Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Pólvora: contra la salud y el medioambiente

Doraldina Zeledón Úbeda
END - Managua 17:28 - 22/12/2009

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/64652

Es doloroso ver cómo sufre un niño quemado. Y más doloroso para él. Pero los efectos de la pólvora son eso y más: es una sustancia explosiva, combustible y contaminante, nociva para el medioambiente y para la salud. Su poder explosivo genera ruidos. Todo lo cual podríamos apreciar mejor si conociéramos la cantidad de personas afectadas por la contaminación acústica, tanto efectos auditivos como extra auditivos. O con padecimientos respiratorios y alergias.

Su nombre viene de polvo, por el aspecto de las pequeñas partículas a que se reducen los materiales para su fabricación. Entre los elementos usados están el nitrato de amonio, nitrato de potasio (salitre), clorato de potasio, carbón, diesel, gasolina, azufre, azúcar. Algunos no son dañinos por sí solos, pero está contraindicada la mezcla entre ellos; sin embargo, en la fabricación de la pólvora se hace lo contrario para que surta efecto. Así, al entrar en combustión o mezclarse, generan sustancias nocivas. Hay que aclarar que estos componentes también se usan para fines importantes, el problema está en cómo se combinen y en el uso al que se destinen.

El nitrato de amonio genera óxido nitroso, que contamina la atmósfera. El clorato de potasio irrita la piel y las vías respiratorias, se descompone en cloro y en óxidos de cloro; corrosivos y muy contaminantes. El azufre, al combinarse con el oxígeno del aire y con la humedad, forma óxido de azufre, gas corrosivo y venenoso, de olor muy irritante. Causa náuseas, irritación en la piel, en los ojos y en las vías respiratorias. El diesel y la gasolina son altamente combustibles. Producen dolor de cabeza, náuseas, mareos, sueño, irritación en la piel y en los ojos, y pueden causar fuego o explotar. De ahí que se requiera un especial cuidado con la pólvora, porque el solo roce puede ser muy peligroso.

Después de las explosiones el aire queda con un olor penetrante y humo cargado de cenizas y partículas, que mediante la respiración se alojan en los pulmones. Afecta principalmente a personas con problemas respiratorios, como bronquitis, asma, rinitis. Puede producir alergias, cansancio, tos. Me explicaba un médico, que cuando el humo (de cualquier actividad) se adhiere a los pulmones queda como el techo de las casas donde se cocina con leña. No sucede con una vez, pero todo un mes respirando pólvora puede tener efectos nocivos.

El dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno generados por la pólvora también tienen su efecto en el medioambiente. Provocan la lluvia ácida, que afecta las fuentes de aguas, la flora y fauna acuáticas; los árboles, la agricultura; corroe metales, daña edificios y monumentos. Otro de los derivados de la pólvora es el dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global (reducen la emisión del calor de la Tierra hacia el espacio, lo que provoca mayor calentamiento del planeta). Puede producir náuseas, vómitos, asfixia.

Hay que agregar los residuos de papel contaminados de tóxicos que alfombran las calles después de las festividades. También están los incendios, las varillas de los cohetes que llegan hasta los techos o patios y pueden impactar en las personas que están tranquilas en sus hogares.

Con respecto al ruido, quienes manipulan la pólvora o están cerca, deberían protegerse los oídos, para al menos reducir el impacto. Lo mejor es que se retiren; aunque el ruido llega hasta los que están en sus casas. Y recordemos que no sólo afecta los oídos. También hay que aislar a los perros, porque su oído es muy sensible. ¿Ha visto cómo ladran y se corren? ¿Y ha notado que los pájaros se han ido?

Por tantos riesgos es que se regula la producción, almacenamiento, distribución, transporte y uso de la pólvora.  (Por eso mismo debería prohibirse). Cierto es que todos tenemos derecho constitucional al trabajo y a elegir profesión u oficio, pero dado que es una actividad tan peligrosa, debería reducirse paulatinamente. Un quemado que haya es demasiado. Si no lo hay, también es demasiado; pues los efectos son muchos. En el caso de menores que la manipulen, se debería establecer sanciones para quienes resulten responsables por acción u omisión.

La pólvora fue inventada por los chinos. Los griegos y los árabes la introdujeron en Europa. Los españoles nos trajeron ese regalo, y con ella hicieron explotar el vientre de América para sacarle oro y plata, gracias a la explotación de los nativos. Es una cultura impuesta y dañina, difícil de borrar, pero se puede atenuar. Sin embargo, su uso no sólo es porque sea parte de la cultura, sino por falta de conciencia sobre los efectos que produce. Su práctica evidencia posiciones contradictorias ante la problemática ambiental, de salud y de pobreza. Ojalá que se pueda levantar el velo de humo que nos envuelve la razón y se reflexione sobre el daño que produce.


lunes, 16 de noviembre de 2009

Elección de la carrera y prestigio de la universidad

Doraldina Zeledón Úbeda

Para octubre y noviembre los bachilleres están buscando su prematrícula en la educación superior. Algunos ya tendrán definida la profesión. En unos casos la carrera que desean estudiar no la ofrece la universidad que les gusta y tienen que buscar otras, quedarse con lo que hay en su lugar o irse a otra ciudad. O a otro país, si tienen posibilidades.

Es tiempo también de la oferta académica en las universidades. Dan información sobre carreras, requisitos de prematrícula, aranceles. Muchas se quedan en esto. Algunas no tienen página web, y si la tienen no la actualizan. O la información es mínima. A los estudiantes y padres de familia no sólo les interesa la carrera, quieren conocer la calidad de la universidad, lo cual implica laboratorios, asignaturas, profesores, relaciones con el campo laboral, prácticas, biblioteca, investigaciones, publicaciones. Autoridades superiores, decanos. Le da prestigio a la universidad y a una carrera el hecho de que el decano y los docentes sean profesionales destacados, con experiencia académica y laboral. Esto debería divulgarse, algunas lo hacen. Hay otras en las cuales un funcionario coordina diferentes carreras. Dice mucho saber cuántos profesores de planta tienen, cuánto le pagan a los docentes horario, porque si ganan muy poco, algunos andarán de universidad en universidad, con poco tiempo y recursos para actualizarse y preparar las clases, aunque sean muy capaces.

También hace falta divulgar sus principios y valores. Y sobre sus exalumnos. Los estudiantes pueden hacerse una idea de la universidad a través de los egresados. Y no sólo divulgar en período de prematrícula. A los colegios es bueno mantenerlos informados; al menos a los estudiantes de cuarto y quinto año, así no estarían desorientados a última hora, cuando les llueven ofertas académicas que los estresan. Es una decisión inteligente, no un gasto, invertir en divulgación constante, y en proyección, e invitar a los estudiantes y padres de familia a conocer lo que la universidad ofrece.

El problema es mayor en los departamentos. Me preguntaba, si ahora hay universidades en todas las regiones, por qué siguen queriendo estudiar en Managua o León. Resulta que hay bastantes universidades, pero ¿de qué calidad? Y no es que en los departamentos no haya buenos profesores, sino que muchas no reúnen las condiciones ni de edificación ni de laboratorios, ni bibliotecas, etc. Hay algunas con cierta fama, la que tienen en su sede principal. Pero, como me dijeron un día, a veces sólo trasladan el prestigio pegado al logotipo, poco se preocupan por las condiciones y la calidad de la enseñanza en las sedes. Y otras, sólo trasladan el nombre…

Sin embargo, a pesar de todo, el hecho de tener universidades en los diferentes departamentos puede ser un descanso, pues salir a otro lado implica gastos, sacrificios y muchas veces pasar apuros. A lo mejor a esto se atienen algunas universidades y se despreocupan por progresar. Es comprensible que comiencen en un local sin todas las condiciones, pero pasan años sin que cambien, y permanecerán así para mientras siempre, si los propios estudiantes, la familia, el sector laboral y el Consejo Nacional de Universidades no exijan ciertos requisitos y fijan plazos. Y como consumidores podríamos reclamar mejores servicios en educación; pues pareciera que se conforman con funcionar, sin aspirar a dar condiciones. Y muchas veces a los estudiantes les atraen los edificios, no les convence una casa-universidad, ni un galerón. Lo cual no significa que el mero hecho de tener una gran infraestructura, ya sean buenas. Algunas se duermen sobre sus laureles o a la sombra de sus edificios.

Hay sedes regionales que han adquirido su propia fama, sumada a la de la sede central. También en algunos departamentos hay universidades autóctonas con mucho prestigio, pero no cubren la demanda ni todas están al alcance de los estudiantes de escasos recursos económicos. El presupuesto estatal del 6% implica becas, pero no da para todos los gastos que tienen que hacer fuera de su casa. En conclusión, algunos tienen que estudiar en universidades sin mucha trayectoria.

Por supuesto, hay universidades con excelencia, en las cuales el prestigio y la calidad van de la mano. Su superación es una constante; pero esto no garantiza en un cien por ciento la excelencia del futuro profesional, requiere también de su dedicación. Por esto mismo, los estudiantes que se inscriben en una universidad sin mucho prestigio, con perseverancia, autoexigencia, y puesta siempre la mente y el corazón en su meta, pueden triunfar.

Conferencia mundial sobre cambio climático

Doraldina Zeledón Úbeda

Del 7 al 18 de diciembre del presente año se celebrará en Copenhague, Dinamarca, la 15º Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático. El objetivo es negociar el documento que sustituya al Protocolo de Kyoto, el acuerdo internacional sobre cambio climático; sin embargo, según informaciones periodísticas sobre las cumbres previas, el clima de negociación no está para acuerdos, por lo que se espera que haya otra cumbre para la resolución definitiva.

Los gobiernos acordaron en diciembre de 1997, en Kyoto, Japón, el Convenio Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, conocido como Protocolo de Kyoto. Entró en vigencia el 16 de febrero de 2005, después de que 55 naciones lo ratificaron. La primera fase expira en el 2012. Mediante el Protocolo, los países desarrollados se comprometieron a reducir, entre el 2008 y el 2012, las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel inferior en no menos de 5% al que tenían en 1990 (Art. 3). Sin embargo, no todos han cumplido. Y Estados Unidos, el mayor contaminador (junto con la emergente China), ni siquiera lo firmó.

El "efecto de invernadero" es un fenómeno natural de gases que retienen el calor del sol en la atmósfera de la Tierra, lo cual hace posible la vida, de lo contrario habría mucho frío. Pero estos gases de origen natural y necesarios para la vida, se han incrementado desproporcionadamente por la acción de los seres humanos, a tal punto de aumentar la temperatura. Entre ellos se encuentran el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, ozono, que son liberados por la industria, la agricultura, la ganadería, los residuos y la acción de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gases naturales).

Además de los acuerdos sobre reducción de gases de efecto invernadero, el Protocolo de Kyoto incluye el Mecanismo de Desarrollo Limpio (Art. 12) que habilita a los países industrializados a comprar acciones en proyectos que reducen las emisiones; y a cambio, adquirir certificados de reducción de dichas emisiones. Es decir, este mecanismo les permite comprar aire limpio en los países pobres, mediante proyectos que capturen dióxido de carbono, como los bosques. Apoyan proyectos ambientales y como compensación obtienen un certificado que les permite seguir contaminado.

Si se busca reducir las emisiones, lo lógico sería que financien esos proyectos de reforestación o conservación de bosques (pero no de plantaciones exóticas ni monocultivos) y otros de desarrollo limpio; y a la vez disminuyan la contaminación en su propio país y en sus emprendimientos en otros países. Esta es una de las cosas que se deberían aprobar en los nuevos acuerdos; pero quienes verdaderamente negocian son los países ricos, mientras probablemente los países pobres no cuentan con recursos para tantas reuniones previas ni para varios asesores y participantes en todas las mesas paralelas de negociación. La única forma sería la participación en bloque de los subdesarrollados, mediante acuerdos concretos, además de protestas.

Después viene la puesta en práctica. Unos países no cumplen porque no quieren, otros porque no pueden, de ahí que se espera que la Conferencia de Copenhague también apruebe los recursos que los países que han contaminado van a disponer para el cumplimiento de los acuerdos y los planes de adaptación, mitigación y desarrollo de los países pobres. Porque los instrumentos internacionales implica darlos a conocer (comenzando por traducirlos a un lenguaje menos técnico), introducirlos al Derecho interno mediante leyes y reglamentos, programas concretos para su implementación. Todo lo cual requiere de tecnologías, personal capacitado y recursos financieros. Esto lo contempla el protocolo de Kyoto en sus artículos 10 y 11. En verdad, estos acuerdos, aun cuando tengan vacíos o contradicciones, son instrumentos con ideas valiosas. El único problema es cuando no se cumplen.

Desde ya, los efectos del cambio climático los están sufriendo los más pobres: sequías, inundaciones, migración, escasez de agua potable, enfermedades, más hambre: “Martha Wilson, quien ha vivido desde su infancia en esa comunidad, manifestó que si bien es cierto la crecida del río Wawa es normal cada vez que llueve intensamente, ésta no se compara con ninguna de las anteriores.” (END 8 noviembre). Igual sucedió con el huracán Félix, después que pasó, los ríos se desbordaron, ya lo sabemos. Y los científicos lo dicen una y otra vez: hay y habrá cambios en el clima, incluidas las temporadas de huracanes. Y nos lo reiteró el reciente huracán Ida fuera de la época de huracanes.

Ante esta situación y la poca incidencia de los países pobres en los acuerdos internacionales, no nos queda más que reducir la vulnerabilidad y adaptarnos a los efectos del calentamiento global, junto a acciones que eviten más contaminación y depredación. Es tarea de todos, no sólo del gobierno. Todas las instituciones, organizaciones, municipios, sectores, etc. debemos adquirir conciencia de la necesidad de tomar medidas en respuesta al cambio climático, inventando acciones para evitar mayores estragos a quienes sufren las consecuencias, pero que no tienen la culpa de la destrucción del planeta, especialmente los niños y las niñas, que se merecen y necesitan una herencia distinta, con alimentos, agua, salud, vivienda, educación. Parques, juguetes y sonrisas. Pero los sueños de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ya ni se mencionan.


martes, 21 de julio de 2009

“Yo no soy lisiado”

Doraldina Zeledón Úbeda

Cuántas veces hemos visto, oído, creído e incluso promovido la incapacidad. Física, mental, espiritual. “Yo no puedo, es una maldición, es el destino o tengo limitaciones objetivas. Sos un inútil. Es el contexto. Es la situación del país. Son los políticos los que nos tienen así.” Pero somos nosotros quienes los tenemos y mantenemos ahí.

La lista de tantas excusas que damos a nuestras limitaciones físicas, inconformidad, mediocridad o pereza mental y corporal es extensa. Nos dejamos llevar por todo lo negativo sin hacer nada para levantarnos, para progresar, para superar enfermedades, situaciones, personales y sociales, nacionales. Otras veces luchamos como un Quijote, pero luego flaqueamos y nos convertimos en Sanchos. O en panzas.

Ha llegado a mis manos el libro ¡Y Vamos al Norte! O más bien, lo trajo a mis manos su autor, el profesor Augusto Zelaya Úbeda. A manera de autobiografía, es una narración de anécdotas y descripción del campo y de lugares como San Rafael del Norte y San Marcos. Costumbres, amigos, leyendas, palabras, paisajes, sabores, sinsabores, abundancias, carencias, olores, sonidos y bellezas naturales, incluida la humana, que marcaron su vida.

Hay muchas enseñanzas que desprender de su lectura. Además de recordarme el origen de varias palabras que forman mi vocabulario, me llamó la atención ese capítulo de autosuperación, “Mi brazo izquierdo”. Cuando niño, cuenta Augusto, sufrió de poliomielitis, como tantos otros, y le dejó secuelas que amenazaban con hacerlo un “discapacitado”. A simple vista pareciera un autoelogio a sus capacidades y a su fuerza de voluntad; pero leído despojada de esas críticas que a veces nos vendan los ojos y la razón, el objetivo es ayudarle a otros, como el mismo autor lo dice: “ Si estas líneas sirven para uno de ellos y se sienta impulsado a cambiar, moriré tranquilo. ”

Narra cómo tuvo que hacer miles de ejercicios miles de veces, hasta conseguir hacer una pequeña hazaña, como amarrarse los zapatos, y que lo llevaron a su más grande hazaña: que su brazo no se paralizara ni limitara su vida. Por el contrario, se fuera desarrollando a tal punto de llegar a ser un gran deportista, miembro de de la selección nacional de baloncesto, y un trabajador del campo, con todas su rudezas y proezas. Y ser un destacado profesional de la agropecuaria que ha asesorado en varios países.

A estos logros contribuyó el apoyo y amor de su familia. Esto me recuerda a un primito, que también sufrió la poliomielitis. Pero su familia le dio tanto amor, tantas oraciones y tantos estímulos, que hoy tampoco él es un discapacitado, sino todo lo contrario. Es que “a quien padece un daño similar al mío, hay que ayudarle a subir su asutoestima, más que su físico”, dice el profesor en su libro. Se necesita de un suave y constante empujón para superar limitaciones, de no sentirse un lisiado, porque “el discapacitado es un presidiario con rejas mentales”.

Lo más importante, dice, “es que sigo pensando que cada día lucho contra mi propia marca, que cada instante es propicio para romper mi propio record.” Es un libro que entrará a la lista de esos de autosuperación. Un consejo, un ejemplo desde la práctica. De fuerza de voluntad, de desarrollo personal. De tener una meta y persistir para alcanzarla. Y permanecer en el triunfo constante. Es como un Paulo Cohelo campeche, que no da consejos sino que nos estimula desde sus propias vivencias y sentimientos.

Y, aunque sólo un capítulo está dedicado directamente a alimentar el yo sí puedo, la misma forma de narrar y lo que se narra, hacen del libro una invitación a ver lo bueno o el lado positivo de las cosas. El autor construyó su mapa, o su libro, de lo vivido, desde la perspectiva del triunfador, independientemente de las “incapacidades” que tuvo que enfrentar, pues “el triunfo debe ser cosa normal para quien está en esta posición… Diario y a cada momento debes romper tu propia marca”.

Pero el profesor Augusto Zelaya no sólo se refiere a la discapacidad física, sino también a la discapacitación social, a la marginación a que a veces nos somete la sociedad, o que permitimos, a veces por temor o porque es más fácil sentirnos víctimas que luchar contra los poderes victimarios o sectaristas. O simplemente nos sentimos menos porque no sabemos que sabemos. Se interiorizó en el campo y en el ser campesino, con sus dificultades y aprendizajes, que lo marcaron, como lo afirma reiteradas veces. Siente orgullo de haber vivido ahí, aunque sus amigos de la ciudad se burlaran. Valoriza el campo como su mejor escuela, donde hay mucha sabiduría. El campesino sabe, pero no sabe que sabe, dice.

“Yo no soy lisiado. Ni lo seré”. “Y espero vivir cien años”, dice el profesor. Ojalá que durante esos tantos años que le faltan, nos regale más ejemplos de cómo dejar de ser un discapacitado; aprender a identificar y desterrar pretextos, razones y sinrazones para nuestra parálisis y deshacernos del conformismo que nos impide trabajar para cambiar. Y, entre todos, hacer que Nicaragua por fin despegue y suba. Como lo hizo el primer vehículo que llegó a San Rafael del Norte, con el ingenio de las personas y la fuerza de los bueyes.

El título ¡Y vamos al Norte! no es precisamente una invitación o afirmación de ir al norte geográfico de Nicaragua, sino hacia el norte que nuestra brújula de autosuperación nos indica.
doraldinazu@gmail.com
El Nuevo Diario - Managua, Nicaragua - 28 de julio de 2009
Y a propósito del prólogo escrito por el poeta y profesor Guillermo Rothschuh Tablada, dejo este poema de Rubén Darío:
Allá Lejos
Rubén Darío

Buey que vi en mi niñez echando vaho un día
bajo el nicaragüense sol de encendidos oros,
en la hacienda fecunda, plena de la armonía
del trópico; paloma de los bosques sonoros
del viento, de las hachas, de pájaros y toros
salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía.

Pesado buey, tú evocas la dulce madrugada
que llamaba a la ordeña de la vaca lechera,
cuando era mi existencia toda blanca y rosada;
y tú, paloma arrulladora y montañera,
significas en mi primavera pasada
todo lo que hay en la divina Primavera.

martes, 7 de abril de 2009

Participación social para preservar la salud auditiva

Doraldina Zeledón Úbeda

El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, se debería incluir también la salud auditiva, o al menos no generar ruido, como sucede durante algunas celebraciones. La protección del ambiente sonoro saludable debería estar en los planes para prevención de la salud o en los de epidemiología ambiental. Y en los esfuerzos para aumentar las expectativas y calidad de vida. Porque, ¿de qué sirve una vida más prolongada si también las enfermedades se aumentan? O una vejez en silencio, que no pueda escuchar ni la voz de los seres queridos.

Pero, generalmente, cuando se conmemora una efemérides o se hacen campañas, sobresalen los ruidos estruendosos. Pasó inclusive durante las actividades de “La Hora del Planeta”, el pasado 28 de marzo. “Un estridente bocinazo, protagonizado por los transbordadores del transporte público de Sídney, dio paso este sábado al apagón de la "Hora del Planeta" en la mayor ciudad australiana.” (www.elmostrador.cl, en Boletín GAL 743). Si en todas las ciudades se inició la actividad con bocinazos, se debió proveer al planeta de un casco gigante o de miles de tapones auditivos.

Así sucede frecuentemente, porque los efectos del ruido son desconocidos y subvalorados. Aquí vemos en las actividades de algunas organizaciones e instituciones, el uso de morteros y grandes parlantes. Y hasta caravanas de vehículos sonando sus bocinas. El ruido es común en las protestas y movilizaciones sindicales, universitarias y de otras organizaciones. Sería interesante que a las personas que manipulan morteros y manejan los equipos de sonido, se les hiciera una audiometría antes y otra después de las actividades. O al menos una vez por año.

Pero el ruido que está afectando la pérdida de audición, proviene también de actividades recreativas, como en discotecas o conciertos. Y por el uso de equipos musicales personales por tiempo prolongado, como mp3, Ipod. Más que en este caso la fuente de ruido está dentro del propio oído. Y cuando una persona escucha música, ya sea por placer o por aislarse de los sonidos del entorno o de problemas, para poder escucharla, el volumen tiene que ser más fuerte que el del ambiente, y si éste es ruidoso, le sube más. Los más afectados son los jóvenes. Si tuviesen suficiente información a lo mejor serían menos los aficionados a estas actividades y equipos, o buscarían cómo protegerse.

Para proteger a los trabajadores hay normativas, y desde hace un buen tiempo. El problema es su cumplimiento, pues muchas veces ni los sindicatos ni los propios trabajadores se interesan. Pero no sólo por el ambiente laboral ruidoso o por la edad avanzada se pierde la audición, sino por estas actividades sociales y personales. Ya no es raro escuchar que los jóvenes se están quedando sordos.

Según la normativa laboral, el máximo nivel sonoro permitido es de 85 decibles, como promedio durante ochos horas de trabajo. Si aumenta, se deben utilizar protectores auditivos o reducir la jornada laboral a la mitad por cada tres decibles que se excedan; lo cual significa que con 91 decibeles lo más que debería permanecer una persona sin protección auditiva, son dos horas. Igual sería, por ejemplo, en una discoteca.

La OMS sugiere que no se debería participar en más de cuatro actividades recreativas por año que sobrepasen los 100 decibeles de nivel promedio, en un período de cuatro horas, pues puede haber daño auditivo. El Código Penal de Nicaragua establece que “en las ceremonias, festivales y eventos recreativos, el sonido debe ser por debajo de los ciento diez decibeles.” (Art. 534). No especifica si se refiere al nivel promedio o al nivel máximo de sucesos individuales.

Carecemos de normativas claras y específicas. Pero la sociedad puede incidir, tanto en quienes perciben el ruido como en quienes lo generan. Si las autoridades competentes no ejercen el control del ruido, las instituciones, empresas, organizaciones, medios de comunicación, podrían contribuir, mediante la educación ambiental y el monitoreo social. Y acatando ellas mismas las leyes.

Para preservar la audición de los jóvenes y adolescentes se necesita información y sensibilización, pues debido a su gusto por participar en actividades con altos niveles sonoros, es muy difícil que las dejen por sí solos. Los centros educativos pueden contribuir a preservar la salud auditiva. Desde los primeros grados los niños y las niñas pueden ir diferenciando los sonidos saludables y los que enferman. A evitar actividades ruidosas y a no hacer ruido. A detectar y diferenciar los sonidos naturales y característicos de su entorno, que se van perdiendo porque los ruidos de la “civilización” los enmascaran.

El ruido es un fenómeno social, está en todas partes y nos afecta a todos. Por tanto, como instituciones, grupos o miembros de la sociedad, podemos contribuir a tener un ambiente sonoro saludable y prevenir la pérdida de la audición, con lo cual estaremos preservando la salud auditiva y la salud en general, pues además de causar pérdida de audición y generar zumbidos (tinnitus o acúfenos) o ruidos dentro del propio oído, afecta el sistema circulatorio, digestivo, nervioso, causa molestias, pérdida del equilibrio, dolor de cabeza, insomnio. Afecta la tranquilidad y el derecho al descanso. Genera estrés, uno de los efectos más comunes pero que no siempre se le relaciona
con el ruido.

lunes, 30 de marzo de 2009

27 de abril
16º Día internacional
de conciencia sobre el ruido

jueves, 5 de marzo de 2009

Jardín de la paz con flores nacionales, en Argentina

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 20:14 - 06/03/2009

Aprovechando mi viaje a Argentina, a un congreso de Acústica, visité la La Plata. “Es una ciudad planificada antes de ser habitada”, dijo mi amiga Norma, que hacía de guía. “En la historia urbanística del mundo, La Plata representa uno de los pocos ejemplos en el cual la ciudad se anticipa al ciudadano”, según el Libro Guía La Plata. El diseño incluyó plazas, parques, paseos, edificios, calles muy aireadas, con avenidas transversales; espacios culturales, etc. Un parque cada 6 cuadras. Muchas áreas verdes, leía que hay 12 metros cuadrados de verde por cada habitante.

Además de muchas otras cosas, me gustó el Teatro Argentino, que dispone de la tecnología del aro magnético para que las personas con deficiencia auditiva y que usan audífonos, puedan escuchar mejor. Esto requiere un artículo aparte.

Me impactó el Museo de Ciencias Naturales, con una colección increíble. Pude observar esqueletos enormes de animales terrestres y acuáticos. Es un lugar para observarlo durante días, no unas cuantas horas. Un invaluable centro de investigación, donde muchos estudiantes escudriñaban los ejemplares.Al salir del Museo, en frente, divisé varias banderas. Vamos, dijo mi amiga, “es el Jardín de la Paz, te va a gustar”.

Es un jardín conformado por las flores nacionales de cada país con representación diplomática en Argentina. Junto a la planta, hay una placa con el nombre del país, de la flor y su imagen. Al lado, la bandera nacional respectiva. Es un semicírculo, como dejando abierta la entrada a otras flores. Un bonito llamado a la paz, donde las flores y las banderas confraternizan en una ciudad que es un gran jardín. Un grandioso jardín, que también podría abrazar el canto de las aves nacionales.

Me acerqué emocionada y busqué la bandera de mi país. Cuando la identifiqué, me dirigí hacia ella. Me llamó la atención la placa, en la que se leía: “Nicaragua, caña de ámbar”. Ésta no es la flor nacional, dije. Y pensé que podría ser la misma flor, que cambia de nombre; sin embargo, la imagen no era la del sacuanjoche. Luego vi la plantita, y aunque estaba sin flores, se ve, aún de lejos, que no es sacuanjoche. Continué el recorrido, y muy cerca, vi otra placa: Cuba: caña de ámbar.
Cuando regresé, comencé a investigar, pues pensé que a lo mejor antes hubo otra flor nacional, ya que el Jardín de la Paz se inauguró en 1936, mientras que el sacuanjoche es nuestra flor desde 1971. Y cuando se inauguró muchos países no tenían su flor definida, por lo que varios la escogieron en ese entonces, y quizás después la cambiaron. Sin embargo, si así fuera, haría falta actualizarlo.

En mis indagaciones encontré fotos de la caña de ámbar, que me recordaron el perfumado heliotropo que “la Chema” nos llevaba cuando iba al río, en San Rafael del Norte. Entonces, busqué si el heliotropo era la misma caña de ámbar. Encontré que tienen el mismo nombre científico: “Hedychium coronarium de la familia de las Zingiberáceas, comúnmente conocida en los pueblos americanos con el nombre vulgar de Caña de Ámbar y que en cubano criollo todo el mundo especifica con el cadencioso de Mariposa”, leí en uno de mis hallazgos. Pero la caña de ámbar no es nuestra flor nacional, sino el sacuanjoche, que hay de varios colores: rosado, amarillo, blanco..



El Jardín de la Paz no sólo es digno de admirar, sino de apoyar. Y hasta de imitar. Las banderas, las placas, las plantitas, me parece que podrían ser facilitados por cada embajada. Sería bueno una mayor atención de parte de los cuerpos diplomáticos sobre lo que se publica en los lugares donde ejercen su función. En este caso, la embajada de Nicaragua en Argentina debería estar al tanto de lo que se dice y hace sobre lo nuestro. Y no sólo eso, sino muestras de agradecimiento y un poco de acercamiento. En este mismo país recuerdo el Museo Ecológico Rubén Darío, en la isla Martín García, donde cada día se les habla a los visitantes sobre nuestro poeta; también hay una escuela que lleva su nombre.

El Jardín de la Paz fue iniciativa del ingeniero agrónomo Alberto V Oitavén. El día de la inauguración “la concurrencia de público fue enorme, se hallaban altas autoridades nacionales, provinciales y municipales. Los participantes llevaban sobre su pecho la flor de su patria. Durante la realización del acto se tocó música y canciones de los 52 países” (http://www.laplatamagica.com.ar/).

Definitivamente el Jardín de la Paz es un sitio especial, que forma parte de una escala de jardines: inmerso en el Paseo del Bosque, que a su vez está dentro de la ciudad jardín que es La Plata. Un lugar propicio como para que los capullos de la paz se abran al mundo, en un ambiente realmente en armonía con la Naturaleza. Y también, para conocer algo sobre los diferentes países: la flor nacional, la bandera y su música; además, puede ser un lugar de encuentro para las personas de diferentes nacionalidades, como el día de su inauguración.

Y por si falta algo, su gente me pareció muy agradable, quizás para armonizar con la arquitectura de su ciudad, por la que, se trasluce, sienten un gran orgullo.

doraldinazu@gmail.com

lunes, 2 de febrero de 2009

“Aguas arriba, aguas abajo, todos estamos conectados”

Doraldina Zeledón Úbeda

END - 20:54 - 02/02/2009
Cómo funcionan las cuencas hidrográficas y su manejo es el tema para la celebración del Día Mundial de los Humedales 2009, el 2 de febrero, fecha en que se conmemora la adopción de la Convención Internacional de Humedales, realizada en 1971, en la ciudad de Ramsar.Los humedales son áreas superficiales que dependen del agua, como los pantanos, manglares, zonas de las riberas y costas, islas; extensiones marinas cuya profundidad de marea baja no exceda a los seis metros. Sus funciones son captar, almacenar y purificar el agua, y recargar los acuíferos subterráneos; la producción pesquera y apoyo a la diversidad biológica.
El lema es “Aguas arriba aguas abajo, los humedales nos conectan a todos”. Esta expresión nos grafica lo que hemos visto, vivido y provocado, quizás sin ser conscientes del problema: las actividades que se realizan aguas arriba indiscutiblemente afectan lo que está aguas abajo. No sólo al agua, sino a todo lo que abarca la cuenca hidrográfica: el agua superficial y subterránea, el suelo, las plantas, los animales, el aire, los seres humanos. Porque los humedales son parte de las cuencas hídricas y están interconectados entre sí. Una cuenca hidrográfica es una superficie irrigada por un río y sus afluentes, lagos, embalses y pantanos conectados a él, incluyendo acuíferos subterráneos, “es como una gigantesca bañera que recoge toda el agua que cae en sus laterales y envía toda la lluvia que cae sobre la tierra de sus alrededores a un río central y luego al mar“, dice la Convención Ramsar. Por ejemplo, la cuenca 69, del Río San Juan de Nicaragua, que abarca varios ríos y los lagos.
Si observamos las actividades que se realizan, por ejemplo en un río o en sus márgenes, podemos comprender cómo estamos interconectados por medio de la cuenca y cómo afectan las diferentes actividades, por lo que es necesario desarrollar el sentimiento de pertenencia y amor a esa cuenca, inclusive conocerla, para que nos motivemos a cuidarla; ya que dependemos de ella, como dependemos de la sangre y el oxígeno que irrigan nuestro cuerpo.
Si un río es aguadero para el ganado, quienes habitan río abajo recibirán el agua contaminada. Las aguas residuales que se descarguen en él, los plaguicidas, los residuos sólidos, afectan a todo el sistema. Pero no es sólo la contaminación, también el uso del recurso. Si en la parte de arriba se extrae agua para riegos, o si se construyen represas, disminuirá el caudal en la parte de abajo. Además de la contaminación y el uso del agua, están otras actividades que afectan a los humedales: deforestación, urbanizaciones, pavimentación. Por todo eso se necesita la planificación no sólo del uso de los recursos hídricos, sino de todas las actividades en cada cuenca.
Podríamos argumentar que no utilizamos tanta agua. De manera directa puede ser; pero indirectamente somos consumidores, de diferentes formas: si comemos carne, estamos consumiendo agua; igual en el café, hortalizas, frutas, peces; todo lo que consumimos necesita agua. La construcción de nuestras viviendas requiere de agua, para la mezcla de cemento o el barro, para la fábrica de ladrillos. Y si son de madera, los árboles necesitan agua para crecer.
La fabricación de nuestra vestimenta, necesita agua. También la requerimos para actividades recreativas. A veces nuestro trabajo depende de ella: ¿qué harían los constructores sin agua? ¿O los cafetaleros y ganaderos? En las oficinas necesitamos agua para la limpieza. ¿Cómo podríamos hacer tortillas sin agua? O deleitarnos con la belleza de una flor o la danza de un colibrí si no hubiese agua para regar el jardín.
También podemos pensar que no todos la contaminamos. Es cierto que contaminan más las industrias, la ganadería, la agricultura, el turismo; ¿pero acaso no somos usuarios de esos servicios? ¿Estamos dispuestos a quedarnos sin trabajo si cierran una industria que contamina? Tampoco es permitir. El trabajo es incidir, ayudar a que no se contamine y no se use indiscriminadamente. De ahí la necesidad de identificarnos con una cuenca hídrica y participar para protegerla.
Además, contaminamos desde el hogar, con detergentes, cloro, aceites, residuos sólidos, como papel sanitario. Vertiendo el agua de lluvia en la red de aguas residuales. O tirando la basura a la calle, que luego es arrastrada por las corrientes. Todo esto va a parar a una fuente de agua, y como están interconectadas, afecta a toda la cuenca. Lo anterior no implica dejar de utilizar el agua, sino hacerlo racionalmente e incidir para que se creen y apliquen políticas de gestión para los diferentes usos de las cuencas, incluidas las transfronterizas. Por esto, el caso de la mina en Las Crucitas, Costa Rica, debe preocuparnos, pues afecta la cuenca del Río San Juan.
Es interesante el mensaje de la Comisión Ramsar: “TODOS vivimos en una cuenca hidrográfica. Ésta forma parte de nuestra dirección postal: calle, número, ciudad, provincia ¡y cuenca!” Entonces, hay que comenzar por identificarnos con nuestra cuenca e interesarnos en su gestión.

domingo, 1 de febrero de 2009

Habanos Obama: manos de seda fabricando la muerte

Habanos Obama, “Made in Estelí”
* Calidad y marca conforman un binomio de mucha demanda en Estados Unidos, y ya hay planes de ir tras Europa * Elaborado con tabaco orgánico y con las manos milagrosas de hombres y mujeres de Estelí
Máximo Rugama
END - 20:40 - 31/01/2009
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/39102

Estelí “A grandes males, grandes soluciones”, es el lema de los propietarios, parte administrativa y trabajadores en general, de la empresa Segovia Cigars, que en medio de la crisis económica que atraviesa el mundo entero y que golpea tanto a Nicaragua como a Estados Unidos, ha sacado al mercado una nueva marca de tabacos denominada Habanos Obama, misma que ha encontrado gran aceptación dentro del exigente mercado de consumidores norteamericanos.Desde mediados del año 2008, cuando se avizoraba un seguro triunfo de Barack Obama en la nominación interna de su partido, se maduró la idea que desde meses atrás habían pensado los propietarios de esta compañía que quisieron hacerle un homenaje al quien en noviembre recién pasado se convirtió en el presidente número 44 de los Estados Unidos de América.La marca, acompañada de su gran tradición de elementos visuales que cautivan al consumidor por su atractivo diseño, colores llamativos propios de cómo se cultiva el tabaco, ha causado furor en quienes compran el producto en los Estados Unidos, con el llamado término acuñado de la Obamanía mundial.Es de resaltar que hay quienes señalan que la nueva marca de puros, desde el punto de vista de marketing, permite comparar el producto con la solidez, carisma y pragmatismo que caracterizan al actual presidente de los Estados Unidos, en cuya filosofía y programa de gobierno, tienen cifradas las esperanzas diversas poblaciones del mundo.
Manos de seda
En la actualidad se dice que con gran éxito se venden en los Estados Unidos los Habanos Obama, elaborados por manos estelianas, contagiadas por la Obamanía y distribuidos por Granada Cigars.Al inicio los creadores de la marca se formularon una gran interrogante: “¿cómo lograr crear que un producto se vendiera con gran aceptación en el exigente mercado estadounidense en medio de una crisis económica?”Luego de varias deliberaciones y propuestas surgió una luz, “un chispazo” en una mañana de julio. La idea trajo para dos empresarios nicaragüenses la gloria comercial en el sector tabaco. Aprovechando la popularidad de Barack Obama decidieron bautizar con ese nombre los habanos.Los Habanos Obama son elaborados por diestras manos de obreros cien por ciento estelianos en la fábrica de puros Segovia Cigars, ya con varias décadas de tener presencia en esta región norteña, ubicada a 150 kilómetros al norte de la capital.Los Habanos Obama son distribuidos por la empresa Granada Cigars, y es el único producto en habano autorizado para llevar el nombre del popular y talentoso presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
“La cara” del Habano Obama
Para promocionar la marca también fue preciso encontrar un modelo talentoso, que también junto a la calidad y aspectos llamativos de empaque y otras cuestiones de marketing, atrae al consumidor.Fue así que contrataron los servicios de un moreno, coincidente con el color, textura y contextura física del habano. Aunque su físico es más parecido a Tiger Word, el mejor golfista del mundo, Thomas James Turner es la cara visible del Habano Obama.Este joven norteamericano viajó desde la tierra que lo vio nacer para compartir con los trabajadores de la fábrica Segovia Cigars, ubicada en Estelí. Con el producto, este muchacho igualmente ha tenido éxito en los Estados Unidos.California, Washington, Texas, Nueva York, la Florida, Las Vegas y otras urbes ya le dieron la bienvenida al Habano Obama, ahora los ojos de los empresarios nicaragüenses están puestos en Europa.“Todavía el gobierno de Nicaraguas está a tiempo para hacer que los congresistas norteamericanos congelen la entrada en vigencia de una ley para cobrar impuestos a los tabacos elaborados a mano y que en años anteriores causó gran revuelo. Hay que cabildear”, recomienda Frank Santiago Fu de Nicasa Amhed Fernández, Gerente de Segovia Cigars.En cuanto al Habano Obama, Segovia Cigars ha recibido un pedido de 10 mil puros, porque se venden como pan caliente en los Estados Unidos. La empresa Segovia Cigars da empleo permanente a unos 350 trabajadores, en su mayoría mujeres.El tabaco con el que es elaborado el Habano Obama es cultivado y producido en los departamentos norteños de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, bajo las más estrictas normas de calidad y bajo estándares únicos que los empresarios nicaragüenses y de origen cubano norteamericano saben implementar.

Comentarios de lectores
1. Doraldina Zeledón Úbeda 11:18 - 01.02.2009
* El tabaco afecta a la salud: produce asma, bronquitis, neumonía, cáncer en los pulmones, en la laringe, boca, dedos; o problemas cardiovasculares, y muchas complicaciones en niños y niñas. Afecta el trabajo, la economía. Y contamina el medioambiente. Según la Organización Mundial de la Salud, unos cinco millones de personas mueren cada año en el mundo por los efectos del tabaco.

“A grandes males, grandes soluciones”, ¿qué solución podemos dar a tantos males que causa el tabaco?

* Ésta seguramente no es sólo una campaña por la crisis económica y ante los impuestos al tabaco, sino también como respuesta a la nueva ley antitabaco, que se ha quedado drogada en alguna gaveta. Mientras las autoridades duermen, los tabacaleros hacen su trabajo. Dan empleo a 350 personas, que también son victimas de los efectos del tabaco, pero no tienen otra salida y hay que comer.

* Y seguramente las tabacaleras tienen su plan de la llamada “Responsabilidad Social Corporativa.” Mueven y dan vida a la región, que se enorgullece de los puros que fabrica. Por eso el tabaco es engañoso, es una ilusión.

* Lastima que toda esa creatividad, destreza, terrenos, dinero y chispazos, no sean destinados a la salud y la alimentación. Hace unos dos años anduve en Ocotal, en marzo, y lo único verde, bien cultivado, que sobresalía eran las plantaciones de tabaco, mientras faltan alimentos y la gente se muere de hambre. Por supuesto, no es responsabilidad de los tabacaleros, al menos directamente.

* ¿Será que la “solidez, carisma y pragmatismo que caracterizan al actual presidente de los Estados Unidos” es también la de los Habanos Obama? ¿Será que esa imagen del Presidente no es más que una ilusión, un engaño, una promesa vana que ofrece maravillas y llevará con manos de seda a la tumba? ¿O la publicidad es engañosa y pretende asociar las cualidades de Obama con los puros? Es lo seguro. ¿Será que lo van a congraciar? ¿Será que Obama está de acuerdo con esto?

* ¿Será posible que así como “tienen cifradas las esperanzas diversas poblaciones del mundo” en el nuevo Presidente, los fumadores la tendrán en el Habano Obama? ¿Será que estamos ente un indicio de que la filosofía y programa del Presidente puedan ser una ilusión mortal? No lo creo. Es la “creatividad” publicitaria.

* Esos “elementos visuales que cautivan al consumidor por su atractivo diseño, colores llamativos propios de cómo se cultiva el tabaco” e inclusive el “modelo talentoso” que “atrae al consumidor”, son la trampa visual de la publicidad engañosa, que ilusiona al consumidor.

Síntesis: Habanos Obama: publicidad engañosa, manos de seda construyendo la muerte para sobrevivir muriendo, afectados por las condiciones de producción y los efectos del tabaco, ante la falta de alternativas. Bueno, es mi lectura desde mi percepción.

jueves, 8 de enero de 2009

Actuar diferente para resultados diferentes

Doraldina Zeledón Úbeda

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.
Albert Einstein

Nicaragua es el tercer país más afectado por el cambio climático, según el informe presentado por la organización Germanwatch, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en Poznan, Polonia, realizada del 1 al 12 de diciembre.

El informe (www.germanwatch.org/klima/cri2009) se basa en eventos y sus consecuencias durante la década 1998-2007 y en el 2007. En ese año los tres países más afectados fueron Bangladesh, Corea del Norte y Nicaragua (con el huracán Félix y las inundaciones del occidente y Matagalpa). En la década 1998-2007 los más afectados fueron Honduras, Bangladesh y Nicaragua. Recordemos el huracán Mitch.

Debido al cambio climático, se espera que los eventos sean más frecuentes e intensos. Y los países con menos desarrollo son los más afectados, por su vulnerabilidad y limitada capacidad de adaptación, debido a circunstancias como la geografía, situación económica, interés de los gobiernos y la formación e información de la ciudadanía.

Como buen ejemplo se cita el caso de Bangladesh, que ya ha emprendido medidas múltiples, fortaleciendo así la reducción de riesgo de desastres. En el Plan de Acción incluyen terraplén en áreas rurales costeras para prevenir las inundaciones y la incursión de aguas salinas que afecten la agricultura; la construcción de albergues, lo mismo que sistemas de alerta temprana. Con la participación del gobierno, la sociedad civil y la cooperación internacional.

Habrá más calor, inundaciones, desplazados ambientales, más hambre, enfermedades. Los donantes tendrán que apoyar a más países, habrá que compartir entre más damnificados. Y en medio de una crisis económica mundial. Por lo tanto, la estrategia no es sólo saber pedir y saber cobrar, sino saber evitar desastres.

En Nicaragua hay muchas poblaciones costeras; marinas, fluviales y lacustres. Aquí no más hay gente a orillas del lago, o las poblaciones que viven de la pesca. Recordemos las desgracias con el huracán Félix. Todos los años el Tepalón está inundado. También hay poblaciones desprotegidas en las faldas de los cerros y a orillas de los cauces. Si continuamos actuando igual, cuando ya, literalmente, estamos con el agua hasta el cuello, seguiremos teniendo los mismos resultados.

Para cambiar las cosas tenemos que cambiar nosotros. En el trabajo y en el hogar. Para cambiar hay que aprender. Causas y consecuencias del cambio climático, cómo afectamos y cómo nos afecta, cómo adaptarnos. Y contar con sistemas de alerta temprana. Por ejemplo, nos sorprendió el huracán Félix, y estábamos en época de huracanes; y los torrenciales aguaceros de mayo del 2008, en época de lluvias. Además, ya sabemos que las consecuencias del cambio climático las tenemos encima, por lo tanto deberíamos estar preparados.

Pero si continuaremos con el conformismo, esperando que otros resuelvan los problemas, contaminado los ríos, tirando basura a los cauces o quemándola, deforestando las cuencas de agua, sembrando árboles que después no cuidamos, o sembrándolos de cualquier forma y en cualquier parte; si seguimos contaminado desde el hogar, si como trabajadores no vigilamos que las empresas no contaminen ni derrochen. Si los políticos siguen pactando por sus intereses. Si seguimos haciendo lo que hemos hecho, no esperemos milagros.

En síntesis, tenemos que cambiar para proteger el medioambiente y enfrentar las diferentes crisis. Es necesario descentralizar e impulsar el desarrollo local, para evitar la migración y el gasto en transporte. Crear centros de producción, industrias y servicios. Si en todas las regiones hubiese más generación de empleos, si se pudieran hacer las gestiones en cada lugar, se ahorraría tiempo y recursos, y se contaminaría menos. Pero a veces hay que ir a Managua por un carné o un simple documento que se podría gestionar en las cabeceras departamentales o mediante las nuevas tecnologías de comunicación.

La lucha contra el cambio climático implica que cambiemos nuestras perspectivas y conductas. Para ello necesitamos cambiar desde adentro, no sólo estar informados, sino sensibilizados. Y eso conlleva amor a la naturaleza. Y comprender que cada elemento del medioambiente es indispensable para el equilibrio del planeta. Quizás tengamos que recurrir a las enseñanzas de San Francisco de Asís y ver a los seres animados e inanimados, como hermanos, como parte de la creación, como el otro que es complemento de nosotros, sin el cual no podemos vivir. Y que también tienen derecho a existir.

Y no es trabajo sólo de las instancias ambientales ni del sistema de prevención de desastres, sino un eje transversal que debería incidir en todos los ministerios, programas, empresas, ONGs, partidos políticos, etc. Todos deberíamos poner en alerta, mente, cuerpo y corazón. Las crisis deben servir para buscar soluciones y avanzar, no para dejar que nos arrastren y continuar lamentándonos porque somos un pueblo pobre. Empobrecido.

“Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no luchar por superarla". (Frases atribuidas a Albert Eistein).