Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

miércoles, 22 de diciembre de 2010

“Enseñarás a volar...pero no volarán tu vuelo”

END - 21:01 - 21/12/2010

Pero sabrás
que cada vez que ellos vuelen, sueñen,
vivan, canten y piensen...

¡Estará en ellos la semilla
del camino enseñado y aprendido!

Madre Teresa de Calcuta

Desde mi opción por el magisterio, conocí a la profesora Socorro Bonilla. Tuve el placer de ser su alumna en la asignatura “Técnicas de expresión oral”, en la carrera de español. Sí, era placer, porque fue una clase muy bonita. Y exigente. Me gustaba observarla, siempre andaba elegante. Su postura, su vestido y accesorios, sus palabras, todo en ella armonizaba. Su sola presencia hablaba.

Eran sesiones durante las cuales nos daba de todo: rigor, arte, ciencia, sentimientos. Me gustaba, a pesar de la tensión; pues como es lógico, había que expresarse de forma oral. Y cada día sudábamos, esperando que nos llegara el turno de pasar adelante para leer, describir, narrar o argumentar algo. Con ella conocí la declamación coral. Decía que los profesores y las profesoras deberíamos ser artistas.

Lo bonito y lo exigente era aprender a comunicarnos con la voz, el cuerpo, los desplazamientos, la distancia o la cercanía, la mirada, los gestos, el silencio, el sentimiento, la vestimenta, la postura, el formato y tipo de papel que contenía nuestro mensaje; el arreglo del escenario para que no interfiera la comunicación, sino que la permita y la refuerce. Y el uso correcto de las palabras, los sinónimos para evitar el empobrecimiento del lenguaje. Desde encontrar la “palabra exacta”, la estructura de la oración, hasta llegar al discurso, a la organización del pensamiento y su coherencia y enriquecimiento con la expresión oral. Y la coherencia con el ser. Además de todos los requisitos de la forma, las lecturas que seleccionaba tenían un contenido profundo. Recuerdo “El ruiseñor y la rosa” o “Que despierte el leñador”. Las técnicas del discurso se hermanaban con el mensaje para marcar huellas poderosas. Por supuesto, se necesitaba la práctica y dominio del tema que ella tenía.

No olvido el trabajo final. Nos orientó un discurso sobre un escritor nicaragüense. Yo elegí al Dr. Alejandro Dávila Bolaños, que recién lo había matado la guardia de Somoza, de forma terrible. Escribí sobre su vida, la obra y su muerte (lo sacaron del hospital, igual que a otros, los rociaron con gasolina y los quemaron vivos). Recuerdo que cuando leía mi trabajo, se me rodaban las lágrimas, y al ver al público, observé que a varias compañeras les pasaba lo mismo. Era algo muy fuerte y reciente; y me recordaba a familiares y conocidos que murieron durante las insurrecciones de Estelí. Todavía el ruido de los helicópteros rozando el zinc y las miradas de los guardias, me electrizaban la columna. Pensé que no estaba en condiciones de aplicar las técnicas. Y le dije: profesora, ya no puedo seguir. Se me acercó y me contestó, sí puede, lo está haciendo muy bien. Vamos, continúe. Pude contener la emoción y terminé (llorando).

Fue una asignatura que me marcó, además de ser una clase agradable, es útil en todas las profesiones y en cualquier ámbito de la vida. Y sin lugar a dudas, el hecho de aprender a callarme para poder escuchar y observar, fue otro de los elementos que me indujeron a valorar el silencio. O más bien, la ausencia de sonidos molestos, porque el silencio absoluto no existe. Entre más nos callemos, más sonidos escucharemos, inclusive el pensamiento y los sentimientos del interlocutor. Y las voces de nuestro corazón o las que claman sin hablar. O el canto apagado del ruiseñor.

Y cuando en la Universidad me preguntaron si quería impartir la asignatura para la carrera de Periodismo, no la pensé y lo primero que hice fue buscar los folletos de la profesora Socorro Bonilla y hacer mi adaptación. Al evaluar la clase, me preguntaba ¿cómo me evaluaría ella ahora? Porque nos enseñó a volar, pero jamás volaremos su vuelo.

Gracias, Profesora, que un coro de ángeles haya aplaudido a su llegada. Que tenga el escenario ideal para descansar feliz y en paz.
Publicado por Doraldina Zeledón Úbeda en 11:43

lunes, 29 de noviembre de 2010

Revirtamos el conflicto en desarrollo integral

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 22:14 - 28/11/2010
http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion

Hace unos años, durante un curso de Derecho Ambiental, conocí el Tratado de Cooperación Amazónica (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela). No es sólo para la protección de la cuenca, sino para el desarrollo y ejercicio de la soberanía de los países firmantes, donde la comunidad académica parece tener mucha incidencia. Veamos el primer artículo: “Las Partes Contratantes convienen en realizar esfuerzos y acciones conjuntas para promover el desarrollo armónico de sus respectivos territorios amazónicos, de manera que esas acciones conjuntas produzcan resultados equitativos y mutuamente provechosos, así como para la preservación del medio ambiente y la conservación y utilización racional de los recursos naturales de esos territorios.”¿Acaso no podemos hacer eso Nicaragua y Costa Rica? Me quedé pensando en nuestros eternos conflictos fronterizos.

Después me encontré con el proyecto binacional “Manejo Integrado de los Recursos Hídricos y Desarrollo Sostenible de la Cuenca del Río San Juan y su Zona Costera”. No sé si algo se llevó a la práctica. ¿Por qué no retomarlo? También he conocido intentos sobre el desarrollo conjunto del Golfo de Fonseca, pero parece que la desconfianza nos deja sólo en intentos.

Y así hay muchos tratados y convenios binacionales o multinacionales para la protección del medioambiente y el desarrollo integral, que deberíamos revisar. En estos días, según nota de la FAO, se acaba de realizar una reunión entre Paraguay, Brasil y Argentina, países que comparten la subcuenca de los ríos Paraná y Paraguay, para promover el manejo sostenible, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza en las regiones ribereñas, principalmente la pesca fluvial en los tramos limítrofes de los ríos.

Del conflicto actual entre Nicaragua y Costa Rica, puedo desprender dos asuntos principales: la defensa de la soberanía y el desarrollo sostenible de la región. Para saber si se viola o no el territorio nacional, es necesario el amojonamiento. Esto permitiría controlar con mayor precisión la respectiva soberanía en ambos países. ¿Para qué se retrasa? ¿Por qué no dialogar, amojonar y llegar a un acuerdo para el desarrollo de la región? Estamos mano a mano, peleando por algo que ambos deberíamos proteger, no sólo usufructuar, mientras otros países buscan mejorar sus recursos compartidos.

El otro asunto es el desarrollo sostenible: desarrollo humano, económico, protección del medioambiente, uso razonable de los recursos naturales. Pero no puede darse en un contexto de confrontaciones, acusaciones e inestabilidad. Y no podemos instalar mojones para delimitar la naturaleza. La Madre Tierra no tiene fronteras, como tampoco la contaminación respeta fronteras. Y ambas partes contaminamos y deterioramos el medioambiente. El dragado afecta, ya sea en río fronterizo o interno. También el turismo, la navegación, la pesca, la construcción, la industria de la madera, los asentamientos. De ahí la necesidad de la Evaluación de Impacto Ambiental, para ver qué daños puede provocar un emprendimiento, saber si es viable y cómo reparar o mitigar.

El desarrollo sostenible implica generación de empleos y proyectos económicos y sociales. Pero se ha pensando que Managua es Nicaragua, por eso, la gente abandonada, cuando puede, tiene que venir hasta la capital para un examen, si no se mueren en el camino o en la cama. O los emprendimientos económicos permiten a extraños la explotación de los recursos naturales, mientras los lugareños son castigados. Y deberíamos pensar también en los compatriotas y familiares que están en la otra ribera. Creo que así como defendemos la soberanía, si invertimos en el desarrollo de Nicaragua, podremos generar empleos y ahorrar lágrimas y suspiros.

El medioambiente y la soberanía nacional son una responsabilidad compartida. Se necesita la intervención en todos los sectores. Y la participación de todos los actores. Si estamos unidos por la soberanía, deberíamos estar unidos por el desarrollo de la región, cada quien desde su poder. A esa pasión nacionalista (en ambos países) podemos agregarle pasión humanista y naturalista. Y razón. Y amor. Olvidemos el machismo y el racismo. Nadie es más ni menos que otro, pero a veces nos devaluamos por lo que decimos. Tenemos que respetarnos para que nos respeten. Y también respetar la soberanía de cada quien en su pedacito de mapa, sin invadir, ni destruir, ni contaminar la propiedad vecina y la colectiva, ni pisotear los derechos. En cambio, cuidar en conjunto nuestro entorno. Puede ser un ejercicio útil para entender los problemas fronterizos y las responsabilidades comunes. La soberanía y el desarrollo sostenible.

En conclusión, ¿por qué no revertir el conflicto actual en acciones concretas para el desarrollo del Río San Juan de Nicaragua? Ya veo fluir por sus aguas, nuevas escuelas, universidades, hospitales, puentes, carreteras, computadoras, excursiones, foros, investigaciones, comercio, industrias, declaraciones, empresas, planes, convenios, reforestaciones, ferias, empleos, gallopinto, exposiciones. Ya me imagino el Río renaciendo entre los pinceles de todo el país, o varios caños de música y poesía que llevan paz y armonía. No me gustaría ver navegar banderas y promesas electoreras, porque hacen mucho ruido y siempre naufragan. Sólo ver ondear el azul y blanco de nuestro cielo y nuestras aguas, entre el reflejo del verde natural. Creo que sería la mejor manera de hacer patria y de adherirnos a las declaraciones por la Madre Tierra.

Mientras tanto, mucha precaución, por la fragilidad de la zona y por la fragilidad de las relaciones. Y a disfrutar, cuidar y dar gracias por este terruño y el caudal inmenso de vida con que la naturaleza nos bendijo. Y tener presente las otras fronteras.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Río San Juan de Nicaragua -Límites Nicaragua Costa Rica-

1- Tratado Jerez Cañas

2- Laudo Cleveland

3- Laudo Alexander

domingo, 10 de octubre de 2010

Recuperemos nuestra identidad cultural

Pintura de Leoncio Sáenz.

Doraldina Zeledón Úbeda
Se han señalado repetidamente los tres incentivos que llevaron a los españoles a colonizar América: el impulso guerrero adquirido al reconquistar su propio territorio de manos árabes, el misticismo misional católico; la codicia (de oro, de esclavos, de mujeres). Entre estos móviles, cada historiador, cada ensayista, destaca el que más impresiona su sensibilidad, pero no hay duda que el conjunto de los tres factores aducidos es el que determina ese proceso que habría de integrar al mundo, prácticamente, con la mitad que de él faltaba. César Fernández Moreno

En especial en cada octubre, pero también de manera permanente, nuestro objetivo debería ser reflexionar sobre nuestra identidad cultural, sobre nuestros orígenes, sobre nuestra cultura; pero no, definitivamente, celebrar la venida de Colón, ni lo que eufemísticamente se ha llamado, Día de la Raza, Día de la Hispanidad, Encuentro de dos Mundos o Encuentro de dos Culturas. ¿Cuál raza?, ¿la que exterminaron en las minas? ¿Cuál encuentro? ¿Podrá llamarse encuentro a la imposición, a la destrucción y al saqueo? ¿O acaso los españoles celebran y le llaman encuentro a la invasión que recibieron por parte de los árabes? (Creo que el gobierno de doña Violeta, en vez de retirar de la Haya la demanda en contra de Estados Unidos, debió introducir una demanda para que también España e Inglaterra indemnicen a Nicaragua).

Nuestro objetivo no debe ser celebrar, si quieren que celebren ellos. Como dice Salomón de la Selva: que España crea noble hazaña la conquista de América, que Hernán Cortez sea su bálsamo por la conquista mora que la mordió en carne viva, y la tumbó en el campo y la hizo parir crías de piel aceitunada.

Nosotros, no, nos arden todavía,
los pies quemados de Cuauhtémoc
los lomos fatigados de esclavos en las minas,
y el tener que reír, no bastando las lágrimas,
para dar fe de que éramos humanos.


Nuestro objetivo debe ser rescatar los valores autóctonos, los valores nacionales, y apropiarnos de esa cultura, que a veces es rechazada hasta por nosotros mismos. Cuando hablamos de recuperación de nuestra identidad cultural, no es que pretendamos regresar a la época de los aborígenes ni obviar lo que pudo haber de bueno con la venida de los españoles, pues habría que reconocer, junto con Salomón de la Selva que:

La España nuestra, la España que llevamos,
(... ) es la del habla hermosa que nos trajo el Evangelio,
la que nos dio las bestias amables del establo
y del pesebre de los nacimientos,
y el arado, y la imprenta, y la vacuna,
y el carro, y el trigo, y la manzana,
¡Y la pasión desesperada de ser libres
aun de ella misma!


Por otro lado, no podemos ignorar la influencia africana en la cultura y la religión, a través de los negros traídos como esclavos: dice Salomón de la Selva:

La Codicia de España y la concupiscencia de Inglaterra
nos trajeron del África esclavos negros.
Eran altos y magros, de pelambres en florón;
rítmicas las mujeres, de pechos como cocos;
y con ellos ahondaron raíces las palmeras
y un largo canto lúbrico se estremeció en el viento.
¡Qué rosas, Dios, las bocas de las negras!
Con sangre de África se mezcló la autóctona;
mieles de África hirvieron en españolas venas, a orgullo lo tenemos.


Y enmarcados en más de 500 años de arrasamiento, tampoco podemos ignorar la imposición, el saqueo y la depredación de sucesivos conquistadores, ni la influencia de los demás países en nuestra cultura, a través del intercambio comercial y de la globalización. Es decir, son muchos los elementos que han venido influyendo en nuestra identidad. Entonces, ¿Cuál es nuestra identidad cultural? ¿Qué vamos a rescatar? El propósito fundamental debe ser conocer mejor nuestras raíces indígenas, nuestra música, nuestros nombres autóctonos, nuestras danzas, nuestros paisajes, ver a Nicaragua formada como un sólo país, producto de los diferentes grupos étnicos existentes antes de la venida de Colón y la imposición de dos culturas distintas, que se entronizaron, una en el Pacífico y la otra en el Atlántico, formando así, como dice Lizandro Chávez Alfaro, “un país incrustado en otro”.

Para ver a Nicaragua como un sólo país, tenemos que realizar un mutuo proceso de aprendizaje, de compenetración de la cultura y problemas de cada región, tenemos que ir haciendo conciencia en nosotros mismos, aprender a reconocer y a querer lo nuestro, a no deslumbrarnos con los espejos y cuentas de vidrio de los extranjeros. Tenemos que, como país subdesarrollado, insertarnos en el avance científico y tecnológico, pero eso no significa menospreciar nuestros valores.

Así como cada individuo es parte de la sociedad, pero es único en su individualidad; así cada país, cada región, tiene sus peculiaridades, sus individualidades; y a la vez elementos comunes, que las unen. Pues bien, debemos conocer, respetar y cultivar esas peculiaridades y eso que nos une entre las regiones, y entre los países de América Latina; y ser dignos representantes de sus culturas.

Finalmente dejo para la reflexión, las siguientes recomendaciones del Dr. Franco Cerutti, tomadas de su ensayo El mundo indígena en la poesía nicaragüense contemporánea.

1- Es obvio que el espíritu - y por ende la cultura - no pueden conocer fronteras, y menos aún sujetarse a ínfulas nacionalistas y vanas autarquías, especialmente en una época que, como la nuestra, ha incrementado y facilitado con tanta pujanza, los intercambios internacionales, y que preludia las relaciones interespaciales; pero es igualmente indiscutible que ciertas ascendencias culturales, al igual que las linfas sanguíneas y vitales, no deberían ser menospreciadas y menos todavía renegadas, en el cuadro de una armoniosa formación espiritual.

2- No se debería enseñar en las escuelas de ballet “La muerte del Cisne” o “Coppelia”, cuando existe ignorado, o conocido exclusivamente en teoría, todo un exuberante filón de danzas nacionales que, a ese paso, acabará, tarde o temprano, por malograrse.

3- Que antes de calcar los esquemas y módulos poéticos de Paul Valery, de Joyce o de Walt Witman, un centroamericano tendría el deber, además del interés, de saberse de memoria, por lo menos, el Popol Vuh. (y nosotros,también el Guegüense).

4- Que antes de ocuparse de traducciones de escritores lejanos, por espíritu y forma, el estudioso americano haría bien en preparar ediciones, si no ya críticas, cuando menos aceptables, por lo menos de sus grandes escritores. ¿Alcanzaremos un día a ver publicadas las obras completas de Salomón de la Selva, del padre Pallais, de José Coronel Urtecho, etc.; en lugar de tener que buscar siempre, y a menudo en vano, en fascículos y revistas amarillentas por el tiempo y la humedad tropical?


Pintura de Leoncio Sáenz

5- Que está bien cultivar la pintura abstracta y la música más avanzada,
pero a condición de haber aprendido y asimilado primero, las lecciones figurativas y sonoras del mundo indígena americano, como en el caso de los pintores nicaragüenses Rodrigo Peñalba y Leoncio Sáenz o del compositor guatemalteco Jorge Alvarado Sarmiento.

Conferencia en la Universidad Politécnica de Nicaragua, el 12 de octubre de 1992, con motivo de los 500 años del comienzo del arrasamiento de América,

Publicado originalmente en Barricada, luego en El Nuevo Diario.

A Colón

Rubén Darío

¡Desgraciado Almirante! Tu pobre América,
tu india virgen y hermosa de sangre cálida,
la perla de tus sueños, es una histérica
de convulsivos nervios y frente pálida.

Un desastroso espíritu posee tu tierra:
donde la tribu unida blandió sus mazas,
hoy se enciende entre hermanos perpetua guerra,
se hieren y destrozan las mismas razas.

Al ídolo de piedra reemplaza ahora
el ídolo de carne que se entroniza,
y cada día alumbra la blanca aurora
en los campos fraternos sangre y ceniza.

Desdeñando a los reyes nos dimos leyes
al son de los cañones y los clarines,
y hoy al favor siniestro de negros Reyes
fraternizan los Judas con los Caínes.

Bebiendo la esparcida savia francesa
con nuestra boca indígena semi-española
día a día cantamos la Marsellesa
para acabar danzando la Carmañola.

Las ambiciones pérfidas no tienen diques,
soñadas libertades yacen deshechas:
¡Eso no hicieron nunca nuestros Caciques,
a quienes las montañas daban las flechas!

Ellos eran soberbios, leales y francos,
ceñidas las cabezas de raras plumas;
¡ojalá hubieran sido los hombres blancos
como los Atahualpas y Moctezumas!

Cuando en vientres de América cayó semilla
de la raza de hierro que fue de España,
mezcló su fuerza heroica la gran Castilla
con la fuerza del indio de la montaña.

¡Pluguiera a Dios las aguas antes intactas
no reflejaran nunca las blancas velas;
vieran las estrellas estupefactas
arribar a la orilla tus carabelas!

Libres como las águilas, vieran los montes
pasar los aborígenes por los boscajes,
persiguiendo los pumas y los bisontes
con el dardo certero de sus carcajes.

Que más valiera el jefe rudo y bizarro
que el soldado que en fango sus glorias finca,
que ha hecho gemir al zipa bajo su carro
o temblar las heladas momias del Inca.

La cruz que nos llevaste padece mengua;
y tras encanalladas revoluciones,
la canalla escritora mancha la lengua
que escribieron Cervantes y Calderones.

Cristo va por las calles flaco y enclenque,
Barrabás tiene esclavos y charreteras,
y las tierras del Chibcha, Cuzco y Palenque
han visto engalonadas a las panteras.

Duelos, espantos, guerras, fiebre constante
en nuestra senda ha puesto la suerte triste:
¡Cristóforo Colombo, pobre Almirante,
ruega a Dios por el mundo que descubriste!

martes, 5 de octubre de 2010

Día Mundial del Animal ¿Y la Ley?

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 19:15 - 04/10/2010

El 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, día de San Francisco de Asís, quien los llamaba “hermanos menores”. Y los humanos, hermanos mayores, tenemos el deber de protegerlos. Además, todo lo que existe es interdependiente, nos necesitamos unos a otros.

Recuerdo una vez en Estelí, estaba donde una hermana. Habían salido a una actividad cultural, sólo quedamos mi mamá y yo. Y los perros. Ya entrada la noche, sintieron la ausencia y comenzaron a llorar. Sí, no ladraban, lloraban. Daban lástima. Sólo faltaba que los llamaran por sus nombres. Me dio cierto temor, pensé que algo pasaba y quise salir al patio, entonces mi mamá me dijo: dejalos, siempre se ponen así cuando regresan noche. Al rato llegaron y los perros estallaron en alegría. Ya se me había ido el sueño y me quedé pensando. Cuando lo comenté al día siguiente, mi sobrino Harley me dijo: eso no es nada, cuando falleció un señor, aquí cerca, al día siguiente se murieron dos chocoyitos que tenía. Realmente los animales son parte de la familia. Seres que sienten, por tanto no deberíamos maltratarlos ni verlos como objetos.


En el Día Mundial de los Animales esperamos la aprobación de la Ley que los proteja, y que seguramente tendrá opiniones en contra. Hay varios puntos por los cuales es necesaria: son seres vivos que sienten y sufren, necesitan atenciones y protección ante tanto abuso. Igual que los humanos son parte del ambiente y tienen su razón y su derecho a existir. Además, si les damos condiciones, si están sanos, también nos protegemos.



Y aunque la ley tenga sus contradicciones y vacíos, vendrá a dar algunas respuestas. Por ejemplo, los dueños deberán velar por su alimentación, salud y condiciones de vida adecuadas; criar el número de animales que puedan atender y controlar, para no ocasionar molestias a terceros, ni poner en peligro la salud pública; según el Proyecto ya dictaminado.

Entonces, las personas que tienen animales domésticos y no los atienden, ya pueden ir creando condiciones. Por ejemplo, los que sacan a los perros a hacer sus necesidades a la calle, sin importarles la contaminación ambiental y sin el mínimo respeto por los vecinos y transeúntes. O cuando los dejan hacer sus necesidades en el mismo sitio donde están encadenados; donde, además, comen, por lo cual sufren más maltrato: estar aislados, amarrados y en medio de la suciedad. Dicen los entendidos, que si se les deja libres no hacen pupú donde comen. A veces los golpean o regañan porque sienten miedo por sonidos intensos y se corren o comienzan a ladrar. A los niños les causa gracia y hacen ruido para que se alboroten. Si ladran, si se corren, es por algo. Ellos tienen el sentido de la audición más sensible que los humanos.

Por supuesto, hay animales muy bien cuidados, bien alimentados y bañados con champú especial para que el pelaje brille, como los caballos de raza. A los cholompos igual les brilla, por el sudor de la jornada. Y hay personas que no tienen lo mínimo ni para ellas, por lo que a amo pobre, caballo y perro pobre. Comparten las limitaciones, pero es mejor que dejarlos abandonados, como sucede con los perros que pasan rompiendo las bolsas de la basura y terminan quemados con agua caliente o aplastados por los vehículos. Por mucha pobreza que haya en una casa, no faltará un cartón y un plástico para crearles condiciones.

Entre las contradicciones del Proyecto de Ley está la relación entre algunos artículos y los principios. Uno de éstos es que “Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre. Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.” Sin embargo, se permiten las corridas de toros y las peleas de gallos. También dice que “todo acto que implique la muerte del animal sin necesidad, es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.” Pero la misma ley permitirá el biocidio y no establece sanciones al respecto. ¿O se aplicará el Código Penal de acuerdo con lo disposición del artículo 79 del Proyecto? Y hay un problemita en lo que se refiere a las denuncias, que pueden ser de forma oral o escrita, pero cuando cita los requisitos para hacerla, dice que debe ser escrita.

Y dentro de las obligaciones del dueño del animal está responsabilizarse de sus restos en caso de muerte. Seguramente el Reglamento establecerá las condiciones. Y así no habrá animales muertos en basureros, carreteras, caminos y patios vacíos. Y ya no se les mandará a botar cuando están enfermos, viejos o moribundos, como también se manda a botar a los humanos que ya no son rentables. Por eso me ha gustado ver que en los traslados de las familias afectadas por las lluvias, lleven consigo sus mascotas. Seguro no hay las mejores condiciones ni para la gente, pero también es seguro que se sienten bien al estar con sus amigos incondicionales, en vez de dejarlos abandonados. Ojalá que todos pronto puedan tener nuevamente su casita. Y que también algún veterinario los asista.

sábado, 2 de octubre de 2010

Siempre hay caballeros y una rosa en el camino


Doraldina Zeledón Úbeda
END - 20:03 - 01/10/2010
http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/84682

Con cada rosa que ofrezco, los ángeles dicen: ¡Amén! Roque Schneider.


“Permítame por favor”. Le permití en silencio. Cuando me entregó el dinero que se me había caído, le dije, gracias, caballero. Y sonreímos. No sólo me pidió que le permitiera ayudarme, sino que lo pidió por favor. En ocasiones, cuando cruzo la calle, algún conductor se detiene y me hace señales para que cruce. Un conocido, pienso. Le doy las gracias, aunque no me escuche ni me vea. Y con estas lluvias, otros pasan a mil y bañan a los de a pie o a quienes llevan las ventanas abiertas. Los respetuosos pasan despacio.

Un día, yendo en taxi, no encontramos fácil la dirección y le dije al conductor, déjeme aquí. No, no puedo dejarla aquí a esta hora. Anochecía. Vamos a preguntar, expresó. Y el Señor me dejó exactamente a donde iba. En otra ocasión, íbamos al otro extremo de Managua, al joven taxista le dio tiempo para hablarnos de su casa, su familia, su trabajo. Al acercarnos a la dirección, le dije: por aquí debe ser. Reparó y luego habló casi convencido: parece que es allá atrás, donde hay varios vehículos. Se regresó y nos dejó en el punto. Respiramos profundo el aire de la noche.

Cierta vez una estudiante que viajaba los fines de semana, un lunes me llevó una bolsita con atole de maíz tierno. Y me dijo, “lo traje desde anoche. Lo guardé en la refrigeradora, espero que esté bien. Pensé que a usted le gusta”. Me encanta, le respondí. Traerme algo de su casa, desde otra ciudad, guardarlo… Fue un “atol” riquísimo.

Hace poco fui a pagar teléfono y me dijeron que sólo debía 21 córdobas. No puede ser, contesté. No es ni el básico. Pediré que revisen, porque después cortan el servicio. Me dijeron que había pagado dos veces una factura. ¿Será posible que lo reconozcan?, pensé. Esto no es caballerosidad ni gesto amable, pero es honestidad. Es verdadera responsabilidad corporativa. Ojalá que sea social, no sólo individual. Di las gracias. Espero que ahora no digan que fue un error. Ya en mi casa, revisé las facturas y vi que el mes que pagué doble correspondía a un tiempo en que tuve varios inconvenientes, y como encima de eso las facturas no llegan o llegan demasiado tarde, para pagar hay que pedir copia, y cuando por fin se reciben, tiende a confundir. (Se reclama por correo, en la oficina, por teléfono, cartas. De nada sirve).

Como algunas oficinas públicas me quedan cerca, voy a pie a realizar gestiones. Las aceras están obstruidas con ventas, talleres, garajes, carros, motocicletas, carretones, árboles, postes, soportes para publicidad, parlantes, cocinas, comedores, casetas de vigilancia, manjoles y medidores sin tapa, muros, tuberías superficiales, tierra amontonada... y hasta perros que los sacan a ver el sol… A veces me encuentro con un señor muy amable, que se repliega hacia la pared o se baja a la cuneta y me cede el paso.

Recuerdo el caso de una amiga: tenía a un hijo hospitalizado, una vecina le mandó un ramito de flores. Cuenta que se emocionó tanto, que hasta lloró y cuando la vieron creían que su hijo estaba peor, entonces comenzó a reír. Seguramente el muchacho también mejoró. En la vida siempre hay rosas, aunque no siempre las vemos. Rojas, rosadas, amarillas, blancas, anaranjadas; con más o menos pétalos, hermosas, pequeñas, pero ninguna menos rosa.

Y así, de vez en cuando, encontramos estos gestos. ¿Por qué no protegerlos? A lo mejor hace falta una lista, como de los animales en peligro de extinción. Y una guía para preservarlos. O quizás lo que falta es cultivarlos para que no se extingan. Cuántas veces recibimos correos-sorpresas de viejos amigos, ex alumnos o compañeros de trabajo. Nos regalan consejos, lindas palabras y nos hacen reír. Son detalles que llegan. ¡Y cómo llegan! Es “el valor de las pequeñas cosas”.

Algunos dirán que eso es cursi, anticuado, que hay cosas más importantes. Puede ser, pero no excluyentes. Me he accidentado varias veces, una fisioterapista junto con darme salud física, me regalaba amabilidad, sonrisas, historias. Fue doble terapia. Otra, en un local mejor, sentía que me halaba el brazo y la vida. Fui pocas veces. Quizás ella también estaba mal. Y ahora recuerdo otro caso, de actualidad: en la supercarretera de Internet. Un día señor me llamó “dama” y me dio las gracias por el artículo. ¡También hay caballeros “on line”! En las laderas de las carreteras, siempre hay una fuente que refresca y lava las heridas en caso de accidentes. Y entre el calor del asfalto, una rosa que sobrevive nos invita a regarla y sonreír.


¡Gracias amigos y amigas! ¡Gracias caballeros!

martes, 7 de septiembre de 2010

Plan ante desastres socio ambientales o plan antes del desastre?


Doraldina Zeledón Úbeda

Cierto, ha llovido mucho, desde mayo, y sin parar. Los estragos se sienten. Pero esto no es sólo a causa de las lluvias, también es por falta de prevención e irresponsabilidad De todos: los gobiernos, nacional y municipales, de hoy y de siempre. De prácticas inadecuadas del comercio, la industria, la producción, el consumo, la población. Unos que hacen muy poco y permiten todo a pesar de las leyes, y otros que contaminan y ayudan a que los problemas sean mayores. Me contaba una señora que ha visto a personas sacar la basura cuando llueve, para que se la lleve la corriente. O quienes la tiran a los cauces. Debería haber policías para controlar esto. La educación es lo más efectivo, pero a largo plazo. Hay que aplicar la ley. Si se multa al que tira la basura, la pensará para volverla a tirar. Pero también habría que disminuir la producción de residuos. Igualmente se debería ser estricto con los funcionarios que no funcionan. Realmente el pueblo no sólo es el presidente, sino el empleador; porque pobre, pero con sus impuestos paga puntualmente a sus empleados. ¿Por qué algunas autoridades demoran tanto en responder?

Ya es tiempo de que los gobiernos, nacional y municipales, comiencen a prevenir de verdad. ¿Por qué si se conocen lugares sumamente vulnerables se espera la lluvia para atenderlos? ¿Por qué reubicar a la carrera? ¿Que no hay terrenos? Creo que Nicaragua es lo que más tiene. Además, falta una ley de evacuación forzosa y reubicación obligatoria. Alguien decía que van a tratar de persuadir, eso debería ser antes; cuando ya el problema es grave hay que actuar.
En una noticia se decía “El teniente coronel Silva hizo énfasis en que las afectaciones de las lluvias no representan alarma, ya que cada invierno esas mismas comunidades enfrentan este tipo de situación y aclaró que “no hay un fenómeno extraordinario para decretar alerta”. Un fenómeno extraordinario sería que Malacatoya, Acahualinca, el barrio Hugo Chávez, no aparecieran en los diarios por inundaciones; que sabiendo que "cada invierno esas mismas comunidades enfrentan este tipo de situación", se pusiera en marcha un verdadero plan de prevención. ¿Porqué esperar que Motastepe se derrumbe? O los pobladores del Atlántico queden incomunicados y a la intemperie. Hay que buscar alternativas antes. Debería haber profesionales, técnicos, funcionarios, universidades, no sólo detectando sitios vulnerables, sino las soluciones para prevenir, buscar alternativas. Por ejemplo, qué hacer si el cerro La Gavilana dejara incomunicado a Estelí. Y también la población debe participar. Son los del lugar los que mejor conocen los problemas, podrían ayudar a detectar sitios vulnerables y o para la reubicación. Y prevenir evitando el deterioro del ambiente. Pero realmente prevenir, no para reubicar a última hora. Por ejemplo, qué alternativas dar a los habitantes de Motastepe y qué hacer para que la extracción de arena no continúe, qué hacer para crear condiciones que eviten el derrumbe. Porque no basta con reubicar a los que están cerca; los afectados pueden ser muchos, no sólo los que sufren directamente. Se ha dicho que las arenas llegarían a varios barrios de Managua. Por tanto, también se requiere del trabajo conjunto de los municipios. Y que la propia población afectada actúe. ¿Por qué esperar a que otros reaccionen por mí?
La prevención implica investigación, planificación, organización, sensibilización, negociación, porque no es igual que la gente salga a la fuerza a que lo haga sabiendo que es lo mejor. Y reubicación, condiciones, de nada serviría sacarlos y llevarlos a que sufran más. O que los saquen hoy y mañana regresen al mismo lugar. Y también se necesita rehabilitación de los reubicados. Y restauración o transformación del lugar evacuado, si es necesario. Creo que a corto plazo se podrían buscar alternativas de largo plazo. Y, como nos falla la memoria, sería provechoso recopilar la historia de catástrofes. En qué se falló, por qué. Puntos críticos por deslizamientos, inundaciones, terremotos, tornados, maremotos, incendios, corte de carreteras, de puentes. Qué se hizo, qué hacer y qué evitar en cada caso. Para sobrevivir el momento, para relocalización, rehabilitación, reconstrucción, albergues, alimentación, agua, salud, evitar saqueos y malos manejos. Pero no sólo para recopilar información, sino para darla a conocer, para utilizarla.
También es necesario el análisis del cumplimiento de las leyes, coordinación entre autoridades, participación ciudadana, procedimientos. Conocer las características y usos del lugar afectado y el de reubicación; cantidad de población afectada y sus actividades económicas, pues una reubicación no sólo tendría que ver con dotarlos de un terreno con sus servicios básicos, también con el empleo. Sin trabajo la gente vuelve al lugar. Esto no se puede hacer de emergencia, la prevención requiere tiempo.

Pero como no hemos prevenido, tenemos que prepararnos para actuar a última hora. La población puede contribuir a identificar los sectores vulnerables: cauces, cerros, ríos, casas. Población: personas mayores, enfermos, discapacitados, niños, embarazadas. Y animales domésticos. Y apoyar en la búsqueda de soluciones.

La prevención comienza con la protección del medioambiente. ¿Algún partido político estará pensando en el cambio climático o sólo les interesa el cambio de gobierno, de candidato? La verdad que ni eso. Parece increíble que estemos en semejante situación y que algunos políticos se estén peleando por seguir en el poder; desde arriba, desde abajo o de la mano.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Derecho humano al agua y al saneamiento

Doraldina Zeledón Úbeda.

Hace varios años fuimos a una comunidad rural a realizar una encuesta. Quise aprovechar para distribuir volantes sobre el lavado de las manos y el aseo en general. Al regreso nos reíamos, o más bien se reían de mí, pues en el lugar el problema más sentido era la falta de agua, las grandes distancias que tenían que recorrer para conseguirla. No recuerdo haber visto niños caretos. Entonces, cuando no se aseaban, probablemente no era por falta de consejos, sino por falta de agua. El problema era el acceso no el aseo.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra como tales, el derecho a la salud y el bienestar, a la vida. El artículo 25 expresa que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios…”; sin embargo no contempla el derecho al agua, sin la cual otros derechos, como a la salud, a la alimentación y a la vida, no son posibles. Esto se subsanó el 28 de agosto pasado, cuando, “reconociendo la importancia de disponer de agua potable y saneamiento en condiciones equitativas como componente integral de la realización de todos los derechos humanos”, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró “el derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.

La Declaración recuerda que “aproximadamente 884 millones de personas carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones no tienen acceso al saneamiento básico, y que cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443 millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento.”

El reconocimiento de este derecho, por sí solo no va a resolver el problema para esos millones de personas que no tienen cómo instalar el agua y servicios básicos. Se necesitan condiciones y voluntad política. Es por eso que el Consejo de la ONU “exhorta a los Estados y las organizaciones internacionales a que proporcionen recursos financieros y propicien el aumento de la capacidad y la transferencia de tecnología por medio de la asistencia y la cooperación internacionales, en particular a los países en desarrollo, a fin de intensificar los esfuerzos por proporcionar a toda la población un acceso económico al agua potable y el saneamiento...”

El agua en Nicaragua no es escasa, el problema es el acceso. Entonces, el asunto está en que el Estado garantice que esté al alcance de todos los hogares y en condiciones aptas para su consumo. Y que la población exija, no su derecho al agua, sino el acceso, las condiciones, para que se cumpla el nuevo derecho humano. Y no sólo exigir, también cooperar, porque en muchos casos la población, las industrias, las instituciones, contaminan, acaparan, lesionando el derecho de los demás. Y al cortar o contaminar el agua, cortan todo tipo de vida en el ambiente. Entonces, parte de esa garantía estatal debe ser cumplir y hacer cumplir las leyes, porque si yo construyo una represa aguas arriba, estoy limitando el acceso de los que están aguas abajo. Si vivo en un sector bajo y dejo la llave abierta, los situados en el sector alto, se quedarán sin agua. Si una fábrica contamina un río, los pobres que utilizan esa fuente, la utilizarán así, contaminada. Esto significa que el acceso al agua debe ser limitado y equitativo, porque los derechos no son absolutos, sino que, según nuestra Constitución, están limitados por los derechos de los demás y por las exigencias del bien común. Por supuesto, sin limitar tanto, a tal punto que nos dejen todo el día o varios días sin agua, como pasa desde hace un tiempo. El límite debe ser para quienes consumen sin medida.

Y con el abuso en la utilización del agua, se limitan otros derechos, por ejemplo, a un ambiente saludable, al trabajo, a la educación, a una vida digna. A elegir el domicilio, pues la falta de agua llevaría a emigrar. Y junto con la migración ambiental se van las costumbres, las tradiciones, las amistades y hasta las familias se desintegran, porque los derechos son interdependientes, de ahí que el texto recién aprobado reafirme “la responsabilidad de los Estados de promover y proteger todos los derechos humanos, que son universales, indivisibles, interdependientes y están relacionados entre sí, y que deben tratarse de forma global y de manera justa y equitativa y en pie de igualdad y recibir la misma atención… “

La declaración de la ONU no obliga a los Estados, pero en el caso de Nicaragua, por efecto del artículo 46 de nuestra Constitución, “en el territorio nacional toda persona goza de la protección estatal y del reconocimiento de todos los derechos inherentes a la persona humana, del irrestricto respeto, promoción y protección de los derechos humanos y de la plena vigencia de los derechos consignados en la Declaración Universal de los Derechos humanos...” y otras declaraciones relacionadas. Además. Contamos con la Ley General de Aguas y otras, como la de medioambiente.

La nueva resolución de la ONU se basa en una iniciativa presentada por el gobierno de Bolivia. Votaron a favor de la propuesta 122 naciones, nadie votó en contra, y hubo 41 abstenciones, entre ellas Australia, Bulgaria, Canadá, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Israel, Japón, Luxemburgo, Estados Unidos.

martes, 27 de julio de 2010

Campaña para no tirar la basura

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 21:16 - 26/07/2010

Sí, una campaña para no tirar la basura, y no para recogerla. Cuando veo brigadas recogiendo bolsas de plástico, me pregunto si no será más efectiva una campaña casa por casa, calle por calle, persona por persona, para que no las tiren a la calle. (Claro, si ya se tiró, hay que recogerla). Y que todos y todas seamos promotores de la salud ambiental. Que a quien tire una bolsa o una cáscara al suelo, se le invite a levantarla. Y que haya donde depositarlas. Posiblemente más de una persona nos tratará mal, nos dirá que no tenemos qué hacer o que nos vayamos a otro barrio o a otro país. Todo eso ya me lo han dicho porque reclamo el derecho a un ambiente sonoro saludable. Cada causa cuesta, pero es obligación cuidar nuestra ciudad. Y es preocupante que haya tantos residuos por todos lados. Pareciera que no nos importa y que las campañas de educación para nada sirven. Como se dice, el hecho de ser pobres no nos da derecho a ser cochinos. Pero también hay personas con poder económico e instruidas, que arrojan la basura a la calle.

¿Por qué algunos mercados están sucios, si allí hay dinero y empresarios con mucha iniciativa? Así como tienen trabajadores que resguardan sus negocios, podrían tener una brigada de educación ambiental que proteja el bien común más preciado: el medioambiente, que genera los demás bienes.

Los recolectores y recicladores hacen una gran labor, además de crearse su fuente de trabajo. Pero mientras ellos recogen y limpian la ciudad, otros ensucian: compran, rompen la bolsa, se comen el contenido y lo demás, a la acera. Pasan niños, viejos, jóvenes, mujeres, varones, a pie, en bus, en carro, todo mundo tirando basura. Van dejando el rastro de la mala educación y de la irresponsabilidad. Algunos quizás no tengan culpa, es producto de hábitos arraigados y la educación no llega a todos lados. También los carretones y camionetas depositan la basura en cauces, solares, caminos. Y las empresas que generan residuos no se responsabilizan por recogerlos. Ni se les obliga. Venden miles de botellas con agua, miles de gaseosas y miles de envoltorios con todo tipo de productos; pero, ¿cuántas botellas recolectan en plazas y playas?

¿Por qué no vemos los efectos, comenzando por las inundaciones cuando se obstruyen los cauces, en la contaminación del agua o en la reproducción de mosquitos y zancudos? Esto no lo sufrimos por ser pobres, sino por ser irresponsables, yoquepierdistas, cochinos. Nos importa nuestra actividad, nuestro negocio, y punto. A veces creo que en parte es por lo contradictorio de los mensajes. Se pide que se separen los residuos desde el hogar, pero el camión lo revuelve todo, porque no hay recogida selectiva.

Que no se revuelvan baterías con los residuos domiciliares, pero no hay alternativas. Que se coloque la basura en su lugar y no hay donde echarla. Que el aceite de la cocina no se eche en las tuberías de aguas residuales, pero no se dice qué hacer. Que los residuos verdes son muchos, pero no se explica qué árboles sembrar en cada lugar, a qué distancia de los edificios y cómo darles mantenimiento para que no perjudiquen y así evitar cortarlos, como cuando se llenan de plagas o se siembran pegado a la casa del vecino y dañan techo, paredes, alcantarillas. Que no se queme basura, pero algunos empleados municipales lo hacen. Y con las campañas para recolección, indirectamente se está tolerando que otros ensucien, pues hay quien recoja. Y algunos partidos políticos tienen promesas verdes, pero dejan las plazas llenas de plásticos y papeles.

Como vemos, entre los mensajes expresos y las acciones, hay muchas contradicciones. Esto, sumado a la falta de valores e incumplimiento de las leyes, contrarresta los esfuerzos de las campañas ambientales. De ahí la necesidad de la educación y buscar alternativas, lo mismo que la aplicación de leyes. Y de una congruencia entre la práctica y los mensajes. No sólo en las aulas, la educación ambiental debería ampliarse a las calles, mercados, plazas, ferias, bares, buses, costas, caminos, carreteras, movilizaciones partidarias, celebraciones religiosas, etc. Y los responsables de las actividades y productos generadores de desechos, deberían ser quienes los recolecten. Tiendas, pulperías, ferias, mercados, fábricas, distribuidoras, deberían tener recipientes, además de los que instalan las alcaldías.

Y como tirar la basura es tan común, y casi todo mundo lo hace, ni vergüenza da. Por eso, después de las concentraciones, las plazas quedan rebasadas. ¿Qué tal si las brigadas ecológicas funcionaran durante las movilizaciones? Y si cada partido, cada organización, tuvieran su brigada que esté atenta, no a recoger lo que otros tiran, sino para decirles que no tiren las bolsas y botellas en la plaza, y si lo hacen, pedirles que las recojan. Junto a las campañas políticas, religiosas, ferias, festivales, se deberían organizar campañas ambientales. Y también para bajar el volumen y reducir la basura acústica, pues aunque a veces no moleste, el ruido puede afectar, igual que los otros residuos.

sábado, 6 de marzo de 2010

Una computadora por cada escolar: herencia de Tabaré Vázquez

Doraldina Zeledón Úbeda

Cuando leí la noticia sobre los 300 niños que recibieron sus computadoras de manos de la Fundación Zamora Terán (END, 19-02-2010), me dije: entonces, también aquí es posible.

Desde el año pasado galopan en mi mente, imágenes que me hacen soñar con niños campesinos que montados en sus caballos llevan en las mochilas un mundo de información, de comunicaciones, de aprendizaje. Cargan en su espalda un país con un gran futuro. No son de Nicaragua, porque aquí los niños campesinos no van a la escuela a caballo sino sobre sus zapatos, y en algunos casos, saltando sobre sus talones, entre los charcos, en invierno; y en verano, para no sentir el polvo caliente del camino. Además, en la realidad, no veo un niño con una computadora, ni en el campo ni en la ciudad, pues la inseguridad se las arrebataría sin terminarlas de estrenar. Esos pequeños que vi volando en sus caballos, compartiendo la computadora con sus padres o usándolas en el patio de la escuela o en algún sitio de la ciudad, son de Uruguay, donde las escuelas y hogares viven una utopía posible: una computadora para cada alumno.

Cuando leí por primera vez la noticia me causó tremenda admiración. Busqué más información y me encontré con el sitio web oficial del programa Ceibal, impulsado por el gobierno de Uruguay, para lograr que la población tenga igual acceso a la tecnología y la educación. Incluye computadoras para niños ciegos, con discapacidades motrices, sordos. ¡Qué belleza! Tienen dispositivos y programas para el arte, como pintura y música. Pero no sólo es entregar la computadora. También significa conexión a Internet, mantenimiento, capacitación a docentes, programas, sitios web. En cambio, según informe de la CEPAL, Nicaragua es el país donde el servicio de Internet es el más caro de América Latina, además de la imposibilidad, para la mayoría, de acceder a mayor velocidad. Es el producto de los monopolios.

La imagen de esos niños volando en sus caballos me toma la cabeza a cada momento. Y veo también, niños de nuestra Costa Atlántica en pangas sobre los ríos, felices con su computadora. Y pienso si algún día será posible que los niños de San José de Cusmapa, donde los árboles tocan las nubes, puedan tener una computadora, que, abriendo al mundo una ventana virtual, muestren esas hermosas vistas que se pueden observar desde los miradores naturales. Pero para que esto suceda habrá que sembrar mucho maíz, llenar muchos estómagos y hacer realidad primero otros sueños. Porque una vez fui a supervisar clases con el Ministerio de Educación. Y no había clases. Ni comida.

Pero si cada empresario actuara como la Fundación Zamora Terán, otro país tendríamos. Este hecho no sólo transmite tecnología, sino solidaridad, esperanza, valores. Y si los gobiernos asignaran más presupuesto a educación, si hubiese menos corrupción y menos juicios por corrupción que sólo dejan más gastos; si hubiese menos diputados, menos magistrados y más interés por salir del subdesarrollo, entonces, podríamos ver niños volando sobre sus pies, para llegar a la escuela con alimento en su estómago y la computadora en su mochila.

Confieso que sé poco sobre Uruguay. Por eso, no hace mucho le pregunté a un amigo, ¿qué atractivos tiene tu país? Hizo silencio. Luego respondió: hay paz y mucha tranquilidad. Cuando leí la noticia sobre el programa “una computadora para cada escolar” me dije, sin tranquilidad y seguridad, no podría un niño andar con su computadora en las manos o en la mochila. Porque no es sólo tener acceso a la computadora. Aquí ni un celular de los más baratos dura en poder del dueño original. Y recordé a los estudiantes de la UCA que me decían, ahora no son cadenas ni relojes los que nos arrancan, sino las mochilas y los celulares.

Y también pienso en los sitios web de los ministerios e instituciones públicas de nuestro país. A veces no hay forma de cómo contactarse, todavía no se puede resolver problemas mediante la red, y si publican la dirección de un funcionario o abren una a ventana para hacer un reclamo, de todos modos pocos contestan. Entonces, si no cambiamos de actitud, de nada serviría tener una computadora conectada a Internet.

Y no es que una máquina por sí sola arregle el mundo, pero cuánto se podría hacer si la tecnología llegara a los rincones del Norte o de la Costa Atlántica, donde los huracanes dejan incomunicada a la población. Cuánta destrucción se podría evitar si se pudiera informar a tiempo sobre un incendio que acaba con los bosques. O sobre el tráfico de madera. O cuánta capacitación vía Internet. Porque lo importante no es tener la tecnología sino utilizarla para mejorar la calidad de vida. Por ello, en Nicaragua habría que agregar la ética, pues de nada serviría un sistema de información si no se informa o no se escucha. O una tecnología que afecte negativamente, si no se toman las medidas necesarias con la infraestructura y el contenido de la información.

Con este proyecto, Tabaré Vázquez; presidente de Uruguay hasta febrero de 2010, debe sentirse sumamente dichoso. Es el único país del mundo que cumple la meta de una computadora por cada alumno de primaria en escuelas públicas. Después van con la enseñanza media. Es un proyecto de país, de ahí que se asegure la continuidad. ¡Cuánto por hacer tenemos en Nicaragua! De esto nos deberíamos copiar.

Amigo, ¡cuánto atractivo tiene Uruguay!

Publicado en El Nuevo Diario, Managua, Nicaragua, jueves 4 de marzo de 2010. http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2010/03/04/opinion/120129

domingo, 31 de enero de 2010

Contaminación visual

Doraldina Zeledón Úbeda

Cada ciudad tiene su fisonomía, su personalidad; y, como en las personas, la primera impresión entra por los ojos. La publicidad, la arquitectura, el comercio, el ordenamiento territorial son, en gran parte, responsables de esa fisonomía. Carteles de todo tamaño, pintas, mantas, amontonamiento de basura publicitaria en las paredes; cables, antenas, construcciones inadecuadas, alteran el paisaje y generan la contaminación visual, que se refiere a cualquier elemento que afecte la visibilidad y la estética del paisaje natural o urbano.

Además de los grandes rótulos en las calles y carreteras, también hay soportes publicitarios en aceras y andenes, que impiden el paso y la visibilidad. Esto tiene que ver con la seguridad ciudadana. No se debería permitir el exceso de publicidad en muros y fachadas, con papeles que nadie lee. Colocar cualquier cantidad de rótulos, pintas, mantas, afea la ciudad y puede causar problemas de salud, como estrés, dolor de cabeza, y hasta llegar a cuasar la muerte, por ejemplo en un accidente de tránsito, al impedir la visibilidad y tapar información vial o distraer la atención de conductores y peatones. El exceso de publicidad y su ubicación inadecuada, estresa, cansa, atiborra el cerebro, afecta la atención hacia otros elementos del ambiente o hacia la actividad que se realiza.

También constituyen contaminación visual las telarañas de los cables para la energía eléctrica. Y los postes que instalan frente a puertas o ventanas. O los vehículos mal estacionados que no permiten ver y que la policía no ve.

El comercio informal también incide. Las ventas en calles y aceras quitan visibilidad y afectan la estética de la ciudad. No es que se cuestione esta fuente de trabajo, sino que se ordene. La misma gente podría contribuir. He visto en algunas ciudades que, aunque sean en la calle, están limpitas y ordenadas. En las aceras angostas no se debería permitir ventas, ni talleres en la calle. También el comercio formal genera contaminación visual. En varias ciudades las tiendas se han salido a las puertas y aceras. Y hasta se toman las calles. Quitan visibilidad y el que pasa puede enredarse en las mercaderías que cuelgan como matapalos. Y pasa en todas las ciudades, incluyendo la bonita Granada. La preocupación por el centro histórico debería extenderse a toda la ciudad. O más bien, extender la preocupación por el turismo a la preocupación por la calidad de vida de todos los pobladores.

Como vemos, no es sólo cuestión de publicidad, son varios los sectores e instituciones involucrados: comercio, ordenamiento territorial, turismo, arquitectura, seguridad ciudadana, transporte, medioambiente, salud, energía, construcción. Pero es la municipalidad la responsable principal. Y hay varias leyes que podrían contribuir. En el caso de la publicidad, para Managua está el Reglamento de Rótulos. Pero primero es la propaganda política y después el control de la contaminación visual, esté quien esté en el poder. Igual sucede con la contaminación acústica.

El Código Penal contiene dos artículos relacionados con el tema. El 556 se refiere a las pintas. “El que sin autorización del propietario, haga pintas o pegue carteles o papeletas en muros, paredes, puertas o ventanas de edificios públicos o privados, será sancionado con diez a veinte días multa, o trabajo en beneficio de la comunidad de diez a veinte días de dos horas diarias” Si permito que la pared de mi casa la forren con todo tipo de publicidad, no hay problema. Hacen falta normativas que regulen esto, independientemente de que el dueño lo permita.

El artículo 364 dice: “Quien altere de forma significativa o perturbadora el entorno y paisaje natural urbano o rural, de su perspectiva, belleza y visibilidad panorámica, mediante modificaciones en el terreno, rótulos o anuncios de propaganda de cualquier tipo, instalación de antenas, postes y torres de transmisión de energía eléctrica de comunicaciones, sin contar con el Estudio de Impacto Ambiental o las autorizaciones correspondientes, o fuera de los casos previstos en el estudio o la autorización, será sancionado con cien a trescientos días multa. En este caso, la autoridad judicial ordenará el retiro de los objetos a costa del sentenciado.”

Se refiere al entorno y paisaje urbano y natural. Aquí entra todo: parques, calles, rotondas, aceras, edificios, monumentos, áreas “protegidas”, costas, carreteras, barrios. “Modificaciones en el terreno” tiene que ver con la alteración del paisaje y con la visibilidad. No sólo en las vías de comunicación, también en la visibilidad del paisaje escénico. Por eso no se debe permitir la construcción de edificios de varios pisos a la orilla de las costas.

No tenemos una ley de ciudad limpia, como en Sao Paulo, pero hay normativas. Que no se aplican. Por eso la participación de la población es esencial. No se puede dejar la protección de la ciudad, de los bosques, de nada, sólo en manos de instituciones. Quien vive cerca, quien siente los efectos, aprecia los paisajes escénicos, valora los recursos naturales o quiere su pedacito de calle, de barrio, de parque, de costas, de río, es quien debe cuidar, para por lo menos disfrutar del derecho a ver. El que quiere de verdad a su ciudad, a su país, es quien puede preocuparse de verdad. Los demás, en muchos casos, estarán preocupados por un salario u otros intereses.

Podríamos comenzar con una limpieza de basura publicitaria, como las pintas, los papeles que forran las fachadas y las mantas rotas que visten de andrajos la ciudad.

sábado, 30 de enero de 2010

Sábato: Los valores son los que presiden las grandes decisiones

Doraldina Zeledón Úbeda

En artículo reciente expresé que lo más importante es defender el derecho al medioambiente, pues está por sobre los otros derechos. Ahora que leí La Resistencia de Ernesto Sábato (Argentina, 1911), pienso que lo primero a defender son los valores. Porque ¿cómo vamos a tener solidaridad con las generaciones futuras si no les dejamos ni agua? O, ¿cómo la educación va a crear valores si en la práctica crecen los antivalores?

Sábato es novelista, ensayista, pintor, Doctor en Física, candidato a Premio Nóbel de Literatura varias veces, incluyendo este año, y con premios en su país y en el mundo. Publicó en el 2000, en género epistolar en la edición digital de Clarín, La Resistencia. Primera carta: Lo pequeño y lo grande; Segunda carta: Los antiguos valores; Tercera carta: Entre el bien y el mal; Cuarta carta: Los valores de la comunidad; Quinta carta: La resistencia; Epílogo: La decisión y la muerte. A la vez que habla de la pérdida de valores, reconoce que todavía hay esperanzas e invita a resistir, lo que no es igual que resignarse, aclara. Comparto aquí algunas citas seleccionadas, tituladas y ordenadas a mi manera. Más que comentarlas, prefiero dejar sola la belleza de estas perlas cultivadas durante un siglo. Gracias al amigo que me sugirió el libro. ¡Y gracias al autor!

Antiguos valores. Las sociedades desarrolladas se han levantado sobre el desprecio a los valores trascendentes y comunitarios y sobre aquéllos que no tienen valor en dinero sino en belleza.

La vida de los hombres se centraba en valores espirituales hoy casi en desuso, como la dignidad, el desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la adversidad. Estos grandes valores, como la honestidad, el honor, el gusto por las cosas bien hechas, el respeto por los demás, no eran algo excepcional, se los hallaba en la mayoría de las personas.

Vejez. Así nos es dado ver a muchos viejos que casi no hablan y todo el tiempo parecen mirar a lo lejos, cuando en realidad miran hacia dentro, hacia lo más profundo de su memoria. ¡Qué poco tiempo le dedicamos a los viejos! (…) El abandono que los hombres de nuestro tiempo hacen de las personas mayores, de los padres, de los abuelos, esas personas a quienes les debemos la vida. Nuestra “avanzada” sociedad deja de lado a quienes no producen. ¡Dios mío!, ¡dejados a su soledad y a sus cavilaciones!, ¡cuánto de respeto y de gratitud hemos perdido!

Ruido. En todos los cafés hay, o un televisor, o un aparato de música a todo volumen. Si todos se quejaran como yo, enérgicamente, las cosas empezarían a cambiar. Me pregunto si la gente se da cuenta del daño que le hace el ruido, o es que se los ha convencido de lo avanzado que es hablar a los gritos. En muchos departamentos se oye el televisor del vecino, ¿cómo nos respetamos tan poco?

Vergüenza. ¿Han notado que la gente ya no tiene vergüenza y, entonces, sucede que entremezclados con gente de bien uno puede encontrar, con amplia sonrisa, a cualquier sujeto acusado de las peores corrupciones, como si nada? En otro tiempo su familia se hubiera enclaustrado, pero ahora todo es lo mismo y algunos programas de televisión lo solicitan y lo tratan como a un señor.

Corrupción. No debemos ser asesores de la corrupción. No se puede llevar a la televisión a sujetos que han contribuido a la miseria de sus semejantes y tratarlos como señores delante de los niños. ¡Ésta es la gran obscenidad! ¿Cómo vamos a poder educar si en esta confusión ya no se sabe si la gente es conocida por héroe o por criminal? Dirán que exagero, pero ¿acaso no es un crimen que a millones de personas en la pobreza se les quite lo poco que les corresponde? ¿Cuántos escándalos hemos presenciado, y todo sigue igual, y nadie —con dinero— va preso?
Cuando fuimos niños aprendimos el comportamiento viendo a los hombres que simplemente cumplían con el deber —una expresión hoy en desuso— esperando recibir una recompensa digna por su trabajo, pero que nunca hubieran aceptado ningún soborno. Eran personas con dignidad: no se hubieran metido en el bolsillo lo que no les correspondiera, ni hubieran aceptado sobornos ni bajezas semejantes.
Miles de hombres se desviven trabajando, cuando pueden, acumulando amarguras y desilusiones, logrando apenas sostenerse un día más en la precaria situación mientras casi no hay individuo que tras su paso por el poder no haya cambiado, en apenas meses, un modesto departamentito por una lujosa mansión con entrada para fabulosos autos. ¿Cómo no les llega la vergüenza?

Libertad. Como hombres libres en un campo de reclusos nuestra misión es trabajar por ellos, de todas las formas a nuestro alcance. “La verdadera libertad no vendrá de la toma del poder por parte de algunos, sino del poder que todos tendrán algún día de oponerse a los abusos de la autoridad. La libertad personal llegará inculcando a las multitudes la convicción de que tienen la posibilidad de controlar el ejercicio de la autoridad y hacerse respetar”, afirmó Gandhi.

Tolerancia y diversidad. Debemos hacer surgir, hasta con vehemencia, un modo de convivir y de pensar, que respete hasta las más hondas diferencias.

Competencia. Es crucial que comprendamos que la primera huella que la escuela y la televisión imprimen en el alma del chico es la competencia, la victoria sobre sus compañeros, y el más enfático individualismo, ser el primero, el ganador. Genera una gran confusión enseñarles cristianismo y competencia, individualismo y bien común.

Niñez ante contradicciones. Quizá sean los chicos los que nos vayan a salvar. Porque, ¿cómo vamos a poder criarlos hablándoles de los grandes valores, de aquellos que justifican la vida, cuando delante de ellos comprueban que se hunden millares de hombres y mujeres, sin remedios ni techos donde protegerse? O ven cómo poblaciones enteras son arrasadas por inundaciones que pudieron evitarse.

Esperanza. Invitación a resistir. Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse. No mirar con indiferencia cómo desaparece de nuestra mirada la infinita riqueza que forma el universo que nos rodea, con sus colores, sonidos y perfumes.

Los hombres encuentran en las mismas crisis la fuerza para su superación.
El ser humano sabe hacer de los obstáculos, nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer. En esta tarea lo primordial es negarse a asfixiar cuanto de vida podamos alumbrar.

Los valores son los que nos orientan y presiden las grandes decisiones. Unidos en la entrega a los demás y en el deseo absoluto de un mundo más humano, resistamos. Esto bastará para esperar lo que la vida nos depare.

sábado, 23 de enero de 2010

Solidaridad preventiva

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 18:59 - 22/01/2010

Es admirable la solidaridad ante las catástrofes socionaturales. La gente se mueve sin pensarlo dos veces. Ante un terremoto, un maremoto, un huracán, sobra ayuda, al menos al comienzo. Se comparte lo mucho y lo poco. Ver heridos, amputados, muertos, sobrevivientes, huérfanos, como en Haití, impacta y genera el desborde solidario. A mí me impactó también el relato de Ronie Zamor, haitiano residente en Nicaragua, que se sumó a la brigada de rescate, como traductor (END 20 enero). Esa historia de amor entre dos manos en medio de los escombros. La mano viva quedó amputada de la mano muerta. ¿Cuál dolor sería más grande, el de la mano se apaga o el de la otra que tiene que soltar la mano inerte? Conmueve. Precisamente por ese dolor que no puede ser curado, esto también nos debería con-mover a disminuir el impacto de los desastres naturales y a evitar los desastres sociales de siempre. Y para poder escuchar señales de vida, dicen los socorristas, necesitaban del silencio. Así es, haciendo un poco de silencio podemos escuchar no sólo los sonidos como símbolo de vida; también las necesidades, dolores y alegrías de los demás. Por eso se dice que el ruido puede llevar a la insolidaridad.

Estos fenómenos nos deberían dejar motivados a prevenir la vulnerabilidad. De todo tipo. ¿Por qué esperar que Tepalón se inunde, que el cerro Motastepe se derrumbe, los ríos se desborden o las casas se desplomen? Si se caen por mala construcción, ¿por qué no una solidaridad preventiva? Si vivimos en una ciudad amenazada por terremotos, nos podríamos con-mover para que los daños y pérdidas de vida sean lo menos posible. Se publican listados de puntos vulnerables y fallas geológicas que predicen un sismo, se dice que ya hay planes ante desastres. Debería haber un plan para antes del desastre. Desconozco si hay un censo claro, no un cálculo, de viviendas sobre fallas geológicas o "terremoteadas", de casas mal construidas. ¿Cuántas que aguantaron el terremoto todavía están en pie? ¿Hay alguna valoración de sus condiciones? ¿Cuántas necesitan ser reforzadas o reconstruidas? ¿Cuántas personas pueden hacerlo y cuántas necesitan solidaridad preventiva? ¿Quién supervisa las construcciones de los pobres? Porque están bien las recomendaciones y el Código de Construcción; pero no sirven de mucho si no se pueden implementar.

Las universidades, especialmente las carreras de ingeniería civil y arquitectura, podrían hacer el censo, asesorar y supervisar. El gobierno y los organismos internacionales, financiar. Las alcaldías, facilitar las gestiones para construcción; pues seguramente en muchos casos no se solicita permiso porque falta dinero. Y la empresa privada, bajar el precio de los materiales, y evitar subirlo ante la demanda. De paso, se crearían empleos. Igual se podría hacer en caso de la vulnerabilidad ante huracanes, inundaciones, deslizamientos de tierra. Y no es sólo facilitar techo, sino asegurar la vida con casas bien construidas y en lugares seguros. Si se desaloja a la gente para desarrollar un emprendimiento, como una hidroeléctrica, ¿por qué no se le obliga a salir de un lugar inseguro? Por supuesto, dándole alternativas.

Y no sólo ante catástrofes que sangran a la vista de todos. Porque hay otras permanentes que van amputando sin gritos, sin sangre y sin hedor: la sierra estruendosa del hambre y la desnutrición va amputando el cerebro y la vida; el desempleo amputa la familia que se desgrana por las fronteras; y amputa la salud y la educación. La falta de agua amputa los derechos humanos y la vida misma. En una familia donde falta un hijo, el padre o la madre están lejos; donde el desempleo, la enfermedad o las deudas mantienen en zozobra, desesperación y hasta alteradas o inertes a las personas, también se amputan las relaciones, las ilusiones y las sonrisas. A veces hasta los consejos, la fe y la claridad mental son amputadas, porque quien está al borde del abismo está bloqueado. Quizás podemos contribuir para que al menos no se vaya la esperanza.

Entonces, ante cada causa de fenómenos socioambientales habría que tender un puente de prevención solidaria. Una redistribución de agua, de alimentos, de plazas laborales. Se tendría que hacer un censo de familias sin agua; de personas con varios empleos y de las desempleadas. Me refiero a quienes tienen buenos salarios, no a los que andan de trabajo en trabajo para poder juntar unas monedas. Y crear opciones para los jóvenes que salen de la Universidad con la ilusión de poder ayudar a su familia, pero que van directo a las filas de la migración y la incertidumbre. O darle oportunidad a una madre desempleada. También se podrían construir más centros técnicos, pues realmente ofrecen una salida laboral, tanto a jóvenes como a mayores. Y más promoción e incentivos a la creación de empleos.

Y creo que no deberíamos hacer gala de nuestra solidaridad. Sí reconocer el trabajo de quienes ayudan, de quienes se exponen por amor al prójimo; pero hasta ahí. Aquí el silencio también es necesario. El sufrimiento de otros y la solidaridad no deberían ser incentivo publicitario, de imposición o competencia.

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/66652

jueves, 7 de enero de 2010

Conferencia mundial de los pueblos sobre el cambio climático- Bolivia

Bolivia, 5 de enero, 2010

Considerando que el cambio climático representa una real amenaza para la existencia de la humanidad, de los seres vivos y de nuestra Madre Tierra como hoy la conocemos;

Constatando el grave peligro que existe para islas, zonas costeras, glaciares de los Himalayas, los Andes y las montañas del mundo, los polos de la Tierra, regiones calurosas como el África, fuentes de agua, poblaciones afectadas por desastres naturales crecientes, plantas y animales, y ecosistemas en general;

Evidenciando que los mas afectados por el cambio climático serán las más pobres del planeta que verán destruidos sus hogares, sus fuentes de sobrevivencia y serán obligados a migrar y buscar refugio;

Confirmando que el 75% de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero se originaron en los paí¬ses irracionalmente industrializados del norte;

Constatando que el cambio climático es producto del sistema capitalista;

Lamentando el fracaso de la Conferencia de Copenhague por responsabilidad de los países llamados "desarrollados" que no quieren reconocer la deuda climática que tienen con los paí¬ses en ví¬as de desarrollo, las futuras generaciones y la Madre Tierra;

Afirmando que para garantizar el pleno cumplimiento de los derechos humanos en el siglo XXI es necesario reconocer y respetar los derechos de la Madre Tierra;

Reafirmando la necesidad de luchar por la justicia climática;

Reconociendo la necesidad de asumir acciones urgentes para evitar mayores daños y sufrimientos a la humanidad, la Madre Tierra y restablecer la armoní¬a con la naturaleza;

Seguros de que los pueblos del mundo, guiados por los principios de solidaridad, justicia y respeto por la vida, serón capaces de salvar a la humanidad y a la Madre Tierra; y

Celebrando el dí¬a Internacional de la Madre Tierra,

El gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia convoca a los pueblos y movimientos sociales y defensores de la madre tierra del mundo, e invita a los cientí¬ficos, académicos, juristas y gobiernos que quieren trabajar con sus pueblos a la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra a realizarse del 20 al 22 de abril del 2010 en la ciudad de Cochabamba, Bolivia.

La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra tiene por objetivos:

1.. Analizar las causas estructurales y sistémicas que provocan el cambio climático y proponer medidas de fondo que posibiliten el bienestar de toda la humanidad en armonía con la naturaleza.

2.. Discutir y acordar el proyecto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra.

3.. Acordar las propuestas de nuevos compromisos para el Protocolo de Kioto, y para proyectos de Decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que guiarán el accionar de los gobiernos comprometidos con la vida en las negociaciones de cambio climático y en todos los escenarios de Naciones Unidas, respecto a:

a) deuda climática,

b) migrantes-refugiados del cambio climático,

c) reducción de emisiones,

d) adaptación,

e) transferencia de tecnologí¬a,

f) financiamiento,

g) bosques y cambio climático,

h) visión compartida,

i) pueblos indí¬genas, y

j) otros

4.. Trabajar en la organización del Referéndum Mundial de los Pueblos sobre el cambio climático.

5.. Analizar y trazar un plan de acción para avanzar en la constitución de un Tribunal de Justicia Climática;

6.. Definir las estrategias de acción y movilización en defensa de la vida frente al Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra.

Bolivia, 5 de enero, 2010

Evo Morales Ayma

Presidente del

Estado Plurinacional de Bolivia

miércoles, 6 de enero de 2010

México debe reivindicar Copenhague

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 20:58 - 05/01/2010
http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/65493

¿Qué pasó en Copenhague? Lo que se esperaba: no habría clima para negociaciones y deciden los poderosos. Cinco decidieron: Estados Unidos, China, India, Sudáfrica y Brasil. ¿Qué acordaron? Que la temperatura media global no debería sobrepasar los 2ºC, pero no definen el porcentaje de reducción de emisiones para que eso se cumpla. Cada país decide lo que le parece. Antes, algunos habían prometido 10.000 millones de dólares anuales hasta 2012, y un monto de 100.000 millones hasta 2020; pero el acuerdo no especifica la distribución ni de dónde saldrá el dinero. China aceptó la supervisión del cumplimiento de la reducción de emisiones. Y acordaron que los países subdesarrollados también deben disminuirlas. Esto, más adaptarse al cambio climático, significa muchos recursos para los países pobres, por lo que califican de limosna lo que se les ofrece. Sin embargo, no es obsequio ni limosna. Recordemos que somos acreedores, debido a la deuda ecológica y su mora; que ha sido fundamentada pero no concretizada.

¿Impusieron los acuerdos o se lo permitieron? Como sea, eso es lo que se esperaba, se envió un mensaje pesimista y los líderes lo materializaron. Tras dos semanas de negociación entre 193 delegaciones, llega el carismático moreno de la Casa Blanca y conquista a cuatro países emergentes. Después de aparentemente estar al sur, estos cuatro se pasaron a la acera del norte. ¿Se les obligó a negociar? Sencillamente están cruzando la calle para colocarse en la misma fila. Obama vio claro las necesidades de ellos y como imán los atrajo porque tienen intereses comunes: no detener su crecimiento material y obedecer al gran capital. Por tanto, no podían comprometerse a reducir más las emisiones ni a soltar más dinero. No es falta de capacidad, ni de conocimientos, sino de voluntad, es la defensa de un crecimiento que carcome. Pero bien, si esperábamos eso, no deberíamos extrañarnos de los resultados. Lo cual no implica aceptarlos.

No se discute la maestría de Obama, pero también le dan poder las estrellas. Desde que llega, ya se sabe que Washington dirigirá la orquesta. Está predeterminado que va a liderar. Hay como una predisposición de los demás presidentes para permitirlo. ¿Por qué, si él es nuevo en la Casa Blanca, y en cambio hay gobernantes que hasta han reeditado su historia al frente de sus países? Y si el documento de cinco nada concreto acordó, los demás nada hicieron para impedirlo y actuaron conforme lo programado por el pesimismo y la autodevaluación. Como dice Gandhi: “Estoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad sino por su propia debilidad.”

Una negociación de cinco sobre 188 pudo parecer victoriosa en el primer momento y que salvó la Cumbre, pero a la larga unos “acuerdos impuestos” serán una vergüenza. Tanto para quienes lo redactaron y firmaron como para quienes lo permitieron. El enojo de algunos presidentes debe ser de vergüenza por haber sido incapaces de impedir que cinco decidieran.

¿Qué nos queda? Adaptarnos al cambio climático, lo cual implica conocer nuestra vulnerabilidad, los efectos concretos en nuestro territorio y crear los mecanismos para que el impacto sea lo menos posible. Y reducir las emisiones de gases contaminantes. Esto, más el hambre de siempre y el atraso, requieren de capacitación, recursos técnicos y financieros. El financiamiento le corresponde a quienes más han contaminado.

Pero algo bueno dejó la Cumbre: una mayor concienciación sobre el problema, el seguimiento que se le dio, la mayor publicaron en los medios, poner el tema del cambio climático en la agenda mundial. Y el despertar de algunos países. Esto ha sido el logro, porque un acuerdo nada resolverá sin la participación de la sociedad. Lástima que nuestros políticos no han despertado y seguramente el tema del Globo pasó de noche. Ellos sólo están pendientes de elecciones y pactos por cuotas de poder.

Ahora queda saber trabajar la Cumbre de México: ya no hay que enviar un mensaje contradictorio o pesimista, sino exigir unos acuerdos claros y jurídicamente vinculantes. Y para que los ricos no decidan solos, se necesita que los países pobres se unan y se preparen, unidos en un discurso y una práctica común, con propuestas concretas y alternativas para no improvisar ni dejarse imponer. Y saber identificar a los aliados. No hay que permitir que unos pocos decidan. Hay que enviar ese mensaje claro. Se deberá exigir más, no sólo los presidentes en la Cumbre. Los movimientos ambientalistas y la sociedad en general debemos exigir a los gobiernos una actuación digna. La Cumbre de México debe reivindicar a la de Copenhague.

Hemos buscado cómo aprovechar y dominar la Tierra, ya la exprimimos hasta secarla y la herimos hasta desangrarla. Es el momento de buscar cómo parar el consumismo para que otros consuman. De usar la razón y el corazón para generar alternativas. También hay que exigir a los políticos que se ambientalicen un poco, no para pintarse de verde sino para que los niños no mueran verdes. Si es que les importan. Al menos recuerden que un día van a votar y los pueden botar.

El derecho al medioambiente sano y adecuado para todos los seres debe estar por encima de todos los derechos, inclusive del derecho a la vida. Si defendemos el medioambiente defendemos la salud, los alimentos, el agua, el trabajo, en fin, la vida misma. Por eso es tarea de todos los sectores. Tengamos fe y esperanza de que todavía haya tiempo. Y certeza de que el tiempo no espera.


doraldinazu@gmail.com