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Anidando en el porche
lunes, 8 de diciembre de 2014
lunes, 24 de noviembre de 2014
Los 10 problemas socio-ambientales de Latinoamérica
18/11/14 Por Carlos Fermín
Ecoportal
Es triste reconocer que la majestuosa
geografía latinoamericana, viene siendo salvajemente golpeada por una serie de
inconvenientes ecológicos, los cuales perjudican la riqueza natural de sus
paisajes y destruye la paz verde de los ecosistemas, debido a la mano
todopoderosa del Hombre que privatiza la salud de la Naturaleza, y la convierte
en un espejo de los ecocidios cometidos en nuestros ancestrales territorios.
Desde los vientos
aztecas que soplan en Michoacán de Ocampo, pasando por la aguerrida población
carioca de Florianópolis, y llegando hasta el clímax argentino en la fría
ciudad de Ushuaia, existe una total disonancia en la interacción del binomio
Ambiente-Sociedad, que es la clave para afianzar el conservacionismo en la
ciudadanía y preservar el equilibrio holístico del planeta Tierra. Vemos que la
posible voluntad de cambio en los habitantes, para evitar el impacto ambiental
negativo en sus comunidades, es siempre arruinada por un modo de vida egoísta,
conformista y ajeno a practicar los valores de la Ecología.
En la actualidad de
nuestro continente, se observa un total eclecticismo en los percances
ecológicos latentes. Por ejemplo, tenemos el famoso Rally Dakar, visto
como un evento pseudo-deportivo que estropea el acervo arqueológico de las
fronteras multiculturales. Los espectáculos de maltrato animal como las
sangrientas Corridas de Toros, que se escenifican en los monumentales antros de
la muerte. El sistemático malgaste del agua potable que abre
las oxidadas tuberías de la infame burocracia. Y la entrometida contaminación visual
que capitaliza el apego a lo material con tanta oferta publicitaria en las
calles.
Sin embargo, para
comprender la gravedad de la crisis ambiental que padece Latinoamérica, es
importante definir a la Ecología
como una ciencia que estudia las relaciones de los Seres Vivos entre sí y con
su entorno, asumiendo que la Humanidad tiene la gran responsabilidad de
cuidar los tesoros naturales de Gaia, buscando establecer el soñado desarrollo
sostenible y sustentable de sus ciudades. Con el fin de iluminar el sagrado
mapa de Vespucio, explicaremos los 10 problemas socio-ambientales que aquejan
el cuerpo y el alma de los senderos latinoamericanos.
En el décimo lugar
encontramos la estruendosa Contaminación Acústica,
que revienta los tímpanos del manto asfáltico recorrido por la Sociedad Civil.
Muchos individuos se acostumbran a escuchar el fastidio del claxon y de las
alarmas de los carros y camiones, el salvaje cilindraje de las furiosas
motocicletas, la música con altísimo volumen que invade de megáfonos las
calles, y la descontrolada bullanga de la colectividad en los espacios
públicos. No obstante, la locura auditiva en la selva de cemento provoca un
continuo malestar emocional en las personas, que predispone el mal genio, la
ofensa al prójimo y la peligrosa violencia vial en los desesperados
conductores. Si bien el ruido es el mejor amigo del tráfico citadino, de los
semáforos y del embotellamiento vehicular en Sao Paulo, Caracas, Buenos Aires,
Bogotá, Quito, Lima, Santiago y Ciudad de México, al final de tanta demencia
cronometrada al volante, el único perjudicado termina siendo el ciego, sordo y
mudo Medio Ambiente.
En noveno lugar
hallamos el Tráfico ilegal deFauna exótica, que
cada año lucra los bolsillos de los prófugos delincuentes latinoamericanos,
quienes se dedican a invadir los templos benditos de la biodiversidad, a cambio
de sedar, ocultar y vender el destino de todo el reino animal en un avión sin
pasaje de vuelta. Es lamentable apreciar como especies autóctonas que
enriquecen la historia, la evolución y el patrimonio natural de nuestros
países, se encuentran al borde de la extinción por la no misericordia del Homo
Sapiens. Los cazadores tienen en jaque al Jaguar, a la Guacamaya Roja, al oso
Frontino, al Cardenalito, al Ocelote, al Tucán, al Armadillo Gigante, a la
Tortuga olivácea, a la Nutria Gigante, al Cauquén colorado, al Paují de Yelmo,
y a miles de otros angelitos que se toparon con el demonio. De hecho, ya
extinguimos a la Tortuga gigante de Floreana, al Oso Mexicano, al sapo de
Monteverde, al pato poc de Guatemala, a la foca monje del Caribe, al Guacamayo
Glauco y al hermoso Ara Tricolor.
En octavo lugar se
ubica la elevada Polución del Aire que ocasiona una gigantesca nube negra a
cielo abierto, intoxicando las vías respiratorias de la ciudadanía y asfixiando
los pulmones vegetales del Ambiente, mediante la improvisada industrialización
de zonas urbanas y rurales que se transforman en chimeneas llenas de reacciones
químicas, producto de las actividades conllevadas por el sector económico
latinoamericano. No hay duda que la mezcla del clásico smog callejero con el
exagerado uso de combustibles, viene acelerando lacontaminación ambiental
que cubre la bellísima plaza del Zócalo, la cual resiente los daños de la
gasolina con plomo, del monóxido de carbono y de las cenizas por quema de
residuos sólidos, que a su vez, refleja la sobrepoblación de las metrópolis, el
mal estado de las unidades de transporte público y el vil capricho de los
usuarios en utilizar carros particulares para ir a sus trabajos, centros
educativos y hogares.
En séptimo lugar
tenemos los campamentos de Minería ilegal, que
extraen los legendarios recursos del suelo aborigen bajo la brillante luz del
Sol. La insaciable búsqueda de oro, plata y diamante por parte de seres
inescrupulosos que irrumpen los nobles territorios de los pueblos originarios,
termina embriagando de mercurio las comarcas, los ríos y los bosques de los
hermanos indígenas, quienes observan como su espíritu de lucha es convertido en
un trágico etnocidio anunciado. Es consabido que en Perú, Colombia, Ecuador,
Brasil y Venezuela, existe toda una mafia “clandestina” que deteriora
drásticamente las áreas verdes protegidas, regalándole costosas joyas a los
gobiernos de turno, para que sus organismos ambientales se queden calladitos y
no interfieran con el valeroso ecoturismo de los narcotraficantes, de los
guerrilleros y de los mineros. Basta con viajar a la región de Madre de Dios en
Perú, al Parque Nacional Canaima en Venezuela, al Bosque Protector de la Cuenca
del Río Paute en Ecuador, al Parque Natural Nacional Farallones de Cali en
Colombia, y a cualquier punto cardinal de la Amazonía sudamericana para
verificar el delito in fraganti.
En sexto lugar aparece
la plaga de los Cultivos de alimentos Transgénicos,
que desarrolla la transnacional Monsanto y sus criminales aliados comerciales.
Los organismos genéticamente modificados (OGM) son una verdadera enfermedad
envasada de venta libre en los supermercados latinoamericanos. Además, se
tiende a esconder la etiqueta que visualiza la toxicidad del alimento, por lo
que nuestras familias son engañadas al creer que están comprando soya y maíz
cosechado en la fértil hierba de la Naturaleza, sin saber que consumen un
producto químico creado en los sucios laboratorios de la ciencia
norteamericana. Sabemos que en países como Argentina, Brasil, México, Uruguay y
Chile, la seguridad alimentaria se pone en franco riesgo ante la amenaza que
representan los OGM para la ciudadanía. Es un secreto a voces que la semilla
transgénica provoca alergias, resistencia a medicamentos, inflamación en el
hígado y en los riñones, disminución de la capacidad de fertilidad y
tumoraciones.
En quinto lugar emerge
la letal Fractura
Hidráulica, que no se cansa de perforar el corazón de una gran
piedra preciosa llamada planeta Tierra, la cual es taladrada con un mortífero
coctel líquido para que el dinero salga de los pozos en forma de gas. La
técnica extractiva del fracking es una bomba sísmica no convencional que
agrieta los linderos de la sensatez humana, e incrementa la contaminación de
los mantos acuíferos, vierte un caudal de aguas residuales, fuga metano y ácido
sulfhídrico en el aire y quebranta la calidad de vida de los inocentes
lugareños. Los estragos ambientales del Fracking se evidencian con fuerza en
México, donde la reforma energética legalizó el desastre ecológico en
localidades como Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Veracruz y
Chihuahua. Y en Argentina, donde la aprobación de la Ley de Hidrocarburos en
octubre del 2014, permitirá que por 35 años se siga financiando el ecocidio del
fracking en los suelos argentinos, buscando que la amarga experiencia de Vaca
Muerta, acredite más jugosas concesiones en contra de la paz del Medio
Ambiente.
En cuarto lugar resalta
el Abuso del Consumo Eléctrico,
debido a que no practicamos la Eficiencia Energética por voluntad propia,
generando una altísima demanda de energía eléctrica que satura de contaminación
lumínica el firmamento latinoamericano. Quedamos ciegos en la penumbra de los
apagones por la sobrecarga del mencionado servicio. La ausencia de una
diversificación energética en las comunidades que habitamos, nos esclaviza a
rendirle tributo al color amarillo que resplandece con tantas bombillas
incandescentes que jamás son apagadas, con tantos aparatos tecnológicos que
nunca desconectamos del tomacorriente, y con tantos electrodomésticos que se
enchufan para simplemente beber té verde. El elevado cobro mensual por
electricidad en Venezuela, México, Panamá, Argentina, Brasil y Chile, perjudica
el consecuente ahorro eléctrico de Bolivia, Paraguay, Honduras, Guatemala, El
Salvador y Nicaragua.
En tercer lugar,
sobresale la inmensa Contaminación del Agua que inunda los
cuerpos de agua dulce y salada de nuestros milenarios lagos, ríos y mares.
Aunque el vital líquido evoca el nacimiento de la vida en cada rincón
latinoamericano, nos duele aceptar que dicha agua se encuentra muy contaminada,
por tanta basura doméstica e industrial que se acumula en sus costas, lo que va
destruyendo la pureza de los manantiales tropicales. Hoy en día, el fondo
marino es el mejor relleno sanitario creado por las personas para desechar la
chatarra. Ellos también visualizan las colosales redes pesqueras que carcomen a
los animales acuáticos, y el derrame de hidrocarburos en manos de las empresas
petroleras, que dejan una imborrable huella de crudo en sus aguas. El caos
incluye al Lago de Maracaibo, al río Usumacinta, a los Pantanos de Centla, al
río Saracuruna, a la isla San José, al Lago Cocibolca, al Humedal La Segua, al
río Matanza-Riachuelo, al Lago Titicaca, al río Guaire y demás espacios
naturales.
En segundo lugar, nos
topamos con la agresiva Deforestación que
anualmente le arrebata millones de hectáreas y lágrimas a la agonizante
Pachamama, por la tala indiscriminada de árboles con la infalible voz de la
motosierra, por la continua expansión de la frontera agrícola para comer carne
con droga envuelta en palma aceitosa, y por la atroz urbanización del siglo XXI
que transforma una reserva de biosfera en un metalizado centro comercial. El
fuego, la madera y el hacha pelean a muerte con los campesinos, los leñadores y
los latifundistas. La realidad de los agrotóxicos arrasa con la promesa de la
agroecología. Por eso, la amazónica deforestación en Brasil aumentó en un 290%
durante el mes de septiembre del 2014, comparándolo con el mes de septiembre
del 2013, resumiendo la fatal tendencia que desertifica al Chaco Paraguayo, a Bosawás,
al Cerro de Amalucan, al Impenetrable Chaqueño, a la Reserva forestal Guarayos,
y a un sinfín de otros paisajes.
Y en primer lugar, se
posiciona la falta de Cultura de Reciclaje en el
discernir de los ciudadanos latinoamericanos. Es insólito que la gente todavía
lance en las principales calles, parques y plazas de nuestras ciudades: las
latas de Coca Cola, los empaques de las golosinas, los pañales desechables, los
discos compactos rayados, las cajas de equipos electrónicos y el resto de los
residuos orgánicos e inorgánicos consumidos. Si ni siquiera vierten la basura
en el genérico contenedor multiusos que ya todos conocemos, es imposible que se
atrevan a separar el plástico, el vidrio, el cartón, el metal y el papel, para
luego depositar esos materiales en los contenedores de colores que especifican
el sitio idóneo en donde arrojar la basura. Lo peor, es que los ministerios
ambientales de América Latina NO fomentan en absoluto la práctica de las 3Rs
(reducir, reutilizar y reciclar), porque los hombres y las mujeres que allí
trabajan, tampoco saben cómo practicarla.
Tan sólo debemos viajar
al Chaco Paraguayo, para tener una vista en 360 grados de la impunidad
ambiental en Latinoamérica. En enero del 2014, se demostró que sus bosques
nativos tienen la mayor tasa dedeforestación a
escala global, por el avance de la actividad ganadera con capital extranjero,
que es autorizada y legalizada por los entes gubernamentales paraguayos. Esa
terrible situación, afecta el modus vivendi de los indígenas ayoreos que por
siglos han protegido el legado celestial de sus tierras, y forman parte del
histórico mestizaje cultural del Paraguay. En junio del 2014, la Cámara
Paraguaya de Exportadores de Granos, firmó un convenio con la empresa Monsanto
para que siembre soja transgénica en el Chaco Paraguayo, y así lograr que los grandes
tentáculos del monocultivo malogren
la vida del agonizante pueblo ayoreo. Y en octubre del 2014, se confirmó el
hallazgo de petróleo convencional a casi 4000 metros bajo tierra, para que las
multinacionales inglesas junto al gobierno paraguayo se dediquen a extraer el
crudo del Chaco Paraguayo, que romperá los pies descalzos de la tribu ayoreo.
Tras desglosar el
artículo, vimos que los 10 problemas socio-ambientales que cotejan las naciones
latinoamericanas, son causados por la gran codicia de las transnacionales que
compran a los gobiernos de turno, para que sus organismos públicos adjudiquen
los permisos de exploración y las licencias de explotación de los recursos
naturales, sin considerar los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), que no se
evalúan al momento de aprobar los mega proyectos extractivos. Toda esa
perversión ecológica, es fomentada por la indiferencia de la gente común y
silvestre que NO denuncia los continuos atropellos que maltratan la salud de la
Pachamama, y terminan siendo testigos y cómplices de la desidia que sufren sus
localidades, porque ellos jamás proyectan la Educación Ambiental en el afer de
sus comunidades.
Las malas decisiones
ambientales castigarán el futuro de Latinoamérica, y no deseamos que el
sentimiento de culpa se apodere de nuestro puño y letra. Cada quien es dueño de
su propia verdad, y la voluntad de cambiar el presente, depende del compromiso
ecológico en estimar el activismo de calle, el conservacionismo y el amor por
la Naturaleza. Es necesario internalizar los errores del pasado, y ayudar con
la recuperación de los mágicos entornos del Medio Ambiente.
Ecoportal.net
viernes, 22 de agosto de 2014
Libertad
Doraldina Zeledón Úbeda
Entre ratos, voy
haciendo mi jardín, no sólo para embellecer, también para contribuir con la
descontaminación del ambiente y entender mejor a la naturaleza. La trinitaria o
veranera ya creció bastante, las ramas iban desordenadas hacia la calle;
entonces, las amarré para guiarla por donde yo quería que crecieran. A los
pocos días, vi que se estaban secando, colgaban como estranguladas. Después
comenzaron a retoñar por debajo del amarre, buscando nuevos caminos. Varios retoños
por todos lados. Corté las puntas secas y las dejé crecer a su gusto. Luego
estaban florecidas.
Pensé cuántas
ideas y talentos dejan de florecer por estar faltos de libertad o mal
orientados. Unas veces con la mejor intención, otras, con premeditación y
ventaja.
Le quité la
libertad de crecer y expresarse a su gusto, la desplacé por donde mi interés me
apuntó, le amputé las ramas que se secaron por mi culpa. Y me regaló flores.
Así es la naturaleza. Pero lo comprendemos hasta que todo está seco, cuando nos
cobra por la destrucción. Cuando sentimos sed, calor y hambre. Porque creemos
que los seres humanos somos dueños de todo lo que existe, incluyendo los de nuestra
misma especie, y los sometemos a nuestra
voluntad y ambición.
Pero la libertad
es consustancial al crecimiento y al desarrollo, a la creatividad, la seguridad,
a la salud y a la vida misma. A la calidad de vida. A la alegría de ser,
florecer y proyectarnos. Y cuando se nos
corta, buscamos otros caminos, y como la veranera, podemos hacer florecer
nuestras ideas, opiniones y actos. No tenemos que esperar a que nos den la
libertad, pues está ahí, es un derecho inherente a la condición humana. Entonces,
hay que luchar no por el derecho a la libertad, si no por el derecho a
disfrutarla. Si no somos libres es porque lo hemos permitido. Y así, nos pueden
enderezar para acá y para allá.
Y pensé si el que tiene hambre puede ser libre. O si la libertad es más poderosa que el hambre. Si podemos ser libres en medio de quienes hacen derroche de su “libertad”. Y sometidos a mensajes de todo tipo, que nos confunden, bloquean el pensamiento y encojen el espíritu.
Y pensé si el que tiene hambre puede ser libre. O si la libertad es más poderosa que el hambre. Si podemos ser libres en medio de quienes hacen derroche de su “libertad”. Y sometidos a mensajes de todo tipo, que nos confunden, bloquean el pensamiento y encojen el espíritu.
Seguí reflexionando
y quedé presa en un laberinto de libertades: libertad de expresión, libertad
para disentir, libertad de pensamiento, libertad de cultos, de acceso a la
información, de participación, de asociación, libertad de elegir, libertad de
domicilio, libertad sexual, libertad de amar y de soñar, de hablar o callar, libertad
para elegir tu destino…
Pero también hay libertad para pagar, para
comprar, libertad para acallar, libertad
para engañar, para excluir, para subvalorar, libertad del homo sapiens contra
el animal. Y libertad para restringir la libertad. ¿Será por eso que “es más
fácil encontrar rosas en el mar”?
Y como sucede con los todos los derechos, éste igualmente tiene su límite: la libertad de los demás. Por eso también hay libertad para no dejarse quitar la libertad. “En un estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres”, dice Suetonio, historiador romano. No sólo el pensamiento y la palabra, también la acción. Somos libres para pensar, opinar y actuar.
Yo doy gracias por ser libre. Por la libertad de autocensurarme para seguir siendo libre. ¿O estoy como el gorrión y la mariposa, entre vistosas flores, olores y sabores, bajo un espléndido cielo, y entrampados en una malla?
Y como sucede con los todos los derechos, éste igualmente tiene su límite: la libertad de los demás. Por eso también hay libertad para no dejarse quitar la libertad. “En un estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres”, dice Suetonio, historiador romano. No sólo el pensamiento y la palabra, también la acción. Somos libres para pensar, opinar y actuar.
Yo doy gracias por ser libre. Por la libertad de autocensurarme para seguir siendo libre. ¿O estoy como el gorrión y la mariposa, entre vistosas flores, olores y sabores, bajo un espléndido cielo, y entrampados en una malla?
martes, 25 de marzo de 2014
Estelí: con olor a tabaco y café
5 de marzo de 2014 | 00:00:00
Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.niDoraldina Zeledón Úbeda | Opinión
Me
despierta el olor a café. Antes de que me levante se filtra desde el
vecindario. Y cuando salgo, durante la tarde, por las calles se siente ese
olorcito que reanima. Y si hago alguna visita, ahí está el café.
También está el olor a tabaco, impacta. Golpea el olfato,
el estómago, la salud. Y, para bien y para mal, su cultivo e industria mueven
la economía de Estelí. Un día pregunté por qué tanto alboroto los viernes. Es
el día de pago. Hay promociones en el comercio, incluyendo ruido. ¿Qué pasaría
si se deja de producir tabaco?, ¿se acabaría la vida en Estelí?
Las fábricas están por todos lados. A veces son edificios
construidos para eso, cerrados, un poco apartados. Hay también otras casas
dedicadas a la industria, a la orilla de la calle. Y despiden ese olor
penetrante del tabaco. Un día tuve que cruzarme a la otra acera, o más bien el
olor me desplazó.
Por ello, esas noticias de “Estelí con los mejores puros
del mundo” me dejan pensativa. Cómo me gustaría leer, “Estelí con el mejor café
del mundo”. O con “el mejor maíz del mundo”. Claro, si su cultivo y
procesamiento son amigables con el ambiente.
Una señora me dijo que hace unos años se fue para la
finca, huyendo del smog y el ruido de la ciudad. Y tuvo que regresar, pues los
plantíos de tabaco la tenían rodeada. Otra, relata que la vida del campo ha
cambiado, que tienen trabajo gracias al tabaco. Es la opción ante el desempleo.
La alternativa que está a mano, lo que importa es solucionar los problemas de
hoy. Mañana ya veremos. ¿Más enfermedades y contaminación difuminadas en una
ciudad pujante?
Porque, ¿cuánto gasta cada familia para contrarrestar los
efectos en la salud?, ¿cuántos se retiran de la fábrica porque están enfermos?
O los retiran. Y ¿cuánto gasta el gobierno en salud por efectos del tabaco?,
¿cuánto sufre la familia por la enfermedad?, o cuando mueren asfixiados,
intoxicados por la nicotina, destruidos por un cáncer. Y aquí también nos
acompaña el olorcito a café.
Me pregunto si la
industria del tabaco podrá ser motivo de orgullo. Quizás la laboriosidad, la exigencia,
el cuidado. Cuando leo noticias sobre los mejores puros, me imagino esa
laboriosidad, esa dedicación, aplicadas a otras industrias. Si se puede con el
tabaco, ¿por qué no con otros rubros? Todo es que inversionistas, gobierno y
productores, las echen todas para mejorar y diversificar, y apuesten por el
ambiente saludable, y por ende, por la vida. Hace poco leía que pequeños
productores de café, ante el problema de la roya, están dedicados a otros
cultivos, exitosamente.
Las empresas tienen programas de Responsabilidad Social
Empresarial. Si es así, podrían dedicar tierras para desintoxicar con
arboledas, que al mismo tiempo produzcan agua para reponer la que consumen los
grandes plantíos. Y construir edificios apropiados para afectar menos a los
trabajadores y a la población. O quizás lo que para unos es bueno, para otros
es malo. ¿No se podrá encontrar enlaces, puentes, coincidencias para la vida?
No para evitar la muerte sino disminuir el dolor, el sufrimiento y la muerte
prematura.
doraldinazu@gmail.com
miércoles, 19 de marzo de 2014
Basura: indiferencia y mala educación
1 de marzo de 2014 | 00:00:00
Managua, Nicaragua
http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/313861-basura-indiferencia-mala-educacion
Doraldina Zeledón Úbeda
Mientras caminaba por las
cercanías de los Juzgados de Estelí, en el barrio El Rosario (bastante limpio),
sentí un olorcito que me golpeó el olfato. Observé por uno y otro lado para ver
de dónde venía. Era un cauce, que también me golpeó la vista. Está lleno de
basura y agua putrefacta. De eso, hace como tres meses.
Ahora pasé de nuevo y recorrí
la calle para ver desde dónde venía. Es un cauce pequeño, pero muy mal oliente.
Arrastra la basura hacia el río, a unos pocos metros. Y paralelo a una calle
con bastante tráfico y comercio que, además, va hacia el recinto de la
Universidad Autónoma de Nicaragua, UNAN. Es decir, por ahí pasa mucha gente.
Me llamó la atención que hay
varias instituciones a la orilla. La parte más sucia y putrefacta está frente
al centro de salud del barrio. Y, para colmo, también está un centro de
desarrollo infantil. La única parte limpia es frente a las oficinas del Instituto
Nicaragüense de Estudios Territoriales, Ineter.
Todo esto me lleva a pensar
que debería haber preocupación no solo por parte de la Alcaldía, sino de las
instituciones que están ahí. Y, por supuesto, del Ministerio de Salud y los de
medioambiente y educación. Los vecinos del sector y la universidad. Pero no
solo debe pensarse en limpiar, sino evitar ensuciar y que otros ensucien.
Es triste ver cómo la gente
tira todo a la calle y a los cauces, como que de nada valen las campañas que se
han hecho llamando a los ciudadanos a querer este país y demostrarlo no
ensuciándolo. O quizás simplemente esas campañas no existen. O habrá que hacer
que nos eduquemos a la fuerza, con la aplicación real de multas. O una campaña
para llamarle la atención a la gente que va tirando basura. A lo mejor nos
educamos si los niños y niñas empiezan a llamarles la atención a los
irresponsables que ensucian; quizás les dé vergüenza; porque si no nos educaron
en la casa, nos van a educar en la calle.
El asunto es que a unos no les importa
tirarla y otros ni se preocupan. Están frente al problema, se tragan el olor,
¿y qué hacen los vecinos? ¿Se han quejado ante la Alcaldía? ¿Han hecho algo? Y
a las instituciones que están ahí, ¿no les preocupa ese mal aspecto frente a su
fachada? ¿No les preocupa sumarse a la violación de los derechos
constitucionales a la salud y al medio ambiente saludable?
doraldinazu@gmail.com
1.
Comentarios
19:43 - 11.03.2014
Yo creo q el
problema esta como mal enfocado o sera q no hay capacidad de parte de los
gobiernos de enfretar esa problematica, mire xq:
Yo vivo aqui en los EEUU y cuando fue de vacaciones x primera vez a Nica, me lleve con migo la conciccion y la educacion q uno aprende aqui, fui al Mercado Roberto Huembes, mire unos elotes hervidos q me fascinan, para ser honesto me comi 2 y al terminar anduve con la masorca pelada como x 1 hora, con toda la mano sudada y no pude hallar un recipienta para botar basura, total termine tirandola en unos canastos q estaban x alli, osea el problema de la basura es un problema o q los gobiernos no saben manejar o q no tiene capacidad de colectar y procesar, entonces la gente no se puede quedar con la basura en la casa, buscan donde tirar, entonces es verdad nos volvemos irresponsables y incultos obligatoriamente.
El otro color q tenemos los nicas es q orinamos en cualquier lado, igual, me siento muy mal tener q orinar en un palo o en laesquina del fondo, resulta q me fui a caminar x ahi y me habia bebido unas cervezas y estaba q me rebentaba de las ganas de orinar, pero al lugar q me metia a pedir orinar me decian q el baño estaba malo o q no se prestaba, conclusion, termine orinando en un palo, imaginese se me hubiese encontrado un periodista extranjero q no sepa como es la cosa, me hubieran tirado una foto y hubiese salido en una nota de prensa: Nica chanco q orina en cualquier lugar.
Yo vivo aqui en los EEUU y cuando fue de vacaciones x primera vez a Nica, me lleve con migo la conciccion y la educacion q uno aprende aqui, fui al Mercado Roberto Huembes, mire unos elotes hervidos q me fascinan, para ser honesto me comi 2 y al terminar anduve con la masorca pelada como x 1 hora, con toda la mano sudada y no pude hallar un recipienta para botar basura, total termine tirandola en unos canastos q estaban x alli, osea el problema de la basura es un problema o q los gobiernos no saben manejar o q no tiene capacidad de colectar y procesar, entonces la gente no se puede quedar con la basura en la casa, buscan donde tirar, entonces es verdad nos volvemos irresponsables y incultos obligatoriamente.
El otro color q tenemos los nicas es q orinamos en cualquier lado, igual, me siento muy mal tener q orinar en un palo o en laesquina del fondo, resulta q me fui a caminar x ahi y me habia bebido unas cervezas y estaba q me rebentaba de las ganas de orinar, pero al lugar q me metia a pedir orinar me decian q el baño estaba malo o q no se prestaba, conclusion, termine orinando en un palo, imaginese se me hubiese encontrado un periodista extranjero q no sepa como es la cosa, me hubieran tirado una foto y hubiese salido en una nota de prensa: Nica chanco q orina en cualquier lugar.
1 de marzo de 2014 | 00:00:00 | elnuevodiario.com.ni
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