfermedad hasta ahora poco frecuente, causada por un parásito transmitido por la picadura de la garrapata del perro. Los síntomas pueden ir desde cuadros leves que pasan casi inadvertidos a otros de mayor gravedad, máxime en pacientes ancianos e inmunodeprimidos.
·         Esta enfermedad, más prevalente en la zona este de África, ha pasado a ser cada vez más frecuente en Europa y América del Norte. Otra enfermedad transmitida por la picadura de una garrapata es laborreliosis o enfermedad de Lyme. Se trata de una patología que puede resultar de difícil diagnóstico; sus síntomas pueden confundirse con otras afecciones como cuadros gripales, fibromialgia o esclerosis múltiple.
·         Al igual que en el caso anterior, el aumento de las temperaturas, al favorecer el ciclo vital de las garrapatas, podría ayudar a una mayor difusión de la enfermedad. La fiebre amarilla es una enfermedad vírica, propagada en este caso por mosquitos. A pesar de que afecta las regiones tropicales de África y partes de América central y del sur, podría extenderse a nuevas zonas. La fiebre de Rift Valley es una zoonosis vírica que afecta principalmente al ganado doméstico pero que también puede llegar al ser humano provocándole cuadros graves. El virus se transmite por la picadura de un mosquito. Es más frecuente en el África subsahariana y el norte de África.
·         La conocida como enfermedad del sueño está causada por un parásito transmitido por la mosca tse-tsé. Puede afectar a personas y animales y es endémica en algunas zonas de África subsahariana. El clima influye en la distribución de la enfermedad puesto que la mosca suele encontrarse en la vegetación que rodea a ríos y lagos, en los bosques y en la sabana. Se conoce como enfermedad del sueño debido a que, en fases avanzadas, se producen trastornos del sistema nervioso central que se traducen en cambios en el comportamiento y períodos frecuentes y prolongados de somnolencia.
·         La infección por el virus del río Ébola provoca un cuadro grave con elevada mortalidad. En el informe de los expertos se destaca que existen evidencias de que los brotes de esta enfermedad están relacionados con las variaciones inesperadas de las épocas de lluvias. Cabe esperar que en el futuro aumente el número de personas infectadas dado que el cambio climático provoca alteraciones del régimen de lluvias. Finalmente, dos entidades que previsiblemente pueden aumentar son las infecciones por parásitos intestinales y la que se conoce comomarea roja, una excesiva proliferación de algas productoras de toxinas letales tanto para animales como humanos.
·          
·         http://www.consumer.es/web/es/salud/problemas_de_salud/2008/10/27/181014.php

                                                                     

Desastre del Norte (Chile): El severo rostro del cambio climático

Análisis medioambiental:
Cristián Fierro | Martes 31 de marzo 2015 10:31 hrs.
http://radio.uchile.cl/2015/03/31/el-severo-rostro-del-cambio-climatico

Estos eventos climáticos extremos, como el ocurrido recientemente en el norte de Chile volverán a repetirse, de manera que la reconstrucción del norte tiene que reconsiderar donde ubicar nuevamente esos poblados y comenzar a usar techumbres resistentes a la lluvia. Por otro lado el desarrollo tiene que ser sustentable. No es correcto que la sociedad entera sufra las consecuencias y termine pagando por una actividad industrial fuera de control como la minería, la forestal o la industria del petróleo.

Pareciera que el fenómeno del cambio climático decididamente llegó a Chile para mostrar su verdadero rostro. Evidentemente la ocurrencia de este fenómeno global ya no debería despertarnos la menor duda, sobre todo cuando compatriotas nuestros mueren y sufren en carne propia este castigo de la naturaleza.
A muchos académicos de distintas universidades e institutos, a veces les resulta difícil explicar en términos sencillos lo que hacen; tienen cierta reticencia por exponer de una manera fácil lo que investigan. Y desgraciadamente somos los ciudadanos los que quedamos desinformados y no logramos captar la importancia de ciertos desarrollos que nos pueden afectar tremendamente. La ciencia del cambio climático es uno de ellos, y se complica todavía más por los distintos intereses económicos involucrados que chocan y aniquilan. Todo se complica todavía más cuando algunos académicos, que deberían aportar un juicio objetivo sobre la situación, no lo hacen ya que trabajan como consultores para la industria minera, pesquera o forestal.
El fenómeno del cambio climático inicialmente se lo llamó “calentamiento global,” para identificarlo así con sus causas, las raíces del fenómeno. Este consiste en que el CO2 generado por la actividad humana, produce un efecto invernadero sobre el planeta, de manera que las temperaturas de este suben. Desgraciadamente, el “calentamiento global” asocia el fenómeno solamente con la temperatura, y eso ha permitido que los no “creyentes” (como si esta área de la ciencia se tratara de una religión), puedan ridiculizar este fenómeno y a los que la estudian, y se rían cuando se produce una nevazón como la ocurrida recientemente en Washington. Ahí un senador Republicano muy ignorante, Jim Inhofe (¡sí, eso también ocurre ahí!), riéndose del “calentamiento global,” le empezó a tirar bolos de nieve a sus colegas del senado preguntándoles por el famoso “calentamiento.” Por eso se hace más apropiado usar un término que identifica el “calentamiento global” con sus efectos más directos y devastadores, como son el clima extremo que genera, y que va desde sequías tremendas a lluvias torrenciales y de frecuencia inusitada. A grandes rasgos, esos son los efectos que predicen los especialistas del cambio climático.
El cambio climático tiene también efectos más graduales como son la subida del nivel del mar debido a los deshielos. Las islas Maldivas, por ejemplo, situadas en el océano Indico, con una elevación de tan solo un metro sobre el nivel del mar, están condenadas a desaparecer. En este momento en el sur de Florida, en Estados Unidos, ya se convive con las inundaciones frecuentes. Incluso en lugares como en Dania Beach, al norte de Miami, no se puede obtener aguas subterráneas por la contaminación del mar. Esta hay que comprarla o tener pozos muy profundos.
Para los que no vivimos en el norte de Chile, la televisión, los periódicos y las radioemisoras nos han mostrado los devastadores efectos de una tormenta que ha aniquilado ciudades y poblados. Hace pocos días y en pocas horas, cayó el agua que debería haber caído en más de un año. Y en las cumbres y cerros, en lugar de caer nieve, por las temperaturas más altas que ahora se presentan, cayó nada más que agua, aumentando así los torrentes de lodo y desperdicios. Como desde hace años se ha venido soportando una sequía prolongada en esa área, los poblados construidos en los antiguos lechos de los ríos ahora han quedado completamente desbastados por el flujo del agua y los aludes.
Un poco más al sur, y como ya ha ocurrido en Europa, California y tantos otros lugares del planeta, la sequía y las altas temperaturas transforman un pequeño incendio en un desastre natural incontrolable, con terribles consecuencias para esa flora y fauna que orgullosamente mostramos, pero que protegemos de manera tan casual; triste suerte la de las araucarias. En Rusia, en el año 2012, por ejemplo, se quemaron más de 13 millones de hectáreas en uno de los incendios más grandes de sus últimos 100 años.
Recientemente en Estados Unidos, durante este último invierno, nuevamente se han producido unos fríos polares extremos debido a que el “jet stream”, proveniente del polo norte, está cambiando; es decir esa masa de aire frío que viene del polo norte se mueve menos y ha penetrado lugares ubicados más al sur, hacia zonas que antes casi no tocaba. Una teoría recientemente anunciada dice que este cambio en el “jet stream” se debe a la menor diferencia en la temperaturas que existen entre el trópico y el polo norte. ¿Está verificada esa teoría? Probablemente no, porque está solo recientemente formulada. Y es aquí donde es bueno introducir una analogía, es decir asociar este problema, el de una tierra enferma y los científicos del clima que la estudian, a nosotros, nuestro organismo cuando enferma y los médicos que entonces consultamos. La medicina es una ciencia donde diferentes teorías evolucionan y se perfeccionan a medida que progresa. Sin embargo, no por eso tratamos a los médicos de ignorantes ni tampoco dejamos de ir a sus consultas… y la gran mayoría de las veces les “creemos”, somos sus “creyentes”. Tormentas han existido siempre, por eso tampoco se puede asociar, con un cien por ciento de certeza, una tormenta desastrosa y puntual al cambio climático. Lo que sí podemos aseverar es que, dada la frecuencia y la energía que descarga, que probablemente sí está relacionada con el cambio climático, como ha ocurrido ahora en Chile. Con las enfermedades nos ocurre algo parecido. Cuando uno fuma, lo más probable es que ese cáncer al pulmón que se nos pudiera diagnosticar se relaciona efectivamente con el cigarrillo, pero no lo podemos asegurar con una certeza irrefutable. Existen muchos fumadores que están sanos, y también existen enfermos de cáncer al pulmón que nunca fumaron. Sin embargo, no por eso proclamamos que los médicos son unos charlatanes y los dejamos de consultar. Al menos ellos aseguran que estadísticamente el cáncer al pulmón está asociado con el cigarrillo. Y la mayoría ya les “cree”. Lo triste es que si ahora todos se transformaran en “creyentes” y trataran de emitir menos CO2, eso ayudaría mucho para prevenir futuras calamidades peores, pero el daño grande ya está consumado y para todos los efectos prácticos es irreversible; desde ahora no tenemos más remedio que adaptarnos. En todo caso sigue siendo muy importante conservar energía; incentivar el uso de energías alternativas debería ser una prioridad.
Estos eventos climáticos extremos, como el ocurrido recientemente en el norte de Chile volverán a repetirse, de manera que la reconstrucción del norte tiene que reconsiderar donde ubicar nuevamente esos poblados y comenzar a usar techumbres resistentes a la lluvia. Por otro lado el desarrollo tiene que ser sustentable. No es correcto que la sociedad entera sufra las consecuencias y termine pagando por una actividad industrial fuera de control como la minería, la forestal o la industria del petróleo. En Chile ahora serán muchos los que pagarán con su salud la contaminación del medio ambiente por la actividad minera, donde las inundaciones han arrasado acumulaciones de desechos químicos esparciéndolos sobre los poblados. Estos desastres deberían estar asumidos en los costos de las distintas industrias y no financiados por la comunidad.
Las Fuerzas Armadas se ganarían el aplauso generalizado y la aprobación unánime de la ciudadanía si incluyeran la guerra contra el cambio climático como un tema prioritario de Seguridad Nacional. Lo ocurrido en el norte de Chile ha sido incluso peor que un bombardeo de una nación enemiga. Ha dañado nuestro territorio, destruido poblados y ha matado a civiles sin distinción de edad, sexo o procedencia.
La Fuerza Aérea podría dejar de comprar tan solo un avión F-16 para adquirir al menos un avión-cisterna Super Evergreen 947 que puede llevar más de 77 mil litros de agua mezclados con retardante de llama para combatir incendios forestales. Sería una tremenda ayuda.
Asimismo, la Marina podría comprar embarcaciones para combatir los derrames de petróleo. Estos son cada día más recurrentes y los principales perjudicados son el océano con su vida marina, la industria pesquera y el turismo. Estas son medidas que se podrían implementar ahora mismo y le darían una lección a la sociedad civil que ha demostrado tanta inacción y falta de interés por la protección del territorio nacional. Con una acción como esa, las Fuerzas Armadas se darían así un fuerte abrazo con la sociedad civil.
                Boletín GAL 1820