Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

miércoles, 27 de agosto de 2008

Por los animales: dos lágrimas en el lago

Francisco responde:
“En el hombre existe mala levadura.
Cuando nace viene con pecado. Es triste.
Mas el alma simple de la bestia es pura.”

Rubén Darío. "Los motivos del lobo"


¡Para adentro! ¡Vamos! Y tras el grito, ¡zas!, el fajazo. El pobre perro se fue corriendo. Toda la dignidad de su raza se escurrió cuando corría agachado.Y el azote una y otra vez sobre el lomo flaco del caballo carretonero. Y si los bueyes no quieren halar la carreta o el arado, allá va el chuzazo. O si el caballo no se deja domar, para eso están el chilillo y el freno.¿Y los juegos de gallos? ¿Y las barreras con sus toros? ¿Y el cuchillo que se hunde en el cuello del cerdo? Y el asado delicioso que se deshace en la boca..
Es complejo.
¿Será que los animales no tienen sentimientos, fuera del dolor corporal? ¿Entonces, por qué una gata se tira encima si le quitan los gatitos? ¿Por qué una gallina se te lanza si le quitás un pollito? ¿Por qué un perro se alegra cuando ve a su amo o se entristece en caso contrario?Una vez vi rodar las lágrimas de una vaca. Fue en el muelle de Moyogalpa, en la Isla de Ometepe. Había una leve brisa, pero suficiente para humedecer el embarcadero de zinc liso. La vaca se caía una y otra vez cuando la empujaban hacia el barco, pero la levantaban de la cola y de los cuernos. Las lágrimas de la pobrecita, seguidas se resbalaban por su hocico, como sus cascos sobre el zinc. La gente hizo un círculo como cuando juegan gallos o dos personas pelean en la calle, sólo que en este caso no había gritos... Estaba yo tomando fotos al lago. Luego le tomé a la vaca. Sólo pude hacer una, el lente de la cámara se empañó, como de mi mente se empañaron los paisajes mágicos de la Isla.La lágrima de la vaca y la mía se fueron al lago. ¿Y qué significan dos lágrimas en el lago? Seguramente no sirven de nada dos lágrimas, si sólo eso hacemos. Bueno, posiblemente hubo más lágrimas, pero nos dio vergüenza y nos retiramos del espectáculo, como nos retiramos de tantas otras situaciones.Pobrecitos animales. Pero, ¿tendrá culpa la gente? Yo le he pegado a un gatito que se me enrollaba en los pies... Y he visto cómo los campesinos y la gente quieren a sus animales. También yo quería al gatito, ¿entonces? Quizás es nuestra cultura, la costumbre. El no pensar en los demás. Es falta de educación en valores. Falta de todo lo que nos hace falta para nuestra subsistencia material y espiritual.¿Y habrá comido ese caballo que no quiere halar el carretón? ¿Estará muy cansado el buey? Y el dueño del carretón, ¿habrá comido? El que le gritó al perro, ¿no estaría trasladando el grito que le dieron? El campesino que le hundió el chuzo al buey, ¿no estaría siendo empujado por los chuzos que lo tienen desesperado? Alguien dirá: “¿Y esta mujer por qué se ocupa de los animales y no de la gente?”, como ya me han cuestionado por la lucha contra el ruido. El problema es que sí me preocupo, pero no basta con eso. Tendríamos que reunir las preocupaciones de todos y todas, y generar acciones contra el hambre, la contaminación --incluyendo la contaminación del alma--, contra el maltrato a la gente y a los animales, incluyendo la violencia acústica.Me alegra ese artículo 37 a favor de los animales en la Ley Especial de Delitos contra el Medioambiente y los Recursos Naturales. Pero los juegos de tradición popular, como peleas de gallos y corridas de toro, que se exceptúan, también maltratan a los animales. Ahora falta que cumplamos la ley, desde el mismo mayo en que entrará en vigencia. Y ojalá que en las fábricas, en el comercio, en el campo, en las oficinas y en todo trabajo se penalice también el maltrato a los humanos y ¡a las humanas! Porque los trabajadores también reciben el chuzazo, el latigazo. A veces tienen que ponerse bozal cuando piensan diferente. Y es maltrato no tener dónde dormir, ni medicinas, ni saber leer, ni tener qué comer; mientras por otro lado el consumismo acaba con los recursos naturales.Dos lágrimas no hacen nada, pero si juntáramos preocupaciones podríamos llenar un lago por el cual navegarían nuestras esperanzas hechas realidad. Ojalá que el santo de Asís repita su oración. Por los animales y por nosotros (as), animales pensantes insensibles ante nuestros hermanos en especie y ante las demás especies. Más bien no-pensantes, porque si pensáramos no destruiríamos nuestras propias condiciones de vida.Hacen falta lágrimas y acción, así como juntar sentimiento, necesidad, acción y pensamiento.

El Nuevo Diaro. Managua, Nicaragua - Lunes 13 de Febrero de 2006