Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

viernes, 30 de diciembre de 2016

Feliz Navidad y buen Año Nuevo

Doraldina Zeledón Úbeda
Estelí, diciembre 20016. 

Frío viento violento, brisa fría, frío frío.  Yo acurrucada en mi tibia cama. El viento se mete por las hendijas.  Se cuela por el petate, se pega en las sábanas gastadas. Amanece húmedo el sol. Veo la bruma. Saboreo el café caliente. Y salieron a chambear, sin nada, a rebuscar, envueltos en la sonrisa ingenuamente renovada. Y allá lejos, también salen sin nada. Caminado entre el viento que azota. El terruño que llama. Y la ilusa esperanza que calma. Larga noche larga, como el camino sin agua ni posada. Frío en el alma…

Dan, din, dan, las campanitas sonando están… con la magia de la Navidad y Año Nuevo. La época más linda. Regalos y música, que a veces enmascaran carencias y sustituyen sentimientos. Y faltos de solidaridad, dan, dan. Cuántos se quejan por una niñez sin Navidad. Cuántos ni siquiera se quejan por falta de una cena, un día cualquiera. Pero no pude negarse, hay quienes comparten.  Para bendecir el futuro. También el que no tiene mañana seguro. Porque lo sabe. 

Sí, veo lo bueno y lo bonito, lo siento y lo agradezco. Y también lo “malo”, que me reta. Pero no puedo obviar el recuerdo del niño en el hospital, enfermo por desnutrición.  Un viejo sin medicinas. Un niño enchancletado, sonriendo tras las luces de los juguetes y zapatos nuevos. Una vida joven que se va y un proyecto que la retiene. Una madre sin su hijo, un hijo sin su madre. Las flores del cementerio y el rocío que brota del corazón de las madres de Xiomara. Y la gota que moquea, porque estás lejos o lejos está una flor. Una sociedad pujante, que triunfa y crece, pero no siempre ve lo que crece a su alrededor.  Mucho menos las miradas ambulantes de los Alepo destruidos.  

Una tierra asolada, los árboles tumbados, los animalitos de Dios desapareciendo, los nativos en peligro de extinción, los desplazados de guerra y los desplazados ambientales, los campesinos jugando a la lotería con las cosechas. El vende frutas consumido por el viento y el sol de Managua. De repente lo vi viejo. El minero que muere poco a poco, porque las minas no son para todos, pero afectan todo. Las tabacaleras dando vida a la ciudad y a la muerte. Facilitando pagar las deudas cada viernes para volver el otro viernes.  Y el comercio subiendo el volumen. Llamando clientes. Al menos, hay vida.  Y hay que ser agradecida. 

La Navidad es linda, preciosa su música, con volumen decente. Pero no es para todos. Depende de tu actitud, dirán los que "piensan positivamente". Y yo: ¿qué hago con pensar? Si por lo menos pudiera quemar este viejo pensamiento.

Y ya que al fin, es contagiosa esta alegría: ¡disfrutemos la pólvora! Si contamina, da igual. Si hay quemados, fueron pocos. Si ensordece, no hay pruebas. 
¡Feliz Navidad y buen Año Nuevo! Con mucho y con poco.  Que la magia de la estrella de los magos nos envuelva.  La paz, la dulzura y la inocencia de los recién nacidos, nos abracen.