Anidando en el porche
domingo, 17 de abril de 2022
Día Mundial de la Tierra, 22 de abril
Los bienes de la Madre Tierra son limitados, no son eternos, no todos se regeneran, pero los usamos como si nunca se fueran a acabar. Reduzcamos su consumo, reusemos, reciclemos.
domingo, 16 de enero de 2022
Resultados de la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático
Doraldina Zeledón Úbeda
La COP 26, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, de
2021, se celebró del 31 de octubre al 13 de noviembre en Glasgow, Escocia, con
la participación de casi 200 países; y concluyó con el “Pacto de Gasgow” que por
primera vez menciona a los combustibles fósiles entre las causas de la crisis
climática.
El objetivo era buscar acuerdos para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero generados por combustibles fósiles (gas, petróleo y carbón) lo mismo
que el metano y la deforestación; y mejorar el financiamiento para ayudar a los
países más pobres en su transición hacia energías limpias y la adaptación a los
efectos del cambio climático; y por daños y pérdidas.
Como en años anteriores, di seguimiento a la Cumbre, gracias a publicaciones
periodísticas e informes en la Red. Algunos de ellos destacan cinco puntos entre
los acuerdos generales:
Se insta a los países desarrollados a duplicar los fondos para ayudar a los países
en desarrollo en su adaptación al cambio climático. Se enfatiza en la necesidad de
aumentar significativamente el apoyo más allá de los US$100.000 millones al año.
Se solicita a los países actualizar, a más tardar en el 2022, sus metas de
reducción de carbono para 2030.
Se hace un llamado para reducir gradualmente el uso del carbón como fuente de
energía y los subsidios a los combustibles fósiles ineficientes.
Se establecerá un diálogo para examinar el tema de dinero debido al daño que el
cambio climático ya ha causado.
Todos los países acordaron revisar y fortalecer en 2022, sus objetivos de
emisiones actuales hasta 2030.
Otros acuerdos fuera del Pacto general: Carbón. Más de 40 países, entre ellos los
principales consumidores de carbón como Polonia, Vietnam y Chile, acordaron
reducir su uso, que por primera vez de forma explícita se nombra como una de las
causas del calentamiento global.
Metano. Más de 100 países firmaron un compromiso para reducir las emisiones de
metano, en un 30 por ciento para 2030; gas de efecto invernadero que procede del
sector de la energía, ganadería, agricultura, residuos, vertederos, combustibles
fósiles, etc.
Deforestación. En la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y el
Uso de la Tierra, más de 130 países prometieron poner fin a la deforestación para
2030. Brasil, Canadá, Rusia, Noruega, Colombia, Indonesia, República
Democrática del Congo, entre otros, se comprometieron a detener la
deforestación. “Hay una muy buena razón por la que Bolsonaro se sintió cómodo
firmando este nuevo acuerdo. Permite otra década de destrucción de bosques y
no es vinculante” dijo organización ecologista Greenpeace Brasil.
Gas y petróleo. Diez países, liderados por Costa Rica y Dinamarca, anunciaron la
alianza BOGA (Beyond Oil & Gas Alliance) para iniciar la transición que acabe con
la producción de gas y petróleo. Países como Suecia no permitirán extraer ni
explorar crudo o gas en sus tierras y aguas a partir del 2022.
Vehículos. El compromiso es acabar con los vehículos a diesel y gasolina para
2035 en los principales mercados, y para 2040 en resto del mundo. Entre los
fabricantes firmantes se encuentran Volvo, Mercedes-Benz o General Motors.
Los países desarrollados no cumplieron sus compromisos de ayudar a los países
pobres a adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático. Sólo se
comprometieron a definir un nuevo objetivo económico para 2024 y duplicar el
financiamiento para 2025. Tampoco hubo respuesta ante la solicitud de
proporcionarles ayuda económica por pérdidas y daños.
Hay una serie de tan solo sugerencias y “compromisos”, como cada año; pero los
países pobres siguen sufriendo las consecuencias del cambio climático, causado
principalmente por los países desarrollados que siguen contaminando. Los países
pobres también contaminan, pero no en las proporciones de los otros.
La autora es educadora y comunicadora ambientalista.
Publicado en La Prensa, 11 de enero 2022.