Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

domingo, 21 de marzo de 2021

Podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía

 


- IV -



Descripción: ArribaDescripción: AbajoNo digáis que agotado su tesoro,

de asuntos falta, enmudeció la lira;

podrá no haber poetas; pero siempre

      habrá poesía.


Mientras las ondas de la luz al beso

       palpiten encendidas;

mientras el sol las desgarradas nubes

      de fuego y oro vista;


mientras el aire en su regazo lleve

      perfumes y armonías;

mientras haya en el mundo primavera,

       ¡habrá poesía!


Mientras la ciencia a descubrir no alcance

       las fuentes de la vida,

y en el mar o en el cielo haya un abismo

       que al cálculo resista;


mientras la humanidad, siempre avanzando

      no sepa a do camina;

mientras haya un misterio para el hombre,

      ¡habrá poesía!


Mientras sintamos que se alegra el alma,

      sin que los labios rían;

mientras se llore sin que el llanto acuda

       a nublar la pupila;


mientras el corazón y la cabeza

       batallando prosigan;

mientras haya esperanzas y recuerdos,

      ¡habrá poesía!


Mientras haya unos ojos que reflejen

       los ojos que los miran;

mientras responda el labio suspirando

       al labio que suspira;


mientras sentirse puedan en un beso

       dos almas confundidas;

mientras exista una mujer hermosa

      ¡habrá poesía!

Rima  IV  Gustavo Adolfo Bécquer