Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño

tantas rubias bellezas y tropical tesoro,

tanto lago de azures, tanta rosa de oro,

tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.



Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,

la caja de armonía que guarda mi tesoro,

la peaña de diamantes del ídolo que adoro

y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Rubén Darío (1889).



Anidando en el porche

Anidando en el porche
dzu2012

jueves, 18 de septiembre de 2008

Convenio marco para la lucha antitabáquica

Doraldina Zeledón Úbeda
END - 09:50 - 14/08/2008
Unos cinco millones de personas mueren cada año en el mundo por los efectos del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud, es decir, casi la población de Nicaragua. Sin embargo, sigue siendo una droga de consumo legal y un problema de salud pública y familiar, pues, ¿cuántos hemos pasado por el dolor de ver a un familiar, a un amigo o compañero de trabajo que se muere por esta causa? O, ¿cuántos tenemos un amigo, un pariente, un compañero de trabajo que fuma? ¿Y quién no ha estado expuesto al humo de tabaco? Los gobiernos saben que enfrentan una epidemia, pero no se toman medidas suficientes, o no se llevan a la práctica, sino todo lo contrario, se permite la inducción de los niños y jóvenes al vicio, de diferentes formas.
El control no debería ser sólo la restricción de fumar, sino medidas integrales que incluyan el apoyo a los que deseen dejar de fumar y la información y concienciación a los que no intentan hacerlo. Y, considerando que el hábito se adquiere en la vida social, su control debería ser una preocupación de toda la sociedad. Los gobiernos, las instituciones y organizaciones tienen mucho por hacer ante la epidemia. Los consumidores pasivos deberíamos ser menos pasivos y apoyar campañas de concienciación y convencimiento sobre la necesidad de no fumar, pues vale más la convicción que la exigencia. Y vale más hacerlo sin enojo hacia los adictos a esta droga, pues también son víctimas del sistema. El rechazo o reclamo inadecuado no llevan a nada. Deberíamos recordar que quien no “peca” por una acción, peca por otra.
Algunos fumadores manifiestan conocer los efectos del tabaco, pero quizás no están del todo conscientes, o la adicción y los problemas son tantos que todo esfuerzo que hagan será en vano. Por ello algunos dicen, “claro que quisiera dejar de fumar, pero no es fácil, ante tantos problemas es lo único que te queda, auque sepás que te enferma”. Una información más detallada sobre los efectos y el apoyo médico podrían ayudar. Y también podría ayudar, analizar la situación de los que están sufriendo enfermedades o ya han fallecido por los efectos del tabaco. Y sobre los efectos en la familia, no sólo las consecuencias directas, sino el dolor que originan tantas muertes por su causa. Si un padre y una madre pensaran que sus hijos sufrirán cuando los vean mal de salud o que morirán por una enfermedad evitable, posiblemente esto los motive a buscar cómo dejar de fumar. Si analizaran que el cigarrillo los puede llevar a la situación en que están otros fumadores: con asma, bronquitis, neumonía, cáncer en los pulmones, en la laringe, boca, dedos; o problemas cardiovasculares, y todas las complicaciones que causa el tabaco en los niños, posiblemente dejarían el vicio.
Estas enfermedades producidas por los efectos del tabaco son la primera causa de fallecimientos evitables, según la Organización Mundial de la Salud. Por esta razón, desde 1996 ha venido trabajando para contrarrestar su consumo. En el año 2000 convocó a los Estados a organizar un plan mundial contra el hábito del cigarro, y en octubre del mismo año los representantes de 191 Estados trataron el Convenio Marco para el Control del Tabaco, el que fue adoptado en mayo de 2003. Entró en vigencia el 27 de febrero de 2005. Sus disposiciones son jurídicamente vinculantes para los países que lo han ratificado. Este Convenio Marco busca proteger a las personas de la exposición al humo de tabaco; proteger contra el inicio, el mantenimiento o el aumento de su consumo; lo mismo que contra los efectos nocivos del proceso de producción y fabricación. Y proteger el medioambiente.
Entre los compromisos a los que se obligan los Estados que han ratificado el Convenio están, medidas legislativas, ejecutivas y administrativas para promover la educación, la concienciación y participación de organismos públicos y privados y organizaciones no gubernamentales en la elaboración y aplicación de programas y estrategias de control del tabaco; el conocimiento público de las consecuencias económicas, sanitarias y ambientales de la producción de tabaco; programas de formación dirigidos a profesionales de la salud, trabajadores de la comunidad, asistentes sociales, educadores, dirigentes políticos, administradores; información al consumidor; control de la publicidad, la promoción y el patrocinio, aumento de los impuestos al tabaco y restricciones para fumar en lugares públicos. Según el Convenio, estas medidas deben completarse con otras: “el control del contrabando que evita la repercusión de los impuestos y presenta cigarrillos más baratos. Alternativas al cultivo de tabaco para la conversión de la producción. Y supresión progresiva de subvenciones y ayudas estatales al tabaco”.
La Asamblea Nacional de Nicaragua este año ratificó el Convenio. También ya existe el proyecto de ley sobre control del tabaco, iniciando así su implementación. Y, aunque se cuenta con la “Ley de Protección de los Derechos Humanos de los no Fumadores”, esta otra deberá regular el consumo, publicidad y producción del tabaco, de acuerdo con el Convenio Marco de la OMS. También debería incluirse la obligación de difundirla ampliamente.
El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua - 14 de agosto 2008
Los Heraldos Negros

César Vallejo

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios, como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos, pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos son golpes sangrientos, son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre…Pobre… pobre! Vuelve los ojos como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!