Doraldina Zeledón Úbeda
END - 19:09 - 12/08/2008
Es interesante la unión de las organizaciones periodísticas para autorregularse en su trabajo mediante normativas propias y no impuestas desde afuera. Relacionados con esto, hace algunos años realizamos una investigación colectiva (D. Zeledón Úbeda, F. Miyara, J. Mulet.), que la presentamos ante un congreso latinoamericano sobre ética, organizado por la Universidad Politécnica de Nicaragua, en el año 2001.
El objetivo era llamar la atención sobre el deber que tenemos comunicadores y comunicadoras en la cobertura periodística en el caso de la contaminación acústica, no sólo en los otros temas ambientales. Pero los conceptos son válidos para cualquier tema, por lo que creo oportuno compartir parte de este trabajo:
Ética y deontología: desde un punto de vista teórico se suelen diferenciar dos conceptos relacionados: la ética y la deontología. A veces se toman como sinónimos. Así, se habla, de ética periodística y de deontología periodística, o de ética profesional del periodista.
La deontología es la ciencia del deber; es decir, de las obligaciones derivadas del ejercicio de una profesión. Como tal, la deontología es, en principio, susceptible de ser codificada o reglamentada para cada profesión, de modo que quienes la ejerzan estén obligados a cumplir sus preceptos so pena de recibir sanciones. La deontología se diferencia del derecho en cuanto a que éste es aplicable a todos los ciudadanos, mientras aquélla rige sólo para los miembros de una especialidad (A.Valle Pastora, Ponencias sobre Ética Judicial. 1996).
La ética es más amplia, y se refiere al fuero interno del individuo, por lo tanto no es codificable ni imponible más que por la propia conciencia. (Lagastone, G. “Ética Judicial”, en Ponencias sobre Ética Judicial”. A.Valle Pastora). Al contrario de la deontología que implica la pertenencia a un grupo profesional, la ética a veces implica cuestionar las prescripciones del grupo y de la sociedad, porque la ética es reflexión, razonamiento, búsqueda de lo que parece justo, bueno, correcto; pero desde la propia conciencia y no para cumplir con un deber impuesto; por lo tanto conlleva buscar la verdad, y no basarse en apariencias, ni actuar conforme a los prejuicios o mitos que la sociedad o el grupo imponen. La ética está reservada a la conciencia individual, pues el sentido ético es inherente a la persona, y se refiere no sólo a su filosofía de vida y a sus autorregulaciones, según sus propios criterios, sino a la tendencia a valorar su comportamiento y el de los demás. La ética siempre se refiere a las personas. “Las instituciones son buenas, malas, eficaces, ineficaces, deseables, indeseables, pero lo único que puede ser éticamente bueno o moral son las personas” (F. Savater, “Ética, Política y Ciudadanía”)
Otro concepto relacionado es el de moral o normas morales. Éstas son valores y pautas de conducta radicados en la conciencia, que rigen el comportamiento humano. Son patrones de lo bueno y lo malo, según las prescripciones y conceptos de la sociedad (W. Villagra. Introducción al Derecho.1994). También se define la moral como sinónimo de ética.
Ética y deontología del periodismo: se habla de códigos de ética periodística, códigos de ética profesional, códigos de deontología periodística. Hablaremos de ética periodística, referida al comportamiento individual del periodista; y de códigos deontológicos, para referirnos a las normas aceptadas por los colegios de periodistas. Esto no significa que sean excluyentes.
Pero, ya sea por exigencias deontológicas, de derecho o éticas, los periodistas y medios de comunicación deberían tener como autorrequerimiento, además de deber constitucional, cumplir y defender los preceptos constitucionales y demás leyes; y procurar acercarse a la verdad y a la justicia, ya que los medios son un tamiz para el diario acontecer, para informar, formar, sensibilizar o movilizar a la población y a los funcionarios. Por lo tanto, deben recoger los problemas de la sociedad; aunar esfuerzos para edificar una sociedad más justa, equitativa, sostenible; ya que “la sostenibilidad es un imperativo ético y moral” (Declaración Salónica, Grecia, 1997).
Veamos lo que plantean algunos Códigos: El artículo 21 del Código Europeo de Deontología de Periodismo expresa que “el ejercicio del periodismo no debe condicionar ni mediatizar la información veraz o imparcial y las opiniones honestas, con la pretensión de crear o formar la opinión (...)”.
El Código Deontológico de la Profesión Periodística de España, señala que “el compromiso con la búsqueda de la verdad llevará siempre al periodista a informar sólo sobre hechos de los cuales conoce su origen, sin falsificar documentos ni omitir informaciones esenciales, así como a no publicar material informativo falso, engañoso o deformado.(...).
El Código Internacional de Ética Periodística (UNESCO) habla del derecho del pueblo a la información precisa, igual que el proyecto de Código de Ética Profesional de los Periodistas de Nicaragua.
El Código Latinoamericano de Ética Periodística dice, en su artículo 4, “En su labor fundamental el periodista adoptará los principios de la veracidad y de la ecuanimidad y faltará a la ética cuando silencie, falsee o tergiverse los hechos (...)”.
Por lo tanto, para dar una información veraz y completa, como lo prescriben las citas anteriores, el periodista tiene que informarse, comprobar los hechos in situ o con la fuente; pero eso no basta, tiene que entender el problema, y por lo tanto tendrá que investigar y capacitarse constantemente para no llegar a conclusiones erróneas o para no excluir información necesaria.
(El trabajo completo está publicado bajo el título: “Compromiso social de los medios de comunicación por el desarrollo acústicamente sostenible”, F. Miyara, D. Zeledón Úbeda, J. Mulet. Managua, 2003).
Publicado en El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua, 12 de agosto 2008.
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Es interesante la unión de las organizaciones periodísticas para autorregularse en su trabajo mediante normativas propias y no impuestas desde afuera. Relacionados con esto, hace algunos años realizamos una investigación colectiva (D. Zeledón Úbeda, F. Miyara, J. Mulet.), que la presentamos ante un congreso latinoamericano sobre ética, organizado por la Universidad Politécnica de Nicaragua, en el año 2001.
El objetivo era llamar la atención sobre el deber que tenemos comunicadores y comunicadoras en la cobertura periodística en el caso de la contaminación acústica, no sólo en los otros temas ambientales. Pero los conceptos son válidos para cualquier tema, por lo que creo oportuno compartir parte de este trabajo:
Ética y deontología: desde un punto de vista teórico se suelen diferenciar dos conceptos relacionados: la ética y la deontología. A veces se toman como sinónimos. Así, se habla, de ética periodística y de deontología periodística, o de ética profesional del periodista.
La deontología es la ciencia del deber; es decir, de las obligaciones derivadas del ejercicio de una profesión. Como tal, la deontología es, en principio, susceptible de ser codificada o reglamentada para cada profesión, de modo que quienes la ejerzan estén obligados a cumplir sus preceptos so pena de recibir sanciones. La deontología se diferencia del derecho en cuanto a que éste es aplicable a todos los ciudadanos, mientras aquélla rige sólo para los miembros de una especialidad (A.Valle Pastora, Ponencias sobre Ética Judicial. 1996).
La ética es más amplia, y se refiere al fuero interno del individuo, por lo tanto no es codificable ni imponible más que por la propia conciencia. (Lagastone, G. “Ética Judicial”, en Ponencias sobre Ética Judicial”. A.Valle Pastora). Al contrario de la deontología que implica la pertenencia a un grupo profesional, la ética a veces implica cuestionar las prescripciones del grupo y de la sociedad, porque la ética es reflexión, razonamiento, búsqueda de lo que parece justo, bueno, correcto; pero desde la propia conciencia y no para cumplir con un deber impuesto; por lo tanto conlleva buscar la verdad, y no basarse en apariencias, ni actuar conforme a los prejuicios o mitos que la sociedad o el grupo imponen. La ética está reservada a la conciencia individual, pues el sentido ético es inherente a la persona, y se refiere no sólo a su filosofía de vida y a sus autorregulaciones, según sus propios criterios, sino a la tendencia a valorar su comportamiento y el de los demás. La ética siempre se refiere a las personas. “Las instituciones son buenas, malas, eficaces, ineficaces, deseables, indeseables, pero lo único que puede ser éticamente bueno o moral son las personas” (F. Savater, “Ética, Política y Ciudadanía”)
Otro concepto relacionado es el de moral o normas morales. Éstas son valores y pautas de conducta radicados en la conciencia, que rigen el comportamiento humano. Son patrones de lo bueno y lo malo, según las prescripciones y conceptos de la sociedad (W. Villagra. Introducción al Derecho.1994). También se define la moral como sinónimo de ética.
Ética y deontología del periodismo: se habla de códigos de ética periodística, códigos de ética profesional, códigos de deontología periodística. Hablaremos de ética periodística, referida al comportamiento individual del periodista; y de códigos deontológicos, para referirnos a las normas aceptadas por los colegios de periodistas. Esto no significa que sean excluyentes.
Pero, ya sea por exigencias deontológicas, de derecho o éticas, los periodistas y medios de comunicación deberían tener como autorrequerimiento, además de deber constitucional, cumplir y defender los preceptos constitucionales y demás leyes; y procurar acercarse a la verdad y a la justicia, ya que los medios son un tamiz para el diario acontecer, para informar, formar, sensibilizar o movilizar a la población y a los funcionarios. Por lo tanto, deben recoger los problemas de la sociedad; aunar esfuerzos para edificar una sociedad más justa, equitativa, sostenible; ya que “la sostenibilidad es un imperativo ético y moral” (Declaración Salónica, Grecia, 1997).
Veamos lo que plantean algunos Códigos: El artículo 21 del Código Europeo de Deontología de Periodismo expresa que “el ejercicio del periodismo no debe condicionar ni mediatizar la información veraz o imparcial y las opiniones honestas, con la pretensión de crear o formar la opinión (...)”.
El Código Deontológico de la Profesión Periodística de España, señala que “el compromiso con la búsqueda de la verdad llevará siempre al periodista a informar sólo sobre hechos de los cuales conoce su origen, sin falsificar documentos ni omitir informaciones esenciales, así como a no publicar material informativo falso, engañoso o deformado.(...).
El Código Internacional de Ética Periodística (UNESCO) habla del derecho del pueblo a la información precisa, igual que el proyecto de Código de Ética Profesional de los Periodistas de Nicaragua.
El Código Latinoamericano de Ética Periodística dice, en su artículo 4, “En su labor fundamental el periodista adoptará los principios de la veracidad y de la ecuanimidad y faltará a la ética cuando silencie, falsee o tergiverse los hechos (...)”.
Por lo tanto, para dar una información veraz y completa, como lo prescriben las citas anteriores, el periodista tiene que informarse, comprobar los hechos in situ o con la fuente; pero eso no basta, tiene que entender el problema, y por lo tanto tendrá que investigar y capacitarse constantemente para no llegar a conclusiones erróneas o para no excluir información necesaria.
(El trabajo completo está publicado bajo el título: “Compromiso social de los medios de comunicación por el desarrollo acústicamente sostenible”, F. Miyara, D. Zeledón Úbeda, J. Mulet. Managua, 2003).
Publicado en El Nuevo Diario. Managua, Nicaragua, 12 de agosto 2008.